Publicidad

El negocio de los Grand Slam: 1.000 millones en ingresos para gobernar sobre ATP y WTA

Los cuatro grandes del tenis generaron un negocio milmillonario en 2021 pese a las restricciones de la pandemia. Australia fue el que más dinero distribuyó entre los jugadores, con 62 millones de dólares.

Grand Slam Wimbledon 2022 Novak Djokovic

Omar Lupercio

El famoso refrán no hay quinto malo queda fuera de discusión en cuanto torneos de tenis se refiere. Australian Open, Roland Garros, Wimbledon y US Open cuentan con un prestigio e historia que ningún otro de los 63 torneos de la ATP y WTA aspiran alcanzar. Ni tampoco su volumen de negocio. Los cuatro Grand Slam generaron ingresos de más de 1.000 millones de dólares (998 millones de euros) en 2021, según los datos recopilados por 2Playbook Intelligence, la plataforma de inteligencia de mercado de 2Playbook.

Ningún otro torneo alcanza cuotas similares de negocio. Indian Wells o el Mutua Madrid Open, los dos más próximos por nivel tenístico, no se acercan económicamente a los majors. El torneo español, por ejemplo, genera unos 40 millones de euros en ingresos anuales. Y la media de reparto en premios en los Grand Slam supera dicha cifra con 44 millones de dólares (44 millones de euros). Además, son las que más puntos conceden dentro del ranking ATP y WTA.

Australia, por ejemplo, es el que más dinero distribuye entre los jugadores, con 62 millones de dólares (61,8 millones de euros). Es también el que mayor volumen de negocio genera junto al US Open, el único que ha logrado superar la barrera de los 400 millones de dólares en ingresos por edición. Wimbledon se sitúa en tercer lugar con 360 millones de dólares (359 millones de euros) y Roland Garros cae muy por debajo, con 180 millones.

Cada uno de los cuatro Grand Slam se disputa a lo largo de dos semanas, donde la cobertura de los medios de comunicación es global, un hecho que potencia la visibilidad de los patrocinadores y aumenta los ingresos por ticketing. La venta de entradas aporta unos 250 millones de dólares en ingresos, ligeramente inferior a los patrocinios y muy por debajo de la venta de derechos audiovisuales.

La televisión aportó a los cuatro grandes torneos más de 450 millones de dólares y representa cerca del 50% de la facturación total. El ticketing y el patrocinio copan entre un 25% y un 30% y, a diferencia de otros deportes, las categorías de hospitality tienen un peso significativo. En el caso del US Open, los espacios VIP llegan a aportar hasta 58 millones de dólares, mientras que para Wimbledon son 42 millones.

De acuerdo con información de The New York Times, en el año 2021 se estima que se alcanzaron cifras superiores a los 500 millones de dólares (499 millones de euros) por las retransmisiones a nivel local e internacional de los torneos grandes de tenis en Estados Unidos. Por ejemplo, Espn paga 75 millones por el US Open y 42 millones por Wimbledon, donde la influencia del mercado se hace presente con factores como popularidad o arraigo nacional.

En cuanto al patrocinio, se estima que en 2021 se acercó por primera vez a la barrera de los 300 millones de dólares, de los cuales 87 millones corresponden al US Open; 85 millones a Australia; 58 millones a Wimbledon, y otros 50 millones a Roland Garros.

Los acuerdos de los majors están presentes con marcas como Rolex, KIA, IBM o Emirates. Wimbledon destaca entre las cuatro organizaciones como la que menos acuerdos publicitarios tiene, aunque se trata de una estrategia buscada, ya que se quiere potenciar a su marca como torneo exclusivo por encima de cualquier partner. Eso sí, ya le ha ocasionado más de un quebradero de cabeza, perdiendo socios que llevaban toda una vida vinculados al torneo y que reclaman más innovaciones.

El ticketing, por su parte, está sujeto a la capacidad de las instalaciones en cada complejo tenístico. Australia puede acoger hasta 812.000 personas durante dos semanas, mientras Roland Garros alcanza aforos de hasta 470.000 personas durante los quince días de competición. Las organizaciones de estos eventos han tenido que remodelar, construir techos retráctiles o incluso ampliar la capacidad de sus pistas centrales con la intención de exprimir al máximo los ingresos por entradas.

Y eso también requiere de una potente inversión que no todos los clubes u organizadores de torneos pueden asumir. El Mutua Madrid Open se ha aliado con el Ayuntamiento de Madrid. El estadio Arthur Ashe de Nueva York tiene la capacidad de acoger 23.771 personas, el de más capacidad, motivo por el que el US Open lidera holgadamente en facturación por ticketing con 128 millones de dólares. Por otro lado, Wimbledon acoge en su pista central a 14.979 personas y factura por esta vía menos del 50% de lo que genera el abierto de Estados Unidos.

Por último, el matchday completa la otra partida importante de entrada de dinero para los entes organizadores. Si bien en ninguno de los cuatro casos esta partida rebasa el 12% en los ingresos, las cifras alcanzan una media de hasta 31 millones de dólares por torneo en conceptos de merchandising, hospitality y concesiones.

En definitiva, no existe lugar para un quinto torneo grande dentro del tenis, al menos con el actual volumen de negocio que se requiere alcanzar. Si bien el máster 1.000 de Madrid en términos económicos generó números prepandemia cercanos a los 100 millones de euros, esta cifra no representa ni un tercio de la media que manejan los majors en la actualidad.

Publicidad

Publicidad