El Everton FC no vive su mejor momento, ni dentro ni fuera del campo. Con riesgo de caer de la Premier League en lo deportivo, y con un roto económico que también pone en jaque su permanencia en la élite del fútbol inglés. El club perdió 89 millones de libras (104 millones de euros) en 2022-2023 y los números rojos ya superan los 506 millones de libras (592 millones de euros) en las últimas cinco temporadas, según datos extraídos de 2Playbook Intelligence, la unidad de datos e inteligencia de mercado de 2Playbook.
En la comparativa respecto a 2021-2022, el club cae tanto en facturación como en resultado neto. La cifra de negocio se redujo un 5%, hasta 172 millones de libras (201 millones de euros), impactada por el descenso de los ingresos ligados a patrocinios. El Everton lamenta en un comunicado que ha perdido “acuerdos comerciales clave por valor de más de 20 millones de libras (23 millones de euros)” con USM, Megafon y Yota. Las tres son marcas rusas, y la primera es un holding que tenía como uno de sus principales accionistas a Farhad Moshiri, propietario del club azul de Liverpool.
De hecho, USM se había comprometido a adquirir los naming rights del nuevo estadio que está construyendo el Everton. Ahora, el plan de Moshiri es vender la propiedad del equipo de fútbol a 777 Partners, fondo norteamericano y accionista del Sevilla FC, que sigue esperando luz verde de la Premier League para tomar el control. Entre medias, la liga inglesa, que ha pedido garantías financieras al fondo radicado en Miami, ya le ha impuesto una sanción de 10 puntos en la clasificación de esta temporada por incumplimientos del fair play financiero en ejercicios anteriores.
Tampoco le fue mejor en el mercado de fichajes, donde obtuvo unas plusvalías de 45 millones de libras (55,5 millones de euros) por la venta de futbolistas. La cifra fue un 30% inferior a la del curso anterior. La principal línea de ingresos del club continuó siendo la televisión, que aportó 116 millones de libras (136 millones de euros), un 67% del total de la facturación ordinaria.
Por la parte del gasto, el club se ajustó el cinturón en lo relativo a los salarios del personal, con una ligera reducción del 2%, hasta 169 millones de libras (198 millones de euros). No se detalla cuánto es relativo a la primera plantilla. Sin embargo, aumentaron los gastos de explotación por “las indemnizaciones por cese de entrenadores y directivos y el incremento de los gastos operativos del nuevo estadio”. Esta partida creció un 24%, hasta 45 millones de libras (53 millones de euros).
Pese a su delicada salud financiera, el Everton sumó amortizaciones por fichajes en la última temporada, hasta superar los 82 millones de libras (96 millones de euros). Asimismo, la deuda del club también se disparó: se multiplicó por seis, hasta 309 millones de libras (360 millones de euros), aunque este aumento responde a la inversión realizada en el último año por los toffees en la construcción de su nuevo estadio.
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