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El fútbol europeo acumulará pérdidas operativas de más de 5.300 millones por la Covid-19

Un estudio de la Uefa revela que la pérdida de ingresos será de 7.200 millones entre 2019 y 2021, agravando las pérdidas de 125 millones de 2018-2019. En dos años, medio centenar de clubes suspendieron pagos pese al ‘boom’ de ingresos.

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El fútbol europeo afronta su momento más difícil, y el problema es que no todos los clubes estaban preparados para ello. Un estudio de la Uefa al que ha accedido 2Playbook revela que las pérdidas operativas acumuladas entre 2019-2020 y 2020-2021 oscilarán entre 5.300 millones y 6.200 millones de euros. Ello, tras un 2018-2019 en el que ya se perdió la senda de la rentabilidad, pasando de un beneficio antes de impuestos de 140 millones a unos números rojos de 125 millones de euros. “La escalada del gasto en fichajes erosionó la rentabilidad final”, advierte el regulador.

En su informe, el primero que mide el impacto de la Covid-19 en el fútbol continental, estima la caída de ingresos en una horquilla de entre 7.200 millones y 8.100 millones de euros respecto a lo previsto. Además, advierte que el impacto podría extenderse a 2021-2022 y más allá en función del interés del público por volver inmediatamente a las gradas, cómo eso pueda afectar a los patrocinios y los 700 millones que ya se dan por perdidos de los contratos audiovisuales de la próxima temporada.

La proyección de Uefa es que la recaudación por taquilla pierda entre 3.600 millones y 4.000 millones de euros, en función de si la reapertura de estadios se produce ya en junio o hay que esperar a finales de año. En cuanto al área comercial, la caída del negocio será de entre 2.400 millones y 2.700 millones de euros, mientras que por televisión se perderán entre 1.200 millones y 1.400 millones de euros.

“Tras más de 20 años de crecimiento continuo de los ingresos a una media de más del 8% anual, el descenso previsto de los ingresos del fútbol de clubes representa un reto financiero sin precedentes”, apuntan desde el departamento de licencias de clubes. En 2018-2019 se batió el récord de facturación con 23.000 millones de euros, prácticamente doblando el negocio en sólo una década. Sin pandemia, la Uefa estima que las ventas habrían subido a 23.700 millones en 2019-2020 y a 24.600 millones en 2020-2021. Sin embargo, ahora se espera que la cifra en ambos años oscile entre 20.000 millones y 21.000 millones de euros.

Estos importes no recogen las plusvalías por traspasos, consideradas una actividad extraordinaria. De hecho, el grueso de los ingresos procedió de los derechos de televisión de las ligas nacionales, con 8.300 millones de euros y una mejora interanual del 5%. Los pagos de Uefa se dispararon un 33%, hasta 2.800 millones de euros, gracias al inicio del nuevo ciclo de la Champions League, acercándose ya a los otros dos pilares del negocio.

Los contratos de patrocinio aportaron 5.100 millones de euros, un 10% más que en 2018-2019, mientras que el resto de los ingresos comerciales subieron un 5% interanual, hasta 1.800 millones. La recaudación por taquilla, la gran golpeada por la Covid-19, mejoró un 4% en 2019-2020, hasta 3.300 millones de euros. “La pandemia ha provocado un descenso de 210 millones de aficionados en los partidos”, calcula la Uefa, que cifra el resto de ingresos ordinarios en 1.700 millones de euros, un 7% más.

Pese a que el fair play financiero ha permitido que la tesorería y el valor de los activos de los clubes se hayan triplicado desde 2012, el análisis de la Uefa confirma que todavía existe cierta laxitud con el gasto a nivel continental. “Los diversos objetivos de propiedad -con frecuencia un objetivo sin fines de lucro-, la estructura de recompensas financieras a corto plazo y el mercado hipercompetitivo de talentos han creado la estructura de costos única del fútbol de clubes”, admite el regulador.

