El RallyRACC vuelve al Mundial. Además, lo hace con celebración, puesto que cumple 30 años como prueba puntuable en el principal circuito internacional, el conocido desde hace años como World Rally Championship (WRC). Tras cancelar la edición de 2020 por culpa de la pandemia, sus promotores han logrado mantener, “con ligeros ajustes”, los aproximadamente 2,5 millones de euros que requiere la organización de una cita mundialista, explica Jordi Barrabés, director del área deportiva del RACC, a 2Playbook.

Además, el máximo responsable de la organización es optimista con la continuidad del rally catalán en el campeonato más allá de 2022, fecha en la que expira el contrato vigente con WRC. “Habrá tiempo el próximo año para hablar con el promotor (WRC Promoter), pero, por nuestra parte, lo llevamos en el ADN y seguimos creyendo que es una buena apuesta para el territorio”, apunta.

WRC Promoter es la compañía alemana que tiene los derechos comerciales y audiovisuales del campeonato. Con sus lógicas diferencias y particularidades, es el Liberty Media del Mundial de rallys desde hace veinte años. La FIA, como sucede con la F-1, es la garante y organizadora, a la postre, del campeonato. Por su cesión de derechos cobra un canon a la promotora, y otro a los rallys participantes. Aproximadamente, unos 300.000 euros. “Es cierto que, después, ellos nos proporcionan algunos servicios y apoyo”, recuerda Barrabés.

Aunque el responsable del RallyRACC no se atreve a dar cifras concretas, “porque cada prueba negocia su propio fee con el promotor, según diversos variables”, es evidente que esta partida de gasto es una de las principales en el presupuesto de las citas mundialistas.

Barrabés (RallyRACC): “Somos un buen ejemplo de un acuerdo público-privado para la organización de un evento deportivo de primer nivel”

Para poder hacer frente a ello y sumar tres décadas como prueba de referencia a nivel internacional, el rally catalán cuenta con una fiel cartera de patrocinadores. “Creo que somos un buen ejemplo de un acuerdo público-privado para la organización de un evento deportivo de primer nivel”, destaca Barrabés.

En concreto, en un campeonato sin ticketing, la mayor parte del presupuesto la soportan el title sponsor y los patrocinadores institucionales del certamen. Entre RACC, por el ámbito privado, y la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Salou y el Patronato de Turismo de la Costa Daurada (dependiente de la Diputación de Tarragona), por el lado público, aportan entre el 70% y el 80% de los recursos de la prueba. El restante se completa con las inscripciones de los equipos e ingresos más puntuales relativos con espacios comerciales y hospitality.

“Habría que hacer un largo trabajo para implementar el ticketing”

Tal y como sucede en el ciclismo, la mayor parte de los organizadores de las pruebas del Mundial de rallys no cuentan con ingresos por venta de entradas. No todos, puesto que algunos históricos como el Rally de Gran Bretaña -también conocido como el Rally de Gales- sí que cobra por ver en directo a los mejores pilotos. “Es cierto, pero allí ya hay una cultura, no es algo nuevo”, apunta el responsable del RallyRACC.

¿Y por qué no sumar esa aportación aquí? “Muy difícil. Habría que trabajar mucho para implementarlo, y además pasamos por carreteras públicas. Esto lleva mucha planificación hacerlo. Es diferente nuestro caso con el de Gales, Alemania o Bélgica”, donde sí se cobra al público. En su última edición, en 2019, se dieron cita a ambos lados de las carreteras del rally catalán más de 170.000 espectadores.

“Este año, casi no hemos podido empezar a trabajar bien hasta julio”

Uno de los principales cambios que ha traído la pandemia en la organización del rally son los timings. Se ha tenido que trabajar a la carrera. “Para organizar un evento así, al aire libre, necesitas mucho tiempo y una buena planificación. Ya sólo para gestionar acuerdos con todos los proveedores, porque hay mucha casuística”, detalla Barrabés.

Pues bien, a pesar de poder entrar en el calendario, la organización no lo ha tenido fácil para cuadrarlo todo. “Este año, en vez de en marzo, casi no hemos podido empezar a trabajar bien en la preparación hasta julio. Hemos tenido que ser cautos. Piensa: ahora estamos empezando a ver la luz, pero hace cuatro meses decías a las autoridades que ibas a hacer un rally y muchos tenían miedo”.

A causa de la pandemia, que obligó a cancelar la edición de 2020, la organización del rally ha tenido que trabajar con un estrecho margen para sacar adelante la próxima edición

Un emplazamiento y mercado estratégicos para el WRC

Esta edición será la decimosexta en la que el RallyRACC transcurra por el asfalto de la Costa Daurada. Antes, se corrió durante catorce años en la otra punta al norte, en la Costa Brava. En la zona turística de Salou, Cambrils y La Pineda ha encontrado acomodo la cita. “Es un lugar de fácil llegada, a una hora del aeropuerto de Barcelona y con todas las necesidades hoteleras y de logística para una prueba así”. La cita de este año se celebrará del 14 al 17 de octubre.

Uno de los grandes apoyos en este punto es el de PortAventura World. El resort de entretenimiento hace de campo base de organización, equipos y toda la caravana del WRC. Allí se encuentra el parking de los coches y muchos participantes y personal del rally duerme en sus hoteles.

Esto también le aporta un rendimiento a la comarca del Baix Camp. A falta de ver la afectación de la Covid-19 al turismo, en 2019, el retorno económico del evento fue de 45 millones de euros en toda la región. Asimismo, Barrabés asegura que el mercado español “es importante para los constructores”. Por todo ello, su posición es preferencial entre los rallys históricos.

“Nosotros estamos en la franja baja de los presupuestos, ignoro cuánto se necesita hoy para entrar como prueba nueva en el Mundial, pero el mínimo que necesitas es algo más de dos millones”, explica el máximo responsable del RallyRACC.

El RallyRACC mantiene su apuesta por la Costa Daurada y añade la posibilidad de ver en directo todos los tramos a través de la ‘app’ del WRC

Con estos parámetros, buscar nuevos ingresos parecen indispensables. Por la parte del rally catalán, sumar nuevos patrocinadores propios está entre sus retos –“nos gustaría retomar patrocinios como el de Toyota en 2019”-, mientras que la promotora del campeonato, la partida audiovisual es por dónde confía en poder incrementar su negocio.

En este apartado, la app del WRC ya permite, bajo suscripción de pago, ver en directo todos los tramos de los rallys del Mundial. La cita del RallyRACC 2019 acumuló 93,7 millones de telespectadores, lo que da buena muestra de su interés internacional y de la potencial rentabilidad que puede suponer para el campeonato su apuesta por la difusión de las pruebas a través de sus propios canales.

En este ecosistema digital, el RallyRACC tiene ya ventaja por la parte de comunidad, como la prueba con mayor número de seguidores en sus redes sociales -sólo en Twitter cuenta con 35.000 followers-. Y para el año que viene, más trabajo: la apuesta por la sostenibilidad de la FIA también se traslada a los rallys. En el WRC de 2022 todos los equipos deberán presentar coches híbridos.