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Orangetheory Fitness crece en Madrid y nombra CEO a su director de operaciones

La cadena estadounidense de estudios de entrenamiento de alta intensidad, que ha ascendido a Ignacio Tello, prevé reanudar su crecimiento en el país y poner en marcha su quinto gimnasio en la capital.

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Orangetheory Fitness tira de talento interno para reforzar su dirección en España y reanudar su expansión. La cadena estadounidense de gimnasios ha ascendido a director general a Ignacio Tello, hasta ahora director de operaciones y ventas. El directivo, que se incorporó a la cadena en 2019 procedente de O2 Centro Wellness, explica a 2Playbook que la cadena ha retomado sus planes de expansión en un país donde ahora gestiona ocho centros en el país.

Más de un año después de abrir su último estudio en España, Orangetheory Fitness prepara el que será su noveno club en el país. “Estamos construyendo un centro en Madrid que esperamos abrir antes de final de este año”, afirma Tello. Su quinto gimnasio en la capital española se ubicará en el número 44 de la Calle Padre Damián, en el distrito de Chamartín. La compañía, que no ha dado a conocer la inversión que destinará para crecer en Madrid, acostumbra a invertir entre 400.000 y 500.000 euros por centro.

Este será el tercer gimnasio que la compañía pondrá en marcha tras el estallido de la pandemia. La cadena norteamericana, que aterrizó en España en 2017, alcanzó los seis centros en 2019 tras firmar cuatro aperturas. Desde entonces, ha abierto un centro por año, con la única excepción de un 2020 condicionado por la crisis sanitaria: debutó en Murcia en 2021 y puso en marcha el cuarto club en Madrid, un flagship en el barrio madrileño de Salamanca al que también trasladó sus oficinas centrales.

La intención de la compañía es acelerar este ritmo de crecimiento de cara al próximo año. En palabras de Tello, “los siguientes años serán de intensa expansión” con el objetivo de “crecer y posicionarnos de una forma sólida en las principales ciudades de España”. El director general de Orangetheory Fitness, de hecho, adelanta que la cadena está buscando “muy activamente” locales que se ajusten a su modelo en Madrid, Barcelona, Málaga, Valencia, Palma de Mallorca, Alicante, San Sebastián y Sevilla. La idea es posicionarse en estas y otras grandes ciudades con más de un centro por población “siempre que se presente la oportunidad adecuada”.

 

Crecimiento con centros propios y franquicias con estructura de coste “más ligera”

Creada en 2010, la cadena cuenta con más de 1.700 estudios en 32 países. “Nuestra intención principal es hacer de España un mercado clave para la marca Orangetheory Fitness en Europa”, anuncia Tello, quien anticipa también que su crecimiento se articulará tanto con nuevos establecimientos propios como franquiciados. “Tenemos la capacidad de abrir centros por nosotros mismos, pero si entablamos relación con el operador correcto, estaremos encantados de valorar la concesión de licencias”, añade.

En España, la compañía es propiedad de un private equity group norteamericano que ya cuenta con franquicias de Orangetheory Fitness en EEUU. Cuando la marca llegó a España en 2017, con el objetivo de alcanzar un centenar de unidades, estaba controlada por los antiguos propietarios de la masterfranquicia para desarrollarla en el país. En 2019 vendieron la licencia a un grupo inversor que se comprometió a aportar más recursos para acelerar una expansión que la pandemia obligó a posponer.

La pandemia frenó el crecimiento de la compañía, que en los últimos meses está detectando otros obstáculos a la hora de añadir nuevos centros a su estructura: “Los altísimos intereses del mercado hacen que las condiciones de la financiación para la compra de locales sean impensables y por eso la demanda se concentra en los alquileres, que están subiendo de precios. A ello se le suma el alto coste de los materiales de construcción”, comenta.

Para mitigar el impacto de la inflación, la compañía está desarrollando “un modelo de centro algo más ligero”, con distintos tamaños con los que adaptarse a cada ciudad. Ello implica reducir el coste del equipamiento necesario, de la obra y también de los alquileres, buscando no penalizar la experiencia del usuario.

La compañía subió las tarifas de las inscripciones, no así a las de los socios existentes, y ello no impidió que todos sus estudios estén ya en un nivel de ingresos y de socios superior a antes de la pandemia. “Nuestros socios siempre han tenido un perfil de poder adquisitivo alto, tanto por ubicación como por precio de las membresías, lo que nos posiciona en un segmento superior en precio al de otras alternativas del mercado”, asegura Tello.

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