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García (UPF): “El Covid-19 provocará una caída de hasta el 40% en el negocio del sector deportivo”

El Catedrático de Economía del Departamento de Economía y Empresa de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) sostiene que “hay una relación entre la evolución de las condiciones macroeconómicas y las altas y bajas en los gimnasios”.

Jaume García.

Hay una relación de causa-efecto entre las crisis económicas y el gasto deportivo, y el Covid-19 va camino a impactar en el desembolso anual de las familias en actividad física y equipamiento. Así lo apunta Jaume García, presidente del Instituto Nacional de Estadística (INE) entre 2008 y 2011, quien asegura que “el shock en la economía y en el sector del deporte ha sido tan brutal que costará recuperarlo durante el próximo año”. Catedrático de Economía Aplicada del Departamento de Economía y Empresa de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y miembro del UPF Sports_Lab, sitúa en la vuelta al cole el termómetro para medir si se retomarán las competiciones escolares y federadas, con el derivado gasto deportivo que suponen para los consumidores.

El deporte fue considerado por la Administración un sector no esencial y la consecuencia es que se ha visto muy afectado por el parón de la actividad a raíz de la pandemia.  ¿Cuál es el segmento deportivo que puede verse más afectado?

Afecta en todos los ámbitos y, dada la incertidumbre, es difícil predecir cuál se va a resentir más. En el deporte profesional, por la caída de los ingresos por taquilla, que creo que puede afectar más a los equipos pequeños que a los grandes, en tanto que ya tienen una imagen y un alcance que le hace depender menos de quien acude al estadio. Eso sí, a estos clubes sí que les afecta la caída del turismo. Otra cuestión es qué va a ocurrir si esto se alargase más en el tiempo.

¿Y qué puede ocurrir?

Me pregunto si las plataformas televisivas lo tienen estudiado, pero mi impresión es que, con los estadios vacíos, el valor de los derechos audiovisuales es menor que con el recinto lleno porque el espectáculo deportivo se resiente. La gente que no va al estadio se separa más del día a día deportivo del club, y da la sensación de que LaLiga no ha empezado. Por eso creo que, si esta situación se alarga, repercutirá en los futuros contratos televisivos en la medida en que las audiencias televisivas del fútbol puedan caer.

El público joven, ya sea porque tiene menor poder adquisitivo o porque no le seduce el producto, no suele asistir tanto al estadio como el fan más veterano…

Con la nueva situación todavía se va a agravar el hecho de que las generaciones jóvenes son menos dadas a asistir al estadio, ya sea por el precio o porque son consumidores que se comportan de manera distinta. Los clubes deben tener en mente que mientras el deporte convencional sufre en la situación actual, los eSports crecen como venían haciéndolo, por lo que deben plantearse otros canales para conectar con los jóvenes.

El deporte profesional aún ha podido reanudarse, a diferencia del amateur. ¿Ha afectado más la crisis en este ámbito?

Sobre todo, ha afectado a la actividad de las federaciones. Van a tener que hacer un esfuerzo para vitalizar sus torneos, porque en términos relativos estos organismos van a ser los más afectados porque sus ingresos propios dependen de las licencias federadas y la organización de eventos.

¿Qué hay del fitness?

Es evidente que el volumen de ingresos se va a haber reducido, y hay mucha incertidumbre con respecto al futuro, porque si hay cierto cambio en el comportamiento del usuario que tiene aprensión a los espacios cerrados. Ahí los operadores deberán ser creativos y digitalizarse para prestar servicios virtuales y no perder a sus clientes, pues la clave es dar con fórmulas para compensar la caída en la presencialidad. Por otro lado, la crisis sanitaria va de la mano de una crisis económica, y hay una relación entre la evolución de las condiciones macroeconómicas y las altas y bajas en los gimnasios. La gente tiene menos recursos y menos disposición a gastar, aunque no se haya visto afectada laboralmente por la crisis.

¿Cuánto cree que tardará esta industria en recuperar el volumen de negocio que tenía antes de la crisis?

Ese es un ejercicio de casi ciencia ficción. Yo prefiero hablar de proyecciones, que dependen de qué escenarios se planteen. El tema clave es que haya vacuna o tratamiento, y en esto hay bastante incertidumbre, aunque se cree que las vacunas estarán listas para ser distribuidas a mediados de 2021. No creo que en ese año el sector se recupere entonces, porque el shock en la economía y en el sector del deporte ha sido tan brutal que luego cuesta recuperarlo. Creo que 2021 será un año de tránsito hacia la normalidad en el que no se recuperará el terreno perdido.

“Hay una relación entre la evolución de las condiciones macroeconómicas y las altas y bajas en los gimnasios; la gente tiene menos disposición a gastar, aunque no haya perdido el trabajo”

En la crisis económica anterior, el deporte no se vio tan afectado ya que, en época de recesión, creció. En la actualidad, ¿el sector está más preparado para hacer frente a una crisis económica de estas características?

