Un escándalo de gran magnitud ha hecho temblar en las últimas horas la gobernanza del fútbol en Estados Unidos. Una investigación independiente del bufete de abogados King & Spalding ha denunciado “abusos sistemáticos” a jugadoras de todo el país, desde las categorías inferiores hasta la National Women’s Soccer League (Nwsl), la Primera División de fútbol femenino del país y una de las más potentes del mundo.
El informe de King & Spalding, con 200 testimonios de jugadoras –en activo y retiradas–, entrenadores, dueños y personal de las franquicias, apunta a un abuso verbal y emocional habitual, así como episodios de comportamientos sexuales inapropiados.
Ante ello, las franquicias, la liga y la Federación de Fútbol de Estados Unidos (Ussf) “no sólo fracasaron sistemáticamente a la hora de responder de forma adecuada cuando fueron confrontados con denuncias de las jugadoras y muestras de abuso, sino también a la hora de instaurar medidas para prevenirlo y afrontarlo”, detalla el documento de 36 páginas del bufete, según informa EFE.
Casualmente, el informe ha sido elaborado a petición de la Ussf, al que se le acusa su silencio para salvaguardar la fuerza y negocio de la marca de la competición y evitar litigios que la perjudicaran. La investigación se ha centrado en tres entrenadores (Paul Riley, Rory Dames y Christy Holly), pero en el informe se destaca que la mitad de las diez franquicias cesaron a sus entrenadores en la última temporada por denuncias de las jugadoras.