El CD Ibaeta se ha consolidado en la élite del baloncesto femenino español. Esta temporada volverá a jugar Copa del Rey y el año que viene cumplirá diez años consecutivos en Liga Femenina Endesa. El presupuesto para 2021-2022 será de 590.000 euros, por debajo de la media en Liga Femenina Endesa, que se sitúa en torno a los 800.000 euros. Aun así, el club vasco ha logrado contener el golpe de la pandemia gracias al patrocinio, cuyos ingresos aumentarán un 20% este año.
“Hemos conseguido un mayor apoyo de las empresas y que aumenten los ingresos por patrocinio, clave para el proyecto”, explica a 2Playbook Carmen Muguruza, presidenta del club. La aportación de empresas como IDK, title sponsor del equipo junto a la Diputación a través de Euskotren, es lo que permitirá compensar el presupuesto en 2021-2022.
Sin embargo, los ingresos por venta de entradas aún no han alcanzado los niveles prepandemia, y IDK Euskotren podría volver a cerrar su segundo año en pérdidas. Muguruza defiende que “es un déficit que no es significativo”, al igual que el año anterior. En 2020-2021 la entidad vasca pudo acogerse a las líneas de ayuda a entidades deportivas que Gobierno y Diputación pusieron en marcha.
“El déficit que generamos el año pasado se cubrió casi todo con estas ayudas de las administraciones y este año esperamos otra ligera desviación al no haber recuperado aún todos los ingresos por taquilla”, explica. El club cuenta actualmente con unos 800 abonados, por lo que su peso no es significativo en las cuentas, y ha podido esquivar las restricciones al aforo impuestas por el Gobierno de Iñigo Urkullu.
Donde sí se nota la brecha es en la venta de entradas puntuales, una partida que ha caído en torno a un 15%. “Aún nos queda para llegar a los niveles prepandemia, y va a ser especialmente difícil en un contexto como San Sebastián, porque es una ciudad que cuenta con clubes en las primeras divisiones o en segunda de fútbol, baloncesto, balonmano, hockey, atletismo… tanto masculinos como femeninos”, destaca.
La oferta deportiva de élite en la ciudad hace que seducir al aficionado sea todo un reto para entidades como Ibaeta. A ello se añade el efecto disuasorio provocado por la Covid y la dificultad de seguir la competición entre partidos aplazados y cambios horarios. “Buscamos nuestro hueco para traer público a los partidos, pero realmente es una tarea de pico y pala, trabajando junto a la federación gipuzkoana y a través de convenios con clubes de base y colegios”, subraya Muguruza.
De hecho, es precisamente esa actividad la que más ha sufrido los efectos de la pandemia. Durante estas dos últimas temporadas el club apenas ha podido realizar proyectos de base, y su cantera se basa precisamente en estos acuerdos de colaboración. “Es lo que nos permite proyectarnos y ahora tenemos que recuperar todo después de cinco años trabajando toda esta parcela”, lamenta.
Por otro lado, Muguruza, también presidenta de la Asociación de Clubes, destaca el trabajo que se está realizando junto a FEB y CSD para profesionalizar la liga. “Llevamos años buscando un modelo que nos permita crear una estructura profesional, no es algo que surja por la Covid ni por el fútbol femenino”, afirma.
“Lo que buscamos es construir una base de ingresos mínima para que la profesionalización sea viable, porque los clubes no podemos tirar siempre de pulmón o depender de la administración”, explica. “Estamos negociando mejores acuerdos para tener un reparto real de ingresos por televisión y que el patrocinio no tenga que servir para cubrir los costes que nos genera la producción”. “Tenemos que trabajar de la mano para buscar este modelo, igual que estamos haciendo con la Asociación de Jugadoras para elaborar un nuevo convenio, necesario en caso de ser liga profesional, porque actualmente no existe un convenio regulador desde el de 2008”, destaca.
