Balonmano en el Santiago Bernabéu. Aunque el Real Madrid no cuenta con sección de este deporte, el remodelado estadio podría ser el escenario de uno de los mejores partidos que se puedan ver sobre la pista. El coliseo blanco es el recinto elegido por la candidatura de España, Portugal y Suiza para acoger la final de la Euro 2028, según ha informado la European Handball Federation (EHF, por sus siglas en inglés). Es la única candidatura que sigue en pie, después de que Suiza haya decidido no concurrir en solitario y sumarse a España y Portugal.

La apuesta por el Bernabéu es estratégica. La candidatura busca espacios icónicos y de gran capacidad para albergar el evento, que confían atraiga un gran número de aficionados. Ejemplo de esta hoja de ruta es que otras sedes que se están barajando para acoger partidos de la fase final son el Wanda Metropolitano, el WiZink Center o el Casal España, el futuro arena de Valencia, proyectado por Juan Roig. El Palau Sant Jordi de Barcelona, que ya acogió la final del Mundial de balonmano de 2013, también está presente en esa lista.

Por parte de las otras dos aliadas en la candidatura, Portugal aportaría el Altice Arena de Lisboa, mientras que Suiza apuesta por el Hallenstadion y el Swisslife Arena de Zúrich, el Vaudoise Arena de Lausana y el Palexpo de Ginebra. Asimismo, con la entrada del país helvético se prevé un fortalecimiento del presupuesto, ya que se incrementarían los gastos por trayectos y logística, pero también las posibilidades de aumentar patrocinios y negocio.

Suiza se suma para cerrar la victoria

La entrada de Suiza en la candidatura ibérica, ya anunciada este pasado mayo, responde a una visión estratégica y un movimiento que, de facto, da a la candidatura la victoria en el proceso de elección de sedes. El país helvético competía en solitario por la Euro 2026 y 2028. Ahora, renuncia a ambas -para ir con España y Portugal-, mientras que la candidatura nórdica (Dinamarca, Suecia y Noruega) se ha retirado de la carrera.

Un movimiento que deja a España, Portugal y Suiza como únicos países en liza, y con el periodo de presentación de candidaturas ya expirado. De hecho, los países nórdicos, casualmente, se han quedado solos también en la carrera por albergar la Euro femenina de 2028, tras renunciar a la edición de 2026, en la que competía mano a mano con Rusia. Ahora todos logran sus objetivos.

Estos movimientos de tablero de ajedrez dan estabilidad a la EHF en su planificación de campeonatos y refuerzan a las candidaturas a las que sólo les restan que les den la confirmación oficial el próximo 20 de noviembre en Viena.