La Fifa ofrece más detalles sobre cómo quiere alcanzar los 11.000 millones de dólares (10.242 millones de euros) de negocio en el próximo ciclo que culminará con el Mundial de 2026. Un campeonato que servirá de cumbre en el ascenso del fútbol en Norteamérica y, principalmente, en Estados Unidos. Prueba de ello es la fuerza que tendrá la venta de entradas y hospitality en el presupuesto para el periodo 2023-2026, en el que el organismo aspira a facturar 3.097 millones de dólares (2.884 millones de euros) por estos conceptos, cifra récord y seis veces más que en el anterior ciclo. Se convertirá en la segunda pata del negocio, copando el 28% de los ingresos, según apunta el regulador en su último informe económico.
El próximo Mundial contará con 16 sedes, de las que once están en Estados Unidos, tres en México y dos en Canadá. Recintos de “última generación”, destaca la Fifa, que apoyará este crecimiento también en el VIP. “Las ventas de hospitality están impulsadas en gran medida por el vigente modelo estratégico, que se ha alejado del modelo de canon por derechos, bajo el cual se subcontrataban los servicios de hospitality”, detalla el organismo. De cara al próximo Mundial, una de las claves es que esta oferta ya está muy desarrollada e integrada en los estadios donde se disputará el campeonato.
Como es habitual, la televisión continuará siendo la principal vía de facturación, con 4.264 millones de dólares (3.970 millones de euros), superando por vez primera la barrera de los 4.000 millones de dólares. En este sentido, el incremento respecto a Qatar 2022 será del 29%, sumando 964 millones de dólares (898 millones de euros) a la partida audiovisual. La Fifa destaca en este sentido que ya se han colocado el 43% de este importe cuando acaba de arrancar el ciclo. “Las zonas horarias norteamericanas ofrecen una cobertura favorable en todo el planeta (…), además de un calendario de partidos ampliado”, apunta el organismo.
Dos claves que se evidenciará en el formato, que pasará de 32 equipos a 48 selecciones participantes. Con ello, la Fifa confía en alcanzar mercados clave y países que hasta ahora no tenían presencia en el Mundial y de donde podría sumar notables ingresos, pero sobre todo ampliar la parrilla audiovisual y días de competición para los operadores.
900 millones más por patrocinios, ¿vía USA?
Otra de las claves del presupuesto es el negocio comercial. La Fifa se anota 2.693 millones de dólares (2.507 millones de euros) por patrocinios, un 52% más y donde existe la incógnita de qué sucederá con los grandes acuerdos firmados en el último ciclo con Qatar Airways y QatarEnergy. Estos contratos, suscritos para apoyar la organización del anterior Mundial en el país árabe, finalizaron tras el campeonato y, por ahora, se mantienen en cartera.
El objetivo del organismo que preside Gianni Infantino es sumar 927 millones de dólares (863 millones de euros) en ingresos publicitarios en este ciclo. Para ello se prevé que siga contando con socios históricos –y estadounidenses– como Coca-Cola y Visa, así como la multinacional deportiva alemana Adidas.
También desde Asia cuenta con el gigante del motor Hyundai-Kia y con Wanda Group, que también podría ser un potencial socio que salga tras las desinversiones que ha realizado en el último lustro en la industria –un claro ejemplo, en el Atlético de Madrid– y la nueva política conservadora del Gobierno chino en cuanto a las inversiones en el extranjero. Por ahora, la Fifa reconoce como garantizado el 21% del presupuesto comercial.
¿Y quién cubriría estas vacantes? Se prevé que, principalmente, compañías norteamericanas, al calor del Mundial. Sabedor de este reto, Infantino ya viene hablando desde la pandemia de la posibilidad de trasladar su negocio comercial a Estados Unidos con el objetivo claro de atraer más patrocinadores. Para ello estaría buscando sede en el país, que le ofrece facilidades para adquirir visados de trabajo para los empleados y una normativa fiscal que podría ser atractiva para la organización. “Existe una gran expectación”, avanza la Fifa sobre el próximo Mundial.
También cabe recordar en este punto la fuerza del fútbol femenino. Desde este año ya trabaja con una vertical especializada en patrocinios del futfem y que ya le ha generado acuerdos exclusivos con Xero, tecnológica neozelandesa atraída por el Mundial de este año en Australia y Nueva Zelanda, y con Visa, que redobla su apuesta por el fútbol también como socio global de esta nueva apuesta de la Fifa.
Las licencias ya rozan los 700 millones de dólares
Por último, otra línea de negocio que está elevando la Fifa es el de la venta de derechos de licencias de producto. Una partida que le debería aportar 669 millones de dólares (623 millones de euros) en el próximo ciclo, un 11% más respecto al anterior periodo.
El organismo destaca un crecimiento de su presencia global con un programa de licencias mejorado que incluye su “visibilidad en el ecommerce y en el mercado digital los 365 días del año”. Asimismo, y para completar el presupuesto, la Fifa se anota 277 millones de dólares (258 millones de euros) por la vía de otros ingresos, donde incluye los ingresos por los torneos olímpicos de fútbol, los derechos de archivo de video, el Museo Fifa o los programas de calidad que impulsa, entre otros conceptos. En este punto, el aumento es del 5%.
En 2024, 273 millones de presupuesto
Para el próximo año, sin Mundiales por disputarse, el presupuesto de ingresos de la Fifa se situará en 273 millones de dólares (254 millones de euros), probablemente su ejercicio con una facturación más baja del ciclo.
Principalmente, ingresará por los acuerdos de patrocinio, que le aportarán 137 millones de dólares (128 millones de euros), un 47% del total. El resto se reparte entre la televisión, con 15 millones de dólares (14 millones de euros); las licencias, que aportarán (70 millones de euros); y las otras líneas de ingresos, con 66 millones de dólares (61 millones de euros).
Por el contrario, en 2024, la Fifa invertirá 1.289 millones de dólares (1.200 millones de euros), dentro de un paquete de inversiones que alcanzará los 10.900 millones de dólares (10.149 millones de euros) durante el recién iniciado ciclo. Es decir, el organismo confía en generar un beneficio de 100 millones de dólares (93 millones de euros) cuando se vuelva a levantar la copa de campeón del mundo en Estado Unidos 32 años después.
