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ATP: un 35% más de ‘prize money’, nuevo calendario y torneos como accionistas del circuito

El circuito profesional de tenis masculino busca elevar su audiencia y monetizarla mejor mediante una estrategia con la que aspira a ampliar el ecosistema del tenis sumando fuerzas con los jugadores, los ‘grand slams’ y la ITF.

ATP Barcelona Open Banc Sabadell.
ATP Barcelona Open Banc Sabadell.

La ATP lleva tres años trabajando en el futuro del tenis profesional internacional, y ese futuro dará el pistoletazo de salida en enero de 2023. La Asociación de Tenistas Profesionales, organizadora del principal circuito de tenis masculino del mundo, ha anunciado la puesta en marcha de una nueva estrategia para apuntalar su futuro, incrementar el negocio generado y el público al que se dirige. Se trata de Onevision, y provoca cambios de calado en la competición.

La estrategia consta de dos fases. La primera arrancará el próximo enero y va dirigía a alinear los intereses de los jugadores y todos los torneos para generar un producto tenístico más premium con el fin de impulsar el ecosistema económico del tenis. La segunda, para la que aún no hay fecha de inicio, plantea unificar todo el ecosistema del deporte de la raqueta, que tradicionalmente ha estado muy fragmentado entre varias entidades: la ATP, la WTA, la Federación Internacional (ITF) y los cuatro grand slams: Roland Garros, Wimbledon y los abiertos de Estados Unidos y Australia.

La primera fase provocará cambios en el calendario, en la categoría de los torneos, la bolsa de premios económicos, la gobernanza y los derechos o activos de cada evento. En cuanto al calendario, el objetivo es hacer que los Masters 1.000 sean eventos aún más premium dotando de más días a cada evento. Es algo que ya se puso en práctica en la pasada edición del Mutua Madrid Open, cuya duración se elevó a 12 días, ocupando dos fines de semana, y generando más oportunidades de negocio y de activación para las marcas, además de un mayor número de entradas vendidas.

 

Torneos: estabilidad a largo plazo, más días y más inversión

En la hoja de ruta está que los Masters 1.000 de Indian Wells, Miami, Madrid, Roma y Shanghái pasen a jugarse durante 12 jornadas a partir de 2023; el Masters 1.000 de Cincinnati y la Rogers Cup lo harán a partir de 2025, mientras que los dos masters restantes, el de París y el de Montecarlo, continuarán jugándose durante ocho días. Este movimiento pone de relieve la apuesta de Madrid por el tenis, y de la ATP por el torneo que se juega en la capital española.

Con este movimiento, el circuito busca dar más días de recuperación y descanso a los jugadores durante los torneos, puesto que ya no tendrán que jugar tantos días seguros. Además, los debuts de los jugadores top se programarán durante los findes de semana, en lugar de a principios de semana, generando así un mayor volumen de público justo cuando mayor disponibilidad tienen los aficionados.

Por otro lado, se ha aprobado conceder a los torneos categorías por periodos más largos de tiempo, de modo que los Masters 1.000 tendrán esa condición durante treinta años, mientras que los ATP 500 lo harán durante quince temporadas. Así se busca dar mayor estabilidad a los torneos, y ofrecerles las garantías de amortizar las inversiones que realicen en infraestructura para mejorar los recintos y la experiencia del fan.

“Los torneos serán responsables de cumplir con estándares nuevos y más elevados en múltiples facetas. La evaluación transparente y basada en hechos será llevada a cabo por un recién creado comité de estándares, que incluye miembros designados por los representantes de los jugadores”, ha explicado la ATP. Además, se centralizará la base de datos de los fans para que, al compartir esa información, se ayude al resto de torneos a mejorar y se conozca mejor al perfil de aficionado.

 

Nueva norma: reparto del 50% de los beneficios entre jugadores y torneos

Por primera vez en la historia, los torneos compartirán las finanzas auditadas de forma independiente con los jugadores, lo que brindará una visibilidad completa de la cuenta de pérdidas y ganancias del evento. Asimismo, se establece un mecanismo de reparto de beneficios 50-50 que permitirá a los jugadores compartir los resultados financieros de los torneos por primera vez. Es algo que ya está en vigor en los Masters 1.000.

