Ni la pandemia, ni el parón de las competiciones, ni la nueva regulación. Las apuestas deportivas firman otro año de récord en España, en el que las cantidades jugadas alcanzaron 7.034 millones de euros. Se trata del segundo mejor año desde que la Dirección General de Ordenación del Juego (Dgoj) tiene registros, sólo superado por los 7.074 millones de 2019. Y eso a pesar de que entre abril y mayo la industria del juego deportivo dejó de ingresar 1.000 millones de euros por la ausencia de partidos en directo.

Este casi empate técnico pese a sufrir varios meses sin competiciones oficiales se produjo gracias al efecto rebote iniciado en el tercer trimestre, en el que las cantidades jugadas rozaron los 2.000 millones de euros, el mejor registro trimestral desde 2018. Esa cifra ha sido incluso superior entre octubre y diciembre, cuando ha alcanzado el récord histórico de ingresos en un trimestre, con casi 2.500 millones de euros.

Ahora bien, pese al boom provocado por el regreso de las competiciones, sólo ha sido suficiente para alcanzar una cifra de negocio similar a la de 2019. Las cantidades jugadas han caído un 0,5% interanual, lastradas por los meses de parón deportivo, aunque el mayor golpe se ha producido en el denominado gross gaming revenue (GGR).

Esta es la métrica que emplea el sector para reflejar la diferencia entre el dinero que se gasta en apuestas y lo que se entrega en premios, equivalente al margen bruto de las empresas. La industria del juego deportivo cerró 2020 con un resultado de 367,5 millones de euros, una caída del 2,8% interanual. La Dgoj no explica a qué se debe esta situación, que se ha ido corrigiendo a lo largo del año, ya que a cierre del primer semestre la caída era del 4,8% y del 8,5% hasta los nueve primeros meses de 2020.

Uno de los motivos podría encontrarse en la caída que han experimentado las apuestas en directo. Los ingresos por este tipo de envites, que son los que llenan de publicidad cualquier retransmisión deportiva, cayeron por primera vez en más de una década; concretamente, un 9,5% interanal, hasta 4.112 millones de euros, aunque aún aportan casi el 60% del total del sector.

Este tipo de apuestas, que se pueden modificar con el transcurso de los partidos, han sido el motor del juego deportivo online en los últimos años. Las apuestas de contrapartida convencionales, por el contrario, habían experimentado una caída en picado en términos de negocio e interés para el cliente hasta este año, en el que han experimentado un rebote del 9,3% interanual, hasta 2.551 millones de euros.

Pero el gran salto se ha dado en las apuestas hípicas, cuyo negocio prácticamente se ha duplicado en un año y ha permitido compensar el golpe sobre el juego en directo en otros deportes. Los envites en carreras de caballos pasaron de mover 1.048 millones de euros en 2019 a 2.014 millones en 2020, su récord histórico.

Todo ello a las puertas de conocer cómo va a afectar la nueva regulación sobre la visibilidad de las casas de apuestas a los hipódromos. Se trata de una de sus principales vías de negocio y el texto aprobado por el Ministerio de Consumo no hace referencia a este tipo de actividad.

Las apuestas hípicas han tirado de los ingresos del sector en 2020 

Otro indicador que evidencia el efecto rebote que ha provocado la Covid-19 sobre las apuestas es el número de cuentas activas y nuevas. En 2020 se crearon un total de 1,1 millones de nuevos usuarios, de los cuales más de un millón permanece como registrado y consumidor habitual, según la Dgoj.

El ritmo se aceleró tras el verano, cuando arrancó la temporada 2020-2021 de LaLiga, entre otras competiciones. Las nuevas cuentas llegaron a triplicarse en esos meses y la tendencia no ha aflojado en el último trimestre, en el que también se ha batido el récord histórico con 391.510 nuevos usuarios. En el acumulado del año se han creado una media de 288.527 cuentas.

Finalmente, el gasto en patrocinio y publicidad aún no se ha visto impactado por la nueva Ley del Juego. Las casas de apuestas invirtieron 26,6 millones de euros en 2020 en patrocinar propiedades deportivas, un alza del 28,7% interanual. La esponsorización ha mostrado una mayor resiliencia que la inversión en publicidad durante todo el año, el último en el que podrán figurar en camisetas y estadios, principalmente.

Uno de los motivos podría encontrarse en los acuerdos firmados o renovados por las entidades deportivas en previsión de la nueva regulación, que obligará a poner fin a la visibilidad de las empresas del juego en las camisetas y otros soportes publicitarios al finalizar 2020-2021. Este contexto aceleró numerosas negociaciones y la firma de acuerdos con diferentes cláusulas para concluir la relación una vez se aplique el nuevo decreto.

El gasto en patrocinio y publicidad difiere en función de la fuente consultada

Por el momento, se prevé que genere una merma de 90 millones de euros en los ingresos de los clubes de LaLiga, que apenas tendrán activos para dar, aseguran fuentes de la patronal del fútbol.

Sólo en LaLiga Santander y LaLiga SmartBank, once equipos deberán buscan espónsor principal tras el cepo del Gobierno de España a las apuestas. El 76,2% de los equipos del fútbol profesional español tienen firmado, al menos, un acuerdo de patrocinio con algún operador de juego, según datos extraídos de 2Playbook Intelligence, la unidad de inteligencia de mercado de 2Playbook, que tiene indexados más de 4.000 acuerdos de patrocinio en España.

El gasto en publicidad se situó en 200 millones de euros, un 9% más que el año anterior. Los datos contrastan con los publicados por Infoadex, ya que según su último informe las casas de apuestas y demás operadores del juego invirtieron un 16,8% menos en campañas de marketing, hasta 121,3 millones de euros. Pese a todo, aún se mantiene en el top-10 de sectores que más recursos destinan a la publicidad.