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O2 Centro Wellness refuerza en Cataluña su apuesta por el boutique con un nuevo club femenino

La cadena ha pasado a operar el antiguo Gimnas Splash, un gimnasio que cerró a mediados de noviembre y que ha incorporado a su red tras alcanzar un acuerdo de alquiler con la propiedad. Es el noveno club de la compañía y el segundo exclusivo para mujeres.

O2 Centro Wellness Gym Boutique Girona

O2 Centro Wellness vuelve a crecer en el fitness español tras un periodo en el que el foco estuvo puesto en la reducción de deuda. La cadena de centros deportivos, que en los últimos años se había deshecho de activos no estratégicos, ha sumado su novena instalación en España tras pasar a operar el antiguo Gimnas Splash de Girona, según ha podido saber 2Playbook.

Esta instalación cerró a mediados de noviembre tras diez años de actividad, y la cadena dirigida por Francesc Gabara ha alcanzado un acuerdo con la propiedad del local para hacerse cargo de la instalación, que abrirá en febrero. Se trata del Boutique Gym Girona, una instalación de 900 metros cuadrados ubicada en el centro de la ciudad en la que O2 Centro Wellness está realizando el rebranding, renovando el equipamiento y adaptando al modelo boutique femenino que estrenó en Madrid en 2020.

La única herencia que la cadena mantiene del antiguo Gimnàs Splash es la ubicación y que seguirá centrado en atender exclusivamente al público femenino. De este modo, suma un nuevo activo a su red, replicando un modelo que en Madrid ha dado buenos resultados, según explican desde O2 Centro Wellness.

El club contará con sala de fitness y otra para actividades dirigidas, un estudio de cycling y piscina de chorros en la que también se puede nadar y organizar actividades acuáticas con monitor. La inversión en la puesta a punto del club no ha trascendido, como tampoco lo ha hecho el volumen de clientas a las que la cadena espera atender.

O2 Centro Wellness ha integrado el antiguo Gimnas Splash de Girona, club que relanzará en febrero

De esta manera, O2 Centro Wellness eleva hasta nueve el número de instalaciones que opera en España, repartidas entre Madrid, donde tiene cuatro centros propios, Girona (2), Granada, Huelva y Málaga. Los centros de Andalucía y el que tenía en Girona antes de la incorporación del boutique son en régimen de concesión administrativa.

En la instalación catalana tiene contrato hasta 2023, mientras que en Málaga estará hasta 2042. Eso sí, este contrato puede cancelarse en cualquier momento si la cadena o el propietario así lo desean. En cuanto a los cuatro clubes propios que tiene en la capital española, en el último año ha renovado el contrato de todos ellos.

El del O2 Centro Wellness Plenilunio, que finalizaba en 2021, ha sido ampliado hasta 2022 con una renovación automática hasta 2027. El del centro de Manuel Becerra, que finalizaba en 2026, se ha renovado hasta 2028 y, a partir de entonces, por cinco años más, hasta 2033.

El centro madrileño de Ramón de la Cruz se ha ampliado hasta 2024, mientras que el de Sexta Avenida lo ha hecho hasta junio de 2025, también con prórroga automática hasta 2030. En todos ellos ha recibido bonificaciones excepcionales al pago del alquiler por las limitaciones durante el estado de alarma.

Entre las acciones que ha realizado la compañía para fidelizar a su público está la renovación de toda su red de centros en los últimos años, el lanzamiento de una plataforma de fitness virtual propia y la habilitación de espacios de entrenamiento al aire libre. A los cerca de cinco millones de euros que destinó a modernizar sus centros antes de la pandemia, se suma ahora una dotación de 150.000 euros en zonas outdoor en cada club.

Junto al lanzamiento de la app con clases dirigidas, la inversión en 2020-2021 se acercará al millón de euros. En cuanto a la apuesta online, la compañía ha llevado a cabo su transformación digital sin firmar alianzas con terceros y desarrollando todo su contenido in-house. 

La empresa cerró 2020 con unos ingresos de 10,7 millones de euros, un 41% menos que durante el año previo a la pandemia. A consecuencia de la crisis sanitaria, que obligó al cierre temporal de centros deportivos por fuerza mayor, sufrió unas pérdidas de 2,8 millones de euros.

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