El Cear de Sevilla ve la luz al final del túnel y se acerca a la normalidad prepandemia. Las instalaciones dedicadas a la mejora del rendimiento de los atletas de alto nivel en deportes como piragüismo y remo comienzan a funcionar a pleno rendimiento después de dos años de baja actividad. Con un presupuesto de 515.000 euros, el centro espera dejar atrás dos años seguidos perdiendo recursos y prevé superar con creces los ingresos propios de 71.000 euros para 2022, tal y como ha explicado a 2Playbook el director del centro, Rafael Barón.
La pandemia golpeó con dureza al centro en marzo de 2020, cuando los equipos que estaban alojados en la residencia tuvieron que marcharse de forma inmediata. Entonces, la actividad era del 100%, con 300 personas entrenando en el Cear y más de 200 personas alojadas en la residencia.
La intención de la Junta Andalucía es ampliar al máximo los deportes que se puedan practicar en el recinto de La Cartuja. De este modo, el Cear incluirá el triatlón y la natación entre sus disciplinas. “Ya tenemos una calle de nado instalada en el río y para el 2022 tenemos el objetivo de ampliar las instalaciones para el triatlón”, afirma Barón. La propia Federación Andaluza de Triatlón, el ADS de Sevilla y el Isbilya son los clubes interesados en usar las instalaciones.
El centro aprovechó el parón forzado por la crisis sanitaria para renovar sus equipamientos, la gestión de la residencia pasó a asumirla la Empresa Pública para la gestión del turismo y el deporte de Andalucía y cambiaron la adjudicataria del servicio de restauración. Este último aspecto ha supuesto un desembolso de 6,4 millones de euros- lo que supone un aumento del 78% respecto a la de antes de la pandemia- según datos de la plataforma de contratación pública de la Junta de Andalucía.
“Queríamos encontrar una buena adjudicataria de empresa de restauración dirigida exclusivamente para deportistas de alta competición y tras hablar con la Blume, el CAR de Madrid y el de Sierra Nevada, mejoramos su pliego de licitación para que fuera lo exigente que debe ser”, asegura el director del Cear de Sevilla.
Junto a ello, el centro hizo cambios en el mobiliario para optimizar la estancia de los deportistas en la residencia, como la instalación de colchones adaptados al fenotipo de los remeros y remeras y se remodeló el edificio de la residencia que “estaba muy anticuado”. A estos proyectos de adecuación y asentamiento de las áreas técnicas del edificio hay que añadirle la renovación de los cuartos de baños, armarios y la carpintería metálica, que todavía quedan pendientes.
En cuanto a la financiación del centro, alrededor del 60% se genera con recursos propios y un 40% lo cubre la Junta de Andalucía. Para ello, cuentan con pistas de pádel para alquilar, un campo de fútbol y un campo de regatas albano de 2.000 metros cuadrados en el que se realizan competiciones. También obtienen ingresos por los cursos de verano de iniciación al remo y al piragüismo.
Las instalaciones de la Cartuja se mantuvieron cerradas hasta el 23 de noviembre de 2020 y, desde entonces, no ha vuelto a alcanzar esas cifras. Tras un 2021 en el que la media de ocupación ha sido del 29%, en 2022 se encuentran en un 85% de media con picos del 95%. De hecho, no se ha vuelto a llenar por completo debido a los protocolos sanitarios que les obligan a mantener habitaciones vacías en la residencia.
Las instalaciones andaluzas son uno de los centros de reunión de los mejores piragüistas y remeros del panorama internacional. “Comenzando por los deportistas españoles que entrenan en las instalaciones y viven durante todo el año en la residencia y que son nuestros clientes preferentes, desde noviembre hasta abril somos el principal destino de todos los países de Europa. Los primeros espadas de estos deportes”, indica Barón.
Durante esta temporada han pasado por La Cartuja los equipos de Hungría, República Checa, Francia, Portugal, Bélgica, Noruega, Irlanda, Finlandia, Eslovaquia, Dinamarca, Letonia, Reino Unido y Alemania. Además de equipos de fuera de Europa como Estados Unidos o Singapur.
