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El dueño de MotoGP pierde 94,5 millones en 2020 tras facturar un 29,5% menos y por sobrecostes Covid

Dorna Sports, compañía propietaria del Mundial de Motociclismo y Superbikes, entre otros, cerró con los números rojos más altos de su historia tras perdonar el canon a los circuitos y asumir reducciones en los pagos de patrocinadores y televisiones.

motogp jerez 2021

Dorna Sports sabía que no podía pasar un año en blanco y el Mundial de MotoGP debía celebrarse. “Whatever it takes”, que diría Mario Draghi en su famoso discurso para salvar al euro. O también Carmelo Ezpeleta, consejero delegado de la gestora del Mundial de Motociclismo, que en 2020 asumió unos números rojos récord de 94,5 millones de euros. “Más que pérdidas lo consideramos una inversión en el futuro del proyecto; desde el minuto uno tuvimos el apoyo de los accionistas”, asegura a 2Playbook su director comercial y de medios, Manel Arroyo.

El ejecutivo sostiene que el coste de haber desaparecido un año del mapa mediático hubiera sido mucho mayor que el recogido en las cuentas anuales subidas al Registro Mercantil. Y muestra de ello es que las condiciones especiales en las que se desarrolló el campeonato durante el último año provocaron una caída de ingresos del 29,5% interanual, hasta 209,17 millones de euros. “No quedaba otra; nuestro producto va de marzo a noviembre y empezamos en julio, y a eso hay que sumar la imposibilidad de activar muchos patrocinios en circuito”, argumenta.

La cobertura televisiva en directo del campeonato en 2020 cubrió un total de más de 200 países, a los que se ofreció 22.208 horas de programación, según se recoge en las cuentas depositadas en el Registro Mercantil. En esa memoria, también se indica que las imágenes de MotoGP llegaron a 432 millones de hogares a través de las retransmisiones televisivas, que produce y distribuye de forma directa.

La comercialización de derechos retrocedió un 34,8% interanual, hasta 137 millones de euros, donde destacan los grandes acuerdos que tiene con Dazn -sólo en España cobra 55 millones anuales- y patrocinios históricos como los de Michelin, Tissot, DHL o Singha. También retrocedieron las ventas por servicios televisivos (28,9 millones de euros, un 13,7% menos) y servicios de publicidad (42,2 millones, un 15,5% menos). La actividad logística, muy ligada al traslado de todo el material de las carreras, aportó un tercio en comparación a 2019, con poco más de un millón de euros.

El dueño de MotoGP dispone de un préstamo de 880 millones de euros que no tuvo que disponer al completo en 2020

Esta apuesta por nuevas plataformas de distribución y una alta intensidad en la difusión de contenido online le ha permitido hacerse fuerte entre los jóvenes. Según su memoria, su audiencia televisiva es joven, con el 62% de los espectadores por debajo de los 35 años de edad. En términos de la influencia de MotoGP en el comportamiento de compra, indica la memoria, el 78% de los espectadores entrevistados en 2020 tenderían a elegir una marca patrocinadora del Mundial.

Arroyo es optimista respecto al futuro, aunque todavía no puedan desarrollar sus campeonatos con normalidad. “En 2021 no se recuperarán los niveles de 2019, pero hemos rehecho mucho camino, ya que el ingreso principal es la televisión y entregamos el producto completo”, razona Arroyo. “Con los circuitos la situación es un poco similar”, añade, en referencia a una línea de actividad aún muy tocada por las restricciones e incluso prohibición total de público en algunos grandes premios.

“De esta crisis salimos con lazos aún más reforzados con los stakeholders; nosotros optamos por no cobrar el canon a los circuitos para mitigar el hecho de no poder vender entradas, pero ellos pagaban su parte de los costes de organización”, valora el ejecutivo. “Dijimos que esto debía continuar como fuera, y eso implicaba también pagar a todos, equipos, federaciones, fabricantes…”, añade.

Sin público en ninguna de las carreras, la promotora planificó una atípica temporada que no salió de Europa. Sólo la primera carrera del Mundial, Qatar, donde sólo corrieron los pilotos de Moto3 y Moto2, se disputó fuera del Viejo Continente. España fue, con diferencia, la que más carreras acogió, con siete, prácticamente la mitad de las 15 citas. ¿Cómo? Doblando rondas -dos fines de semanas consecutivos- en tres de sus cuatro circuitos mundialistas: Jerez, Ricardo Tormo y Motorland. El Circuit de Barcelona-Catalunya acogió una prueba.

De ahí que las pérdidas sean tan altas, ya que los costes, lejos de reducirse, fueron a más en términos globales. La partida de aprovisionamientos, que recoge todos los costes asociados a las carreras, consumieron 116,26 millones de euros, un 12% menos. Por contra, Dorna Sports renunció a la opción del Erte y mantuvo activa una estructura de 373 personas, que exigió 27,66 millones de euros. Se trata de una subida interanual del 40%, reflejando una mejora salarial notable en un año excepcional.

MotoGP sostiene que el coste de no haber celebrado el Mundial hubiera sido mayor

Pero si hay una partida que sube es la de amortización de inmovilizado, que pasó de 129,61 millones a 147,9 millones de euros. Ello se debe a la reestructuración societaria acometida en 2019 para concentrar en Dorna Sports todos los derechos adquiridos a la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), que hace dos años le dio también la exclusiva de cualquier competiicón de motos eléctricas.

De este modo, la compañía tiene la exclusiva de prácticamente cualquier campeonato internacional de motociclismo que se promueva hasta 2041. En concreto, Dorna pagará 64,2 millones este año al regulador, algo más de 76 millones en 2022 y 2023, respectivamente, y 495 millones más a repartir entre 2024 y 2041.

Arroyo enfatiza que toda la ejecución de 2020 pudo llevarse a cabo sin necesidad de recurrir a fondos públicos. “Todo lo hemos hecho con recursos propios, el apoyo de nuestros accionistas y las líneas de créditos que tenemos con la banca”, enfatiza. Bridgepoint y el fondo canadiense de pensiones CPPIB tienen un 40% del capital cada uno, mientras que el 20% restante está en manos del equipo ejecutivo que comanda Ezpeleta.

Un pool accionarial que ha dado confianza históricamente a los bancos, pues aúnan el músculo financiero de las dos firmas inversoras con el know how del equipo ejecutivo, inventor a su manera de MotoGP. Muestra de ello es que la deuda con entidades de crédito apenas se redujo en tres millones, hasta 821 millones de euros, cuando el límite del préstamo asciende a 880 millones.

El préstamo vence en 2024, año en el que deberá volverse a plantear una refinanciación. Para entonces, Dorna confía en haber recuperado los niveles de negocio y rentabilidad que en su día ya atrajeron al capital riesgo.

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