El renovado Olympique de Marsella de Pablo Longoria hablará castellano en los despachos. El presidente del histórico club francés de la Ligue-1 ha fichado como mano derecha a otro ejecutivo español, Pedro Iriondo, que proviene de la Fifa. Este fichaje se suma al que realizó cuando tomó el cargo el pasado febrero, cuando firmó al argentino Jorge Sampaoli para el banquillo.
El nuevo alto directivo del club marsellés proviene, concretamente, del área de estrategia y desarrollo del regulador del fútbol mundial. En el OM será nombrado jefe de gabinete y dirigirá el área institucional y comercial, según avanza L’Équipe.
Como Longoria, Iriondo tiene 34 años, lo que refuerza la intención del presidente y de su jefe, el propietario estadounidense Frank McCourt, de rejuvenecer la ejecutiva marsellesa. Ambos profesionales españoles se conocen desde hace tiempo y comparten región de nacimiento: Asturias.
Iriondo, ingeniero industrial, ha estado inmerso en la industria en los últimos tres años en la Fifa, pero anteriormente ya contaba con experiencia como ejecutivo del área de fútbol de la consultora Kpmg.
De ojeador a presidente
Longoria ascendió hace dos meses a la presidencia de un gran club después de una década como ojeador primero, y director deportivo después, de varios equipos internacionales. Previamente, asumió cargos de responsabilidad en el Valencia CF, Juventus de Turín, Newcastle United, Recreativo de Huelva, Sassuolo Calcio y Atalanta BC.
McCourt aseguró en la presentación del español como presidente que el ascenso de Longoria supone el inicio de “un nuevo capítulo para el Olympique de Marsella”, al que aportará su “experiencia” en la gestión deportiva y su especial conocimiento en el área de “reclutamiento de talentos”.
Por su parte, Longoria destacó que es un reto para el que “me he estado preparando desde que entré en el mundo del fútbol”.
Este cambio en el organigrama ejecutivo se conoce en un momento complejo para el club, que arrastra una deuda de más de 300 millones de euros, que tras la Covid-19 se prevé que aumente hasta los 460 millones de euros, según Canal+.
Además, el Ayuntamiento de Marsella estudia la venta de su icónico estadio, el Vélodrome, por “los elevados costes que supone mantenerlo” y por “la elevada deuda que arrastra la ciudad”, calificada como “situación financiera catastrófica”, en una auditoría externa.
