Under Armour se acerca al break even mientras desarrolla su plan de reestructuración anunciado hace un año. La compañía estadounidense de equipamiento deportivo cerró el primer trimestre del ejercicio 2025-2026 con unas pérdidas de 2,6 millones de dólares (2,2 millones de euros), frente a los 305,4 millones de dólares (262,1 millones de euros) del mismo periodo de 2024-2025.
Todo ello, pese a facturar un 4% menos interanual, hasta 1.134,1 millones de dólares (973,4 millones de euros). Por regiones, el negocio de la marca en Norteamérica cayó un 5%, hasta 670 millones de dólares (575 millones de euros). Las ventas en Asia-Pacífico y Latinoamérica descendieron a doble dígito. Sin embargo, el negocio de Under Armour creció un 10% en Emea, hasta 248,6 millones de dólares (213,4 millones de euros).
Por líneas, sólo crecieron las ventas de accesorios, con una mejora del 8%, hasta 100 millones de dólares (85,8 millones de euros). Cayeron un 1% los ingresos por ropa, con 747 millones de dólares (641,2 millones de euros), y un 14%, los de calzado, con 266 millones de dólares (228,3 millones de euros). Las ventas por ecommerce descendieron un 12% –representan un 31% del total–, un 5% las ventas al por mayor.
Adiós a la provisión legal
Under Armour explica que la aminoración de las pérdidas se debe a la “importante provisión legal” que incluían sus resultados de 2024-2025. Por ello, los gastos de ventas, generales y administrativos cayeron un 37%, hasta 530 millones de dólares (455 millones de euros).
“A pesar de la continua incertidumbre, nuestra marca está ganando fuerza y estamos ejecutando nuestro plan estratégico con claridad y confianza”, ha destacado Kevin Plank, presidente y director ejecutivo de Under Armour.