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Del deporte base a la élite: España rompe el techo del millón de deportistas federadas

La participación de mujeres en el deporte federado se ha elevado un 19% en los últimos dos años, pero la brecha con los hombres aún es muy pronunciada. Si bien las cifras son parejas en la base, las distancias se amplían en la etapa adulta.

Voleibol Selección española 2024

El deporte de competición no es sólo cosa de hombres. Esta evidencia quedó más que constatada el pasado verano en los Juegos de París 2024, en los que la delegación española contó con más mujeres que hombres por primera vez en su historia. Si bien las cifras de participación en la élite ya tienden a la equidad, las cifras del deporte federado describen un ecosistema deportivo en el que por cada tres hombres hay una mujer. Ello, pese a que se ha elevado en un 19% el número de licencias femeninas en los últimos dos años hasta superar el millón de deportistas federadas en 2023, según los datos extraídos de Intelligence 2P, la unidad de datos e inteligencia de mercado de 2Playbook, a partir de las estadísticas del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. 

Sólo en la última década ha aumentado en un 33% el número de mujeres deportistas, o lo que es lo mismo, ha crecido el doble que el de deportistas hombres a nivel porcentual. De este modo, la participación femenina en el contexto de la práctica regulada ha crecido incesantemente al mismo ritmo que lo ha hecho la práctica general. El porcentaje de mujeres que practicó algún deporte a lo largo del año se ha doblado en menos de dos décadas pasando del 26% en 2005 al 51,8% en 2022, según la Encuesta de Hábitos Deportivos, mientras que el de hombres pasó del 41% al 63,1% en el mismo periodo. 

Ahora bien, las cifras todavía son insuficientes para reducir una brecha que continúa siendo desproporcionada, sobre todo entre los adultos. En 2023, el 75% de las fichas federativas correspondían a hombres, cuando su peso en términos demográficos es del 49%, muestra de que el deporte todavía sufre las consecuencias del retraso histórico de España en cuanto a la incorporación de la mujer a determinadas disciplinas en comparación con otros países europeos. “Ese mayor número de mujeres que hoy practican deporte en España es el proceso lógico de progresiva homologación de su situación con respecto a la situación europea estándar”, señala David Moscoso, catedrático de Sociología de la Universidad de Córdoba. 

 

 

Este proceso ha estado acompañado de una serie de factores que han acelerado un aumento de los índices de participación femenina en determinados deportes. Por un lado, el reconocimiento de la igualdad de género en la sociedad española y, en consecuencia, en el deporte español ha incentivado la puesta en marcha de políticas en materia deportiva que ya tienen su efecto en las federaciones. Sin ir más lejos, las subvenciones del Consejo Superior de Deportes (CSD), con las que se financia buena parte del presupuesto de estos organismos, están supeditadas a diferentes criterios, entre los que destacan los relativos a la igualdad o paridad en el deporte. 

A ello se le suman otros programas de mecenazgo, incentivos fiscales como Universo Mujer o iniciativas privadas, que han fomentado el apoyo empresarial al deporte femenino. Son numerosas las marcas que han tomado conciencia del poder transformador del deporte femenino y las oportunidades asociadas a su patrocinio en términos de visibilidad y retorno. 

 

 

El caso más ejemplificador es el de Iberdrola, que en la actualidad apoya a 35 federaciones deportivas en España como title sponsor de todas sus ligas femeninas y patrocinador principal de la selección femenina. José Hidalgo, presidente de la Asociación del Deporte Español (Adesp), considera que “la aportación de los patrocinadores ha pasado en unos años de ser residual a tener un posicionamiento estratégico por el que sin hacer una gran inversión generan una gran rentabilidad”. 

Tampoco se puede pasar por alto la importancia de los éxitos deportivos alcanzados tanto por los equipos españoles como por las deportistas en el ámbito internacional. La presencia de referentes ejerce de elemento tractor para impulsar la práctica deportiva, sobre todo entre las más jóvenes. La victoria de España en el Mundial de fútbol de Australia y Nueva Zelanda de 2023 vino acompañada de un crecimiento sin precedentes de las licencias femeninas en el fútbol, con 20.000 fichas más en un sólo año. La disciplina pasó de contar con 44.123 futbolistas en 2016, a las 107.853 federadas de 2023, un período en el que también se llevó a cabo el proceso de profesionalización de la Liga F y que también coincide con los éxitos del FC Barcelona. 

 

Del dominio del baloncesto a la pujanza del fútbol

Aun así, el baloncesto aún se mantiene como el tradicional dominador del deporte femenino, con más de 138.000 licencias. Para Moscoso, “el baloncesto ha dado con la clave de enganchar a las mujeres en las categorías infantiles y juveniles con un cambio en la mentalidad técnico-deportiva, aumentando el número de mujeres técnicas y entrenadoras, y acercando la realidad de la mujer al trato relacional deportivo”. 

A él se le suman otros deportes tradicionalmente muy fuertes entre las mujeres, como el golf, el voleibol, el patinaje, la gimnasia, el surf o la natación. “El mensaje del voleibol se ha sabido transmitir muy bien a nivel social para llegar a la deportista”, señala Hidalgo. De hecho, el número de jugadoras de voleibol en España más que duplica al de jugadores. 

Entre las disciplinas que más crecen, además del fútbol, sobresalen el triatlón, el pádel y, sobre todo, la montaña y la escalada. El caso de la Fedme se explica a través del senderismo, que es la actividad más practicada en España. Es una actividad que promueve las relaciones sociales, el deporte al aire libre y el contacto con la naturaleza, lo que ha facilitado su popularidad entre el público femenino.

 

 

A mayor práctica, mayor consumo 

El aumento de la participación de la mujer en la mayoría de disciplinas conlleva un mayor interés por seguir las competiciones, con lo que ello supone en términos de audiencia. Según la Encuesta de Hábitos Deportivos, el 62,6% de las mujeres siguió deporte por televisión, internet o radio, pero entre las que practican deporte, este porcentaje se elevó al 71,5%. 

El progreso de los últimos años no es óbice para señalar que las federaciones aún tienen muchas barreras que superar para llegar a la equidad. Su reto principal es adaptar su oferta a los intereses del público femenino, puesto que el mapa de competiciones vigente se construyó cuando el deporte estaba copado principalmente por hombres. “Las federaciones deben de tener la capacidad de abrirse a la sociedad con un lenguaje y un propósito muy diferente al que guía la lógica competitiva”, indica Moscoso. Asimismo, Hidalgo considera que “el deporte tiene que ser poliédrico. Debemos crear iniciativas que tengan que ver con la socialización, la motivación personal o la estética”. 

Por ello, “aquellas disciplinas que proporcionan beneficios para la salud física y mental y las relaciones sociales seguirán triunfando”, apostilla el sociólogo. Asimismo, apunta hacia la equiparación de las condiciones y señala que también crecerán los deportes “en los que la posición de la mujer no es subalterna a la del hombre, o se encuentran con mayores estándares de equiparación y trato horizontal”.  

 


Women in Sports Landscape es un informe que aspira a medir el pulso de la evolución del consumo deportivo por parte de la mujer, ya sea como practicante o aficionada. Publicado por capítulos en 2Playbook, el documento pretende poner en valor el deporte practicado por mujeres desde la base a la élite, pasando por la práctica deportiva popular; el consumo deportivo que hacen las mujeres; la inversión de las marcas y plataformas audiovisuales, así como de clubes y competiciones. Este proyecto cuenta con el apoyo de DAZN, Teika, BRT United, Spain is Sport como colaboradores.

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