¿Qué significa esta medida? Las ganancias se repartirán al 50%, la mitad para la cita y la otra mitad para los jugadores. Y, en el caso de que haya pérdidas como ocurrió durante la pandemia, se negociará el prize money para que los torneos no corran con todo el riesgo. Además, también se aportarán más recursos a los tenistas. Se estima que la bolsa de premios de los Masters 1.000 se elevará un 35% entre 2022 y 2025.

Los bonos que cobran los tenistas al final de temporada aumentarán un 37% en 2023, con la previsión de que la mejoría sea del 50% más adelante, hasta 20 millones de dólares (18,6 millones de euros). Este es el bono anual que cobraban los 12 mejores tenistas del ranking, pero del que ahora pasarán a beneficiarse los 30 tenistas más destacados de la temporada.

 

La suma de las partes es más que el todo

Este eje estratégico se basa en la agregación de derechos, tanto los audiovisuales como los de los datos. Supone un cambio de calado, porque todos los ATP 250 y ATP 500 han decidido ceder sus derechos audiovisuales internacionales a ATP Media, uniéndose así a los Masters 1.000, a cambio de adquirir un porcentaje de las acciones de esta sociedad.

El ecosistema del tenis genera información y datos a través de las retransmisiones y todos los torneos. Con la nueva estrategia, la idea es crear un único ecosistema liderado por la ATP, con un nuevo CRM que centralice y recopile todos los datos de los aficionados de los más de 60 torneos.

En este eje estratégico de la integración también entra en juego Tennis Data Innovation, que como ya adelantó 2Playbook es una compañía que la asociación creó a principios de 2021 para vehicular y coordinar todas las iniciativas de innovación, desarrollo y marketing a través de los datos digitales que generan los productos de la ATP, como por ejemplo su OTT Tennis TV.

“Ya sea comprando una entrada, merchandising o interactuando con el contenido en las redes sociales, los fans quieren una experiencia fluida y conveniente; nuestra visión es crear un único punto de entrada al ecosistema ATP, poniendo bajo un mismo techo todo para conocer y comprender mejor a los seguidores”, ha explicado la asociación.

“La fragmentación daña nuestra capacidad de llegar al fan y monetizarlo”

Esta estrategia es fruto de tres temporadas de reflexión, como ha adelantó a este diario Xavier Pujol, director general del Trofeo Conde de Godó, a este medio. Se estima que el ecosistema de la NFL mueve 10.000 millones de dólares (9.336 millones de euros), seguido del de la Premier League, el MLB y la NBA, que están en el segundo escalón por valoración. Por debajo de LaLiga, la Champions League, la NHL y otras competiciones como la MLS, se encuentran todos los torneos y asociaciones del tenis profesional, que está por debajo de los 700 millones de dólares (653,5 millones de euros), sumando los cuatro grand slams, la ITF, la ATP y la WTA.

El objetivo de Onevision es impulsar el ecosistema del tenis y su capacidad de generar negocio y monetizar a sus audiencias. “La fragmentación daña nuestra capacidad de llegar al fan y monetizarlo”, explica la asociación. Andrea Gaudenzi, presidente de la ATP, ha afirmado que este deporte “tiene un enorme potencial y está en la cúspide de una nueva era de crecimiento” y que “para desarrollar nuestro potencial, debemos estar unidos, buscar nuevas oportunidades de crecimiento y centrarnos en lo que más importa: los aficionados”.

 

¿Cuánto negocio mueve la ATP?

El circuito de tenis profesional se quedó cerca de cuadruplicar su resultado en el año pospandemia. La ATP cerró los dos ejercicios marcados por la Covid-19 con unas ganancias de 8,1 millones de dólares (7,5 millones de euros). Ni la cancelación de competiciones, ni el aplazamiento de las mismas, ni siquiera el hecho de jugar a puerta cerrada o con poco público en las gradas provocó que el circuito profesional de tenis masculino entrara en pérdidas en 2020. Doce meses después, en plena recuperación, ha conseguido cerrar 2021 con beneficios récord: 6,3 millones de dólares (5,8 millones de euros).

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