Muestra de ellos es que el gasto en salarios deportivos subió un 10% en 2018-2019, hasta 11.300 millones de euros, equivalente al 49% de los ingresos ordinarios. Se trata de un ritmo de crecimiento superior al de todas las líneas de negocio excepto los pagos de Uefa. “Los clubes de fútbol a menudo buscan alcanzar el punto de equilibrio, y cualquier excedente suele ir a los jugadores y al personal técnico”, corrobora el informe. En el mismo, se detalla que los compromisos salariales adquiridos en los contratos en vigor suman 34.200 millones de euros, de los que la única manera de liberarse es con un traspaso hoy difícil de sellar.

El mercado de fichajes es el otro gran cajón donde se concentra el gasto de las entidades deportivas, pues Uefa cifra en 5.500 millones de euros el coste asociado a los fichajes en el último ejercicio analizado si se suman las amortizaciones de derechos federativos, las pérdidas por la venta de jugadores con minusvalías y el resto de pagos asociados a traspasos, como las comisiones a los agentes.

“Pocas industrias, si no ninguna, están tan limitadas cuando se trata de reducir costes y mitigar los efectos de la pandemia”, lamenta el organismo. De hecho, su previsión es que sólo se produzca un ahorro de costes de unos 2.000 millones de euros entre el menor gasto operativo al jugar a puerta cerrada y la reducción de salarios, que cifran en un 5% de media en toda Europa.

El debate sobre la necesidad de imponer mayores medidas de control al gasto vuelve a aflorar en el estudio, en el que se sostiene que, “si bien se necesitan medidas temporales de reducción de costes para mantener a flote a muchos clubes de fútbol, promover un enfoque de principio de costes más conservadores es crucial para garantizar que los clubes puedan reaccionar ante cualquier crisis futura”. Un mensaje en línea con el expresado por el FC Bayern para oponerse a la Superliga y defender techos salariales como en la NBA o en LaLiga.

De lo contrario, la desaparición de equipos podría acelerarse tras la pandemia, pues el organismo advierte que ya son medio centenar los clubes que han suspendido pagos en los últimos doce meses. En concreto, son 42 equipos los que han visto comprometida su viabilidad y han suspendido pagos o han dejado de competir en la élite, el triple que en 2019 y el número más alto de la última década. El grueso se concentra en ligas menores como Bielorrusia, Armenia, Bulgaria, con seis casos cada una, pero también Rusia, con cinco. “Anticipamos más dificultades financieras serias”, apunta Uefa, que centra la problemática en las segundas divisiones.

El problema adicional provocado por la Covid-19 es que la venta de futbolistas que solía salvar los números de equipos pequeños y medianos se ha secado completamente. Es más, los datos de la competición muestran un retroceso del 39% en la inversión, y eso también afecta a la capacidad de endeudamiento, pues los futbolistas solían ser una de las garantías que aceptaban los fondos especializados junto a los derechos de televisión y su precio de mercado se ha desplomado.

La Uefa considera que hay 120 clubes que potencialmente podrían encontrarse en una situación de fondos propios negativos si no reciben financiación de forma urgente. Sus proyecciones apuntan a que un entre un 30% y un 40% de las necesidades de capital se cubrirán con ampliaciones de capital y deuda financiera, respectivamente. La primera fórmula es por la que han optado AS Roma, por ejemplo, mientras que la segunda es la vía escogida por FC Barcelona, FC Porto u Olympique de Lyon, entre otros.

En línea con lo apuntado por la Asociación Europea de Clubes, el regulador cifra las necesidades de capital a cubrir por accionistas en unos 3.000 millones de euros. Es la única vía para evitar un excesivo incremento del apalancamiento con bancos y otros financiadores, que de media ha subido un 35% interanual. “Es tiempo de actuar”, concluye el equipo de Aleksander Ceferin, que bajo su mandato aspira a corregir los pecados capitales del fútbol actual.

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