Gimnasios sin presiones, ni cuotas altas. La fórmula Planet Fitness ha irrumpido con fuerza en España, su puerta de entrada en Europa, y donde en apenas un año ha sido capaz de desarrollar una red de once clubes operativos y otro en construcción. Ello, tras consolidar su posición en el principal mercado del fitness a nivel global, Estados Unidos, donde junto a mercados como Canadá, México, Puerto Rico, Panamá o Australia y España rozaba los 21 millones de abonados a cierre del primer semestre de 2025. Pero, ¿cómo ha logrado hacerse un hueco en un mercado que vive una explosión de oferta tras la pandemia?
“No venimos a robar cuota de mercado, sino que creemos que podemos crear nuestro propio mercado a partir de una categoría de producto y servicio nueva que no hace incompatible convivir con otros operadores”, aseguraba semanas atrás Vicente Bañobre, director general en España, en conversación con 2Playbook. Un nuevo mercado basado, principalmente, en usuarios no habituados a ir al gimnasio. Un nicho que la cadena quiere convertir en una oportunidad. Para ello, está posicionando sus centros para que se conviertan en espacios inclusivos y cómodos tanto para nuevos usuarios como para entusiastas del fitness y atletas experimentados. El reto es claro: ofrecer espacios transversales donde todo el mundo se sienta bienvenido, con independencia de su experiencia previa en el sector y en la actividad física.
La compañía ha llevado esa teoría a la práctica en tiempo récord. Uno de sus principales rasgos identitarios es haber puesto el foco en usuarios que sentían rechazo a la hora de ir al gimnasio debido a su nivel de forma física, un fenómeno conocido como gymtimidación. Cerca del 60% de los españoles se han sentido incómodos a la hora de ir a entrenar a un centro de fitness por su aspecto, según el I Estudio Los Españoles y el Gimnasio, elaborado por Planet Fitness en 2024. Una problemática que la cadena busca combatir con el lema ‘no juzgamos’, que pone en práctica en sus instalaciones.
Así se entrena en un gimnasio de Planet Fitness
“El personal que acompaña a los usuarios enseña a usar las máquinas, crea rutinas de entrenamiento y se encarga de fomentar un ambiente amigable”. “Buscamos traer a España una nueva forma de fitness, con un concepto libre de críticas que ofrezca a las personas llevar a cabo una vida más activa y saludable, independientemente de su forma física, de si son principiantes o avanzados, o la intensidad o destreza de su actividad, sin sentirse juzgada o intimidada”, explican fuentes de la compañía.
El informe también señala que casi cuatro de cada diez usuarios afirman que el gimnasio ideal debe ser grande, con espacio suficiente y áreas diferenciadas para todo tipo de usuarios, evitando aglomeraciones y garantizando comodidad. Además, el 57,3% de los españoles considera esencial contar con máquinas modernas, de calidad y fáciles de usar. Dos requisitos que la compañía busca cumplir con instalaciones grandes, de entre 1.700 metros y hasta más de 2.500 metros cuadrados, y equipamiento de última generación.
Otro de los atributos clave de su propuesta es su precio, el más bajo del mercado. Su cuota básica, de 15 euros al mes, incluye todos los servicios esenciales del centro, sin cuotas extra de permanencia o renovación. Su plan premium, de 27,99 euros, incluye otros servicios adicionales como invitaciones diarias a conocidos, peluquería y barbería, zona de bienestar y recuperación con camas de hidromasaje, y también está por debajo de la media del segmento de bajo coste.
De Sabadell a Madrid, pasando por Valencia y Barcelona: los ejes de su expansión
La compañía hizo efectivo su aterrizaje en España en julio de 2024 con un primer centro en Sabadell. Desde entonces, ha ido creciendo tanto de forma orgánica como con adquisiciones de negocios operativos, como hizo con tres centros de Paidesport Center, que acaban de reabrir sus puertas tras culminar un proceso de reformas para adoptar la imagen de la cadena estadounidense.
La cadena ya cuenta con seis gimnasios en Madrid: dos en la capital española (Delicias y Chamartín), y otras cuatro en municipios del resto de la región: Fuenlabrada, Móstoles, Leganés y Torrejón de Ardoz. En la Comunidad Valenciana, sus tres primeras instalaciones ya son una realidad (Valencia, Alfafar y Aldaia). En Cataluña alcanzará esta cifra el próximo año, cuando haga su debut en Barcelona con un local que se sumará al de Sabadell y al que acaba de inaugurar en Sant Joan Despí.



