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El juicio sobre la Superliga queda visto para una sentencia que se dictará en 2023

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (Tjue) ha dado por concluidas las vistas orales del caso. La opinión no vinculante del Abogado General de las instituciones europeas se publicará el próximo 15 de diciembre.

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El juicio entre los creadores de la Superliga y la Uefa y la Fifa queda visto para sentencia. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (Tjue) ha dado por cerradas las vistas orales del caso que enfrenta a la Superliga contra los principales organismos rectores del fútbol europeo y mundial por un supuesto abuso de su posición dominante al no permitir una competición alternativa.

La sentencia del proceso judicial se dará a conocer en 2023, en un fallo de los tribunales comunitarios que deberán seguir los tribunales nacionales cuando dicten sus sentencias al respecto. Lo que sí se conocerá antes del final de año será la opinión no vinculante del Abogado General de las cortes europeas, que se publicará el próximo 15 de diciembre.

A lo largo de las dos jornadas de vistas se han escuchado las exposiciones de más de una decena de países, la mayoría alineados con la posición de la Uefa y la Fifa, mediante ejemplos de cómo la creación de la Superliga podría perjudicar los intereses de los clubes de su federación.

Por su parte, los abogados representantes de los creadores del proyecto de Superliga, de A22 Sports Management, han argumentado que en el modelo actual no garantiza la participación de muchos países en la Champions. Por lo que, proponen que se contemple “el nivel de apertura de otras propuestas” como la Superliga.

Desde la Comisión Europea han advertido a la Uefa y la Fifa al considerar que las sanciones con las que intentarían desincentivar el proyecto eran excesivas. En concreto, apuntan a la posibilidad de excluir a los jugadores participantes en la Superliga de sus selecciones nacionales. Además, aseguran que las normas de autorización de la Fifa no están vinculadas a criterios “claramente definidos”.

Mientras desde los reguladores del fútbol europeo y mundial argumentan que su oposición al proyecto no supone una limitación de la competencia, el abogado de la Superliga, Miguel Odriozola, asegura que un proyecto de estas características debe permitir que los clubes que van a arriesgarse “permanezcan en el mercado como operador pacífico” ya que la merma de ingresos que muchos podrían sufrir supondría “en muchos casos la quiebra”.

En abril, el juzgado de lo Mercantil número 17 de Madrid dio luz verde para que Uefa sancione a los promotores de la Superliga. La Uefa decidió el pasado septiembre suspender el paquete de sanciones acordado por la asociación para los clubes de la Superliga. Además de la potencial expulsión a los que siguieran adelante –“si juegan otras competiciones, no jugarán las nuestras”, llegó a decir su presidente, Aleksander Ceferin–, también recibirían sanciones los nueve equipos arrepentidos a las pocas horas de saltar la noticia de la fundación de la gestora de la nueva competición.

En el caso de estos últimos, la multa llevaría a la reducción del 5% de sus ingresos Uefa y una contribución al Fondo de Solidaridad del organismo con 15 millones de euros. A ello se sumaría la medida más temida por los clubes: la penalización de 100 millones de euros en caso de incumplimiento si pretenden participar en la Superliga.

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