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Roberto Romero (Accenture): “Entrar ahora en el metaverso permite conocer al consumidor del futuro"

El directivo señala que las marcas y clubes que están entrando en el metaverso buscan dar los primeros pasos para entender la tecnología e identificar las necesidades del aficionado del futuro, además de conectar con el consumidor y aumentar el ‘engage’.

Roberto Romero

El metaverso es uno de los grandes retos que afronta no solo el deporte, sino el conjunto de la sociedad civil y empresarial a medio plazo. Sin embargo, para entender cómo empezar a adentrarse en él es necesario comprender primero la tecnología tras el concepto. Para Roberto Romero, tecnólogo creativo senior de Accenture, “el metaverso no existe hoy en día, es una visión de futuro, pero las compañías están entrando para poder conocer cómo se construye y adelantarse a las necesidades del consumidor en diez años”.

 

Empecemos por el principio. ¿Cómo definimos el metaverso en la actualidad?

El metaverso no existe a día de hoy, es una visión de futuro y las tecnologías que envuelven este concepto. Para entender bien el tren del metaverso hay que remontarse al origen. Ahora la experiencia del usuario es fundamental, pero arrancó en los noventa, cuando empezaron los videojuegos tridimensionales y los usuarios tenían un rol en el juego, interpretaban un papel y eran parte del mismo. Hubo proyectos como Second Life, pero el MMO más importante es World of Warcraft. Esos formatos de construcción tridimensional e interacción diseñados para videojuegos se han aplicado a casi todas las industrias, y es lo que buscan las tecnologías sobre las que se asienta ahora el metaverso.

 

¿Por qué en este momento sí aspira a triunfar como tecnología inmersiva?

Primero, por ese trabajo de experiencia de usuario, que ahora está en el centro de todo. Por otro lado, la tecnología ha evolucionado gracias a que la capacidad de hardware es muy superior. Además, ha cambiado el paradigma de uso y hoy el acceso a Internet está en tu bolsillo. Y finalmente, estamos ante un momento de gran cambio sobre cuatro pilares: el usuario, el 5G, la inteligencia artificial y el machine learning. Al final, el metaverso es la gran revolución de las redes de comunicación para crear un espacio tridimensional ordenado, como la world wide web lo fue en su día.

 

¿Cómo explicar el metaverso a un usuario medio que no tiene por qué conocer estas tecnologías?

Ahora hay una capa de distorsión sobre el metaverso y cómo se va a estructurar. Sucede porque sencillamente es muy difícil que ninguna persona pueda imaginar cosas que aún no ha visto. El consumidor medio no tiene por qué conocer esas capas tecnológicas, sino su utilidad real. Por eso es sencillo comprender un desfile virtual de moda en Decentraland, porque tiene un sentido en el imaginario. El reto es hacer converger el mundo virtual con el físico.

 

¿Está preparado el mercado para alcanzar esa hibridación?

No, porque aún no hay una puerta de acceso democratizada, como las gafas de realidad mixta. Los dispositivos actuales, los smartphones, son un fallo de diseño. Son pantallas que te desconectan del mundo y no lo integran. Es cierto que las nuevas tecnologías, como cualquier innovación, aún son caras, y es una barrera importante, pero el acceso al metaverso requiere de nuevos dispositivos.

 

Meta descubrió que sus gafas necesitaban más adaptación y contrató en Ray-Ban. ¿Cómo están trabajando las tecnológicas para diseñar estos productos?

Ninguna empresa, por grande que sea, tiene capacidad de contratar todo el talento en tantos sectores. Lo más normal es contratar o aliarse con quien sabe y eso ha producido que en el irrumpa un modelo de tecnología colaborativo. Es un ecosistema de start ups que prioriza la unión en proyectos concretos por la necesidad de emprender con agilidad, aportar nuevas ideas y encontrar modelos de producción rentables.

 

Si está todo por construir y la tecnología por desarrollar y democratizar, ¿por qué están entrando las compañías en el metaverso?

Porque estar dentro desde el principio permitirá a las empresas entender la tecnología y las necesidades de los usuarios en el futuro. Netflix no era el gigante que es hoy, pero hace quince años comenzó a preparar su modelo de negocio por los cambios que predijo en la industria. Eso es lo que persiguen las grandes compañías, predecir las demandas del consumidor de dentro de diez años.

 

¿Va a haber diferentes metaversos o finalmente habrá una plataforma única?

Habrá diferentes metaversos como hay infinidad de páginas web o distintos buscadores. Lo que se tiene que estandarizar es la tecnología que tiene detrás. Sin ese estándar no hay progreso tecnológico, y eso quiere decir que será accesible de la misma forma pese a las distintas plataformas.

 

Aterrizado al deporte, ¿qué oportunidades presenta para marcas de retail, fitness o clubes?

Todos saben que no van a poder hacer lo mismo en el metaverso en un futuro que ahora. Aparte de ganar ese conocimiento, el deporte tiene más herramientas a su alcance. Tienen una oportunidad de conectar, fidelizar, activar y monetizar sus grandes comunidades digitales. Además, estar en nuevas plataformas genera valor de marca y engage.

 

¿El contenido en el metaverso debe ser distinto que en otras plataformas?

Sí. Es un contenido mucho más profundo que tiene una capa de entretenimiento más fuerte. Ya sucedió con otras plataformas de realidad virtual o las redes sociales. Las empresas que peor lo hicieron fueron las que no entendieron que tenían que ofrecer un contenido diferencial y dinámico diferente en cada plataforma. Ahora estamos en el mismo momento.

 

Si los videojuegos son el padre de esta tecnología, ¿los eSports serán el alumno aventajado?

Las grandes ligas como la NFL buscarán una experiencia de aficionado para que sea como ir a un parque de atracciones. Los eSports son la antesala de lo que nos espera en el deporte en términos de entretenimiento y desde la perspectiva de lo que la capacidad tecnológica puede ofrecer para generar contenido. Es momento de que el deporte tradicional beba de su influencia igual que los eSports se han nutrido de la suya en la metodología de construir competiciones y un relato.

 

El fitness también está dando los primeros pasos hacia el metaverso, aunque por ahora parece ganar más terreno el fitness conectado.

No deja de ser parte de una experiencia inmersiva digital. Al final, te están teletransportando a otro lugar y conectándote con otras personas. Todo es parte de lo mismo. Una vez se estandarice el acceso al metaverso, hay que hacer que sea operable, y será clave diseñar una misma identidad digital que sirva para todo, como sirve un pasaporte o un DNI. Los trofeos, logros o licencias (la cuota a Peloton o Netflix) estarán en tu espacio, pero hay otros usos más complicados. Por ejemplo, ¿cómo resolver la sudoración con las gafas actuales al entrar al metaverso? Son retos específicos del deporte que habrá que resolver.

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