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La Euroliga confirma el relevo en su cúpula: sale Bertomeu y Dejan Bodiroga se pone al frente

Marshall Glickman le acompañará como consejero delegado provisional mientras se busca un nuevo ejecutivo, mientras que el exjugador ejercerá el rol de presidente. Bertomeu sale de la organización tras 22 años.

Bodiroga y Glickman

Ya es oficial el cambio de timón en la Euroliga. Los clubes han votado a favor de la salida de Jordi Bertomeu como máximo responsable de la organización. En su lugar pondrán al exjugador Dejan Bodiroga como presidente y al asesor Marshall Glickman como consejero delegado provisional, según ha informado en un comunicado.

La experiencia de Bodiroga en la gestión deportiva se inició en 2011 como vicepresidente de la federación de Serbia, donde estuvo hasta 2015. Posteriormente ejerció como presidente de la comisión de competiciones para Fiba Europa. “Estamos entrando en una nueva era. Los últimos veinte años han visto cómo el mejor baloncesto europeo se establecía como un bastión global del deporte por sí misma, y debemos agradecer a Jordi Bertomeu y su equipo por su visión y trabajo para construir y levantar la Euroliga y Eurocup”, ha señalado.

Glickman, por su parte, ha ejercido como asesor durante años de la propia Euroliga. Es consejero delegado de la consultora G2 Strategic y junto al puesto de consejero delegado también ejercerá como director de las compañías subsidiarias y asesor especial de Euroleague Properties. Además, tendrá asiento en el consejo de Euroleague Ventures, la joint venture formada con IMG Media. La organización destaca que será “un rol transicional” mientras se encuentra un nuevo consejero delegado.

“Siempre he creído que el baloncesto paneuropeo tiene un tremendo potencial, en particular por su atractivo para las generaciones nativas digitales”, ha asegurado Glickman. “Estoy encantado de ayudar en esta transición hacia un nuevo liderazgo y agradecido a Jordi Bertomeu por ayudarme a adaptarme a la cultura deportiva y tradiciones europeas”.

Bertomeu, por su parte, pone fin a 22 años al frente de la Euroliga. Los tres clubes españoles y los dos turcos votaron a favor de su permanencia, pero no pudieron salvar los seis votos en contra del resto de miembros permanentes y fundadores. Bajo su liderazgo la Euroliga se convirtió en liga privada, se ha impulsado el negocio comercial hasta situarse próximo a los 100 millones de euros y se creó el sistema de licencias semi-cerrado, entre otras cuestiones. 

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