La apuesta por la longevidad sigue ganando terreno en los centros deportivos. La búsqueda de servicios que favorezcan un envejecimiento activo, contribuyan a prevenir determinadas patologías y, llegada una edad, a ser más independiente, es una tendencia creciente en el sector del fitness que atrae especialmente a los silver active. Esta es precisamente la apuesta de Sano Center, que este año cumple una década de trayectoria en el país, donde cuenta con una red con más de 70 instalaciones.
Su propuesta se dirige principalmente a personas de entre 35 y 65 años, con un creciente porcentaje de abonados mayores de 60. “Encontramos en este público una franja de edad que no estaba cubierta. Nos enfocamos a un público más adulto, con una edad más predispuesta a invertir en su salud y con unas necesidades específicas que no estaban atendidas en el sector, lo que provocaba que se sintiese un poco desamparado. Es gente que, una vez que ha entrado poco a poco al entrenamiento, se ha enganchado a la vida sana y ya no la suelta”, explica Claudia Pascual, responsable de marketing en Sano Center.
Su método combina entrenamiento de fuerza, cardio y cuerpo-mente en grupos reducidos para garantizar la personalización y el seguimiento individualizado. Un mix que se basa en los programas de fitness para adultos mayores, una de las tres principales tendencias de entrenamiento para este 2025, según el informe anual de tendencias mundiales del fitness que cada año elabora el American College of Sports Medicine (Acsm). Se trata, por tanto, de un entrenamiento alineado con las principales demandas del mercado del fitness.
El peso que ha ido ganando en diferentes comunidades autónomas la receta deportiva es otro factor que está impulsando su modelo, ya que son cada vez más los usuarios que acceden a los servicios por recomendación y prescripción médica. “Cada vez hay más población concienciada acerca de los beneficios que tiene para la salud el entrenamiento de fuerza, funcional y cuerpo y mente, tanto para la gente joven como la adulta. Es clave que el sistema sanitario recomiende más el entrenamiento en un centro en vez de limitarse a aconsejar a salir a pasear, ya que ello ayuda a las personas a vivir más, de manera más independiente y con unas condiciones óptimas”, destaca Pascual.
Las ventajas para la población de más de 65 años no se limitan a su salud física, sino también mental. “El entrenamiento en pequeños grupos, además de poder ser más personalizado y enfocarse a determinadas patologías y lesiones, permite crear un vínculo emocional muy elevado. Existe un elevado índice de soledad entre personas con más de 70 u 80 años a la que le viene muy bien a nivel emocional y mental este momento social”, indica.
A diferencia de otros modelos, que buscan en la gamificación un aliciente para fidelizar a los usuarios, Sano Center rehúye la competitividad en los centros: “Los entrenadores buscan crear un ambiente cómodo y amable en el que nadie se sienta fuera del equipo. La idea es facilitar el entrenamiento para que nadie se sienta limitado. Así no hay rivalidad ni sentimiento de superioridad”, reflexiona la responsable de marketing. Al trabajar con grupos reducidos de ocho usuarios por sesión se genera un mayor vínculo y un ambiente de confianza. “El entrenador te puede llamar por tu nombre, y esta comodidad permite comentar dolencias y fomenta la convivencia social”, añade.
Los pequeños municipios, una oportunidad para crecer con menos competencia
A la personalización del servicio y la generación de comunidad, Sano Center le suma otro factor distintivo: la capacidad para penetrar en municipios pequeños. Cerca del 37% de su red se ubica en 25 ciudades que tienen menos de 80.000 habitantes. De éstos, además, la mitad se encuentran en poblaciones con menos de 20.000 personas, una apuesta alejada del volumen mínimo exigido por la mayoría de cadenas del sector.
Lo que para algunos es una línea roja, para Sano Center es una oportunidad: sólo en España existen cerca de 8.000 municipios con menos de 50.000 habitantes, la mayoría con una escasa o nula oferta de fitness. Otro 28% de sus instalaciones se han establecido en una veintena de ciudades de entre 80.000 y 200.000 residentes. Sólo el tercio restante se encuentran en grandes ciudades.
Así se entrena en un gimnasio de Sano Center
“Cabemos en grandes ciudades, como Madrid, pero donde más triunfan nuestros centros es en poblaciones pequeñas, desde unos 7.000 habitantes. Ahí hemos visto la oportunidad de atender a un público desabastecido”, profundiza Pascual. La cadena ha podido constatar como su crecimiento en Madrid y Sevilla, donde tiene una quincena de establecimientos, es “más sostenido” que el de otros núcleos más pequeños, donde la menor presencia de competidores les permite irrumpir con más fuerza.
“Una de las visiones de la empresa es democratizar el fitness entre las poblaciones más pequeñas, donde ahora es algo desconocido”, incide Pascual, que recuerda que el primer centro de Sano Center fue una prueba piloto en una población de 8.000 habitantes. “Fue un éxito, la gente acogió bien el modelo porque le ofrecía lo que estaba pidiendo”, afirma.
La capilaridad de su modelo para crecer en este tipo de municipios se explica por los requisitos de sus centros: operan locales a partir de entre 80 y 500 metros cuadrados con una inversión de unos 120.000 euros que se rentabiliza en dos o tres años. Sus instalaciones tienen entre 200 y 250 clientes. La intención de la compañía es continuar creciendo tanto con centros propios como con franquicias por todo el territorio. Tras consolidar su presencia en la Comunidad de Madrid y Andalucía, ahora busca colonizar otros territorios. “El norte es una zona que aún nos es desconocida y que nos encantaría, junto al Levante son dos objetivos interesantes”, sentencia.