Los clubes de fitness de Reino Unido se preparan para volver a operar sin restricciones, después de que el Primer Ministro, Boris Johnson, confirmara que el país pasará a fase cuatro de la desescalada a partir del lunes 19 de julio. Los clubes de salud, los gimnasios y los centros de ocio podrán operar sin ningún límite de capacidad en sus instalaciones -incluyendo el ejercicio en grupo en interiores-, al tiempo que se eliminarán todas las medidas de distanciamiento social.

Johnson ha calificado el paso a la fase 4 como un “equilibrio de riesgos” y subrayó que el público debe “seguir siendo precavido”. La medida llega después de que los últimos datos y modelos muestren que se han cumplido las “cuatro pruebas” que fijó el gobierno para suavizar las restricciones del coronavirus.

Las cuatro pruebas incluyen la continuación del programa de despliegue de la vacuna con éxito, la reducción de las hospitalizaciones y muertes entre los vacunados, las tasas de infección que no ponen en riesgo de sobrecarga al NHS y la ausencia de nuevas variantes que causen preocupación.

El organismo que vela por los intereses del sector, Ukactive, ha acogido con satisfacción este paso adelante. Su director general, Huw Edwards, ha asegurado que el anuncio “ha sido muy bien recibido por nuestro sector y esperamos que proporcione un buen momento para muchos después de 17 meses de sacrificio profesional y personal inimaginable”.

El directivo ha sido cauto al recalcar que, “de cara al futuro, nuestro sector asumirá plenamente su responsabilidad de operar sin restricciones, reconociendo que esta pandemia sigue existiendo y que debemos permanecer vigilantes y mantener los más altos niveles de servicio”.

Este anuncio coincide con la licitación del Gobierno británico para encontrar una compañía que lidere el proyecto polito del programa Incentivos para la salud, con el que el Ejecutivo dará incentivos y recompensas económicas a las personas que hagan deporte. El nuevo programa explorará las mejores formas de incentivar a los adultos para que tomen decisiones más saludables, ya que varios informes sugieren que los incentivos financieros pueden mejorar las tasas de actividad física e inspirar una alimentación más sana.