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La Premier League no es todo oro: sus clubes pierden más de 1.000 millones en 2019-2020

El ‘Big Six’ copa el 30% de los números rojos, con el Manchester City a la cabeza (144,8 millones). El promedio de pérdidas roza los 66 millones por club, casi tres veces más que LaLiga. El Chelsea fue la excepción entre los grandes: ganó 37,3 millones.

premier league chelsea fulham 20 21

Jabier Izquierdo / Marc Menchén

La Premier League no conoce el término medio. La liga más rica del mundo, con un negocio de casi 6.000 millones de euros en 2018-2019, es también la más golpeada por la Covid-19. De un extremo a otro, la crisis económica derivada de la pandemia ha generado unas pérdidas conjuntas de 926,5 millones de libras (1.065 millones de euros) en 2019-2020, según los datos extraídos de 2Playbook Intelligence, la unidad de inteligencia de mercado de 2Playbook, que cuenta con toda la información económica de las cinco grandes ligas durante la última década.

Sabedores de este agujero acometieron las negociaciones de la Superliga europea los grandes del fútbol inglés. El denominado Big Six, que engloba a Manchester United, Liverpool FC, Manchester City, Arsenal FC, Chelsea FC y Tottenham Hotspur, copó un 30% de las pérdidas conjuntas en el último curso.

Para entender la magnitud del agujero sólo hace falta ampliar la mirada al resto de grandes ligas europeas. Los 275,6 millones de libras (320,7 millones de euros) del Big Six superan las pérdidas totales de la Bundesliga en el pasado ejercicio (213,4 millones de euros), y multiplica por catorce el déficit conjunto de LaLiga (19,9 millones de euros) en el mismo periodo.

A pesar de ello, la Premier fue el gran animador -por no decir el único- del mercado de fichajes de 2020-2021, con una inversión de 1.413 millones de euros. Sin ingresos por matchday, que le genera a la liga una caída de ingresos de 110 millones de euros por cada mes que continúan cerrados los estadios, y con un fuerte ajuste en la partida audiovisual 291 millones de libras (333,6 millones de euros).

El club que más perdió en lo económico en 2019-2020 fue el Manchester City. El equipo que dirige el catalán Ferran Soriano se dejó 126 millones de libras (144,8 millones de euros), con un fuerte ajuste del 10% en sus ingresos (563,4 millones de euros) que no se mitigó con una reducción del gasto. De hecho, la masa salarial se disparó: un 11% más en pago de nóminas (414 millones de euros) y un 15,2% más en amortizaciones por fichajes (172 millones de euros) respecto al ejercicio anterior. Un annus horribilis que corta cinco años de beneficios en la zona azul de Manchester.

Los números rojos del City prácticamente doblan los del siguiente club en la tabla del golpe económico en la Premier. El Tottenham Hotspur perdió 68,6 millones de libras (78,8 millones de euros), mientras que su archirrival, el Arsenal FC, se dejó 47,8 millones de libras (54,9 millones de euros).

El actual campeón de la Premier, el Liverpool FC, dio a conocer este martes sus números de 2019-2020. Los Reds perdieron 46 millones de libras (52,9 millones de euros) en el último curso, con un ajuste en su cifra de negocio (excluidos los traspasos) del 8%, hasta 563 millones de euros. De hecho, los ingresos comerciales, que crecieron un 15,4% (249,3 millones de euros), permitieron al club amortiguar el desplome de la partida audiovisual, que menguó un 22,6%, hasta 232 millones de euros.

En el Big Six, el único club que cerró 2019-2020 con beneficios fue el Chelsea FC. Los blues recuperaron la senda de la rentabilidad en mitad de la pandemia. Ganó 32,5 millones de libras (37,3 millones de euros) y navegó a contracorriente del resto de equipos, ya que venía de registrar unas pérdidas récord de 108 millones de euros en el curso anterior. El club asegura que, de no haber estallado la crisis de la Covid, se habría anotado “un beneficio e ingresos récord”.

 

Un déficit medio de 58 millones

Pero más allá de los actuales seis grandes del fútbol británico, la economía de la Premier cayó de forma estrepitosa. A diferencia de lo acaecido en otras ligas, como la española o la alemana, donde los clubes de media y baja tabla pudieron aguantar el golpe gracias, principalmente, a la televisión, en la competición inglesa la crisis no miró la clasificación.

Así, el Aston Villa, por ejemplo, registró unas pérdidas de 99,2 millones de libras (114 millones de euros); el Southampton FC, un déficit de 87,5 millones de euros, o el Brighton & Hove Albion FC, unos números rojos de 77,2 millones de euros. A falta de conocerse los resultados anuales del Newcastle, el Norwich, el Watford y el Burnley, el promedio del déficit de los clubes ingleses fue de 66,5 millones de euros en 2019-2020. El único equipo fuera del Big Six que registró beneficios fue el Sheffield United, con un superávit de 20 millones de euros.

En este punto, otra comparativa con otras ligas. Dos de los semifinalistas de la última Champions League, los franceses PSG y Olympique de Lyon, registraron pérdidas de 125,8 millones de euros y 36,5 millones de euros, respectivamente.

 

Una crisis que ya se atisbaba antes de la Covid

Aunque es evidente que el golpe económico en el último ejercicio se ha disparado con el estallido de la pandemia, la verdad es que la Premier League ya inició 2019-2020 arrastrando pérdidas. En concreto, con 165 millones de libras (189,6 millones de euros) de déficit en 2018-2019 que rompía con su notable crecimiento en el último lustro.

En 2018-2019, el resultado neto del fútbol inglés cayó en 600 millones de libras (689,5 millones de euros), tras obtener un beneficio antes de impuestos de 427 millones de libras (490 millones de euros) en el anterior ejercicio. Las plusvalías por traspasos ya no daban para amortiguar el incremento de la amortización por fichajes y una masa salarial que se incrementaba año tras año, según cifras de Deloitte.

Por el momento, y salvo el Arsenal, apenas se han alcanzado acuerdos conjuntos entre los clubes y las primeras plantillas para el diferimiento de los salarios de los futbolistas, como sí se ha dado en Francia o España. Con este panorama negoció el Big Six hace un mes su entrada en una hipotética Superliga multimillonaria y con unos ingresos altos garantizados. La presión popular les hizo dar marcha atrás y, quien sabe, si para seguir los pasos del Bayern de Múnich y poner el foco en el control de los gastos y no en generar más ingresos.

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