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Fitness Reino Unido

Reino Unido: un oasis para el fitness pospandemia tras dejarse la mitad del negocio en 2020

La industria de los gimnasios movía más de 5.510 millones de euros a través de los 10,39 millones de abonados que estaban inscritos a alguna de sus 7.200 instalaciones deportivas en 2019. Ahora, es el país que mejor está recuperando su actividad.

“En Reino Unido parece que no existe la pandemia; los gimnasios están abiertos sin limitaciones ni uso obligatorio de mascarilla”, explica el consejero delegado de una de las principales cadenas de gimnasios de España. Es una frase que resume la situación del sector en Reino Unido, un país que, si bien ha sufrido las consecuencias de la crisis sanitaria en 2020, desde mediados de 2021 inició la senda de la recuperación que lo vuelve a posicionar como el mercado del fitness más potente del Viejo Continente.

Esta industria movía más de 5.510 millones de euros a través de los 10,39 millones de abonados que estaban inscritos a alguna de sus 7.200 instalaciones deportivas antes de la pandemia. El roto económico fue del 52% en 2020, según datos del European Health & Fitness Market Report, lo que supuso que Reino Unido sufriera el golpe más duro en Europa, por encima del 24,5% de Alemania o del 43,4% de España.

¿El motivo? Los clubes estuvieron cerrados durante más de nueve meses entre marzo de 2020 y abril de 2021 pero, una vez volvieron a retomar la actividad, experimentaron una fuerte recuperación cuando el resto de Europa lidiaba con la tercera ola y la variante ómicron. Como resultado, los tres principales operadores del país están recuperando cifras de abonados prepandemia, según la información recopilada por 2Playbook para el segundo capítulo de una serie La vuelta al mundo por los 20 mayores mercados del fitness, patrocinada por Matrix.

David Lloyd, líder europeo por volumen de negocio, anunció en agosto del año pasado que en tan solo cuatro meses y medio había vuelto a la normalidad con 660.000 inscritos, una cifra que esperaba alcanzar en primavera de 2022. Fue un golpe de oxígeno tras dejarse el 40% de su negocio en el primer ejercicio afectado por la Covid-19.

The Gym, segundo mayor cadena por volumen de gimnasios, mejoró un 34% su base de abonados entre febrero y noviembre de 2021, y el ticket medio ya se sitúa por encima de niveles de 2019. “La recuperación de nuestros abonados tras la reapertura demuestra el papel fundamental que desempeñan los gimnasios en la vida de las personas. La oportunidad de mercado y el potencial de crecimiento de The Gym Group son muy interesantes”, explicó meses atrás Richard Darwin, consejero delegado del grupo.

Su rival, PureGym, tampoco ha ofrecido datos a cierre de 2021, pero entre julio y septiembre facturó más que en el mismo periodo de 2019, y hasta entonces ya tenía el 95% de la base de clientes de época prepandemia. Esta recuperación registrada por ambas cadenas low cost responde, en gran medida, a su fuerte rally de inversiones que les está permitiendo poner en marcha más de 15 instalaciones al año.

De hecho, las últimas cifras de PureGym muestran que, dejando de lado las ventas generadas por las aperturas, la tasa de recuperación de negocio like for like se sitúa en el 88% en Reino Unido, el 85% en Dinamarca y el 75% en Suiza.

Al igual que en España, en Reino Unido opera una amplia red de instalaciones deportivas municipales. De los 7.200 centros deportivos que tiene el país, el 37,7% son de titularidad pública. Si algo caracteriza al sector británico es la convivencia entre segmentos premium, low cost middle market.

Desde que Holmes Place vendió sus centros en Reino Unido en 2006, el segmento premium está copado por David Lloyd y Virgin Active. Mientras que la primera cuenta con clubes sociales a las afueras de las ciudades, la segunda se ubica en los principales núcleos urbanos. En el segmento medio está Nuffield Health, que además de gestionar hospitales cuenta con 114 centros deportivos. Las cadenas de gama media y alta copan del 21% del mercado por número de centros, pero el segmento más concurrido es el low cost, con operadores como énergie Fitness y Xercise4Less, que operan en un espacio controlado por PureGym y The Gym.

En este segmento también están JD Gym y Sports Direct Fitness, dos cadenas fundadas por sendos retailers deportivos que decidieron diversificar para ir más allá de la venta de artículos deportivos. El segmento de bajo coste es el que más creció en época prepandemia, pues sus ingresos aumentaron un 34,3% entre 2012 y 2017, por el 2,7% registrado por otros operadores tradicionales, según un informe sectorial de PwC.

 

Un mercado en el que invierten los fondos

La británica Virgin Active está en manos del fondo Brait; David Lloyd está controlada por TDR Capital, que tiene el objetivo de ampliar hasta 150 centros el número de instalaciones de la cadena hasta 2026. Pero los fondos no sólo invierten en las cadenas premium, sino también en las de bajo coste.

PureGym, que está en manos de Leonard Green & Partners (LGP), que además de inyectar 100 millones de libras (120 millones de euros) en plena pandemia, recientemente ha dado entrada al fondo KKR a través de una aportación de capital de 300 millones de libras (359 millones de euros) para ayudarla a capear la crisis y aliviar sus tensiones de tesorería. The Gym, por su parte, cotiza en bolsa, aunque en el pasado estuvo controlada por Bridges Fund Management, ahora accionista mayoritario de la española VivaGym Group. 

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