Es una crisis económica con orígenes diferentes y con implicaciones distintas porque la ha generado una pandemia. Por lo tanto, independientemente de lo preparado que esté el sector, hay un elemento que no depende de ti, sino de las circunstancias que se den. Otra cosa es la creatividad que tengan los players para utilizar la tecnología, que está mucho más desarrollada que en 2010, para sustituir el negocio tradicional. Es algo que ocurrirá, seguro.

En términos de ocupación, el deporte tiene un gran efecto multiplicador. ¿Cuál es la gran pérdida del sector por esta situación? ¿La pérdida de empleo o de las ventas que dejan de firmarse?

Va de la mano, pues si cae el volumen de negocio, caerá la ocupación. Ahora está la situación transitoria con los Ertes que permiten mantener la situación, y parece ser que esta red de seguridad se va a alargar hasta final de año. En cuanto desaparezca ese salvavidas, los efectos en la ocupación pueden ser importantes. Otra cuestión son los autónomos, que por lo que percibo se están adaptando al nuevo escenario al tratar de sustituir la actividad presencial por el online.

¿Cuál es la previsión de la caída del negocio del deporte en 2020?

En abril realizamos un estudio en el que definimos que la caída de la facturación global del sector deportivo en 2020 alcanzaría el 16% del valor de la producción, el 15% del valor añadido bruto y el 17% de los empleos (en equivalentes de jornada a tiempo completo). De los tres escenarios que planteamos entonces, creo que se cumplirá el intermedio, que establece un impacto de entre el 30% y 40% de los ingresos, en función de la situación de recuperación que se dé en 2021.

El deportista amateur es un actor muy relevante para esta industria. ¿Crees que la pandemia ayudará a aumentar el número de practicantes y, por ende, el número de consumidores?

La pandemia ha provocado que haya más gente que se ejercita de manera individual, por libre, y ahí podría haber un efecto positivo en cuanto a potenciales consumidores de productos deportivos. Pero la pandemia tiene implicaciones económicas, y eso afectará a la demanda de artículos al no ser bienes de primera necesidad.

¿Qué impacto puede tener que se frene el deporte escolar y federado? Es donde está buena parte del consumo…

El impacto será grande. Por un lado, está la posible paralización de las competiciones, pero, aunque continuaran, aquí lo importante es la predisposición de los padres a que sus hijos e hijas participen en este tipo de torneos en función del riesgo. El termómetro será la vuelta al colegio y durante estas primeras semanas creo que se definirá el futuro de las actividades extraescolares.

“El sector no recuperará el terreno perdido en 2021; será un año de tránsito hacia la normalidad”

¿Cuáles son las grandes debilidades del deporte en una nueva normalidad que recomienda la distancia social y el no contacto?

La misma debilidad que tienen sectores como la cultura, que tienen que ver con el espectáculo y con la presencia de elevados grupos de gente asistiendo a una cita. En el caso del deporte profesional, tiene algo adicional: al mantenimiento de la distancia física dentro del recinto se le suma el acceso al recinto. Esto es una restricción que quizás otros espectáculos no tienen si son de capacidad más reducida. En el caso de gimnasios y demás, les va a afectar evidentemente, pero seguramente el tipo de aglomeración es muy distinta a la que se da en un espectáculo deportivo. Mientras no haya limitaciones al acceso, podrán ir adaptándose, además de la adecuación de su línea de negocio hacia servicios digitales.

España es el quinto país de Europa donde más factura el deporte, pero en términos relativos no está entre los principales mercados. ¿El deporte puede ayudar a diversificar la economía del país, hasta ahora dependiente del turismo y la construcción?

Si siguen las limitaciones, la economía española va a tener que adaptarse porque el peso del turismo en el Producto Interior Bruto (PIB) es sustancial. La adaptación es difícil hacerla de hoy para mañana. Pero las administraciones deben potenciar esta industria porque el deporte es un sector vinculado al bienestar de los individuos, y hay que medir los beneficios directos e indirectos que tiene. Es una actividad de futuro y, por lo tanto, puede ayudar en esa redefinición de lo que es el mapa productivo español.

Hablando de producir, la presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD), Irene Lozano, explicó hace unos meses que hay que intentar equilibrar la balanza comercial de España. ¿Puede esta crisis alterar esa tendencia?

Es un ejercicio de oferta y demanda. La nueva situación económica va a afectar a las exportaciones e importaciones vinculadas al sector del deporte con total seguridad. Más allá de la situación actual, lo suyo sería que desde España se produjera una situación donde la producción de productos y servicios fuera mucho más intensa de lo que es ahora, haciendo más factible que ese saldo exterior fuera más favorable. Y eso vale en general para todo, pero en el caso del deporte por descontado, porque significa una apuesta tecnológica importante.

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