Ponerse en forma es uno de los objetivos más repetidos por los españoles cada año, pero no siempre es fácil saber cómo entrenar en el gimnasio para conseguir los resultados esperados y divertirse en el proceso. Es en esa amenización del entrenamiento y en la orientación al resultado es donde recae buena parte del potencial de fidelización de los gimnasios, que han visto en la tecnología y la personalización dos aliados para reducir el ratio de bajas de clientes. Ese es el objetivo que se ha marcado el Centro Deportivo Municipal Joan Miró de Barcelona, que acaba de instalar un sistema de entrenamiento inteligente de Suiffland para guiar el entreno de sus socios a partir de una estación de entrenamiento en la que el valor añadido son la personalización y los videojuegos.
Es el tercer acuerdo al que llega la compañía en los últimos meses. De hecho, ya había instalado su sistema en el club Eurofitness en Can Dragó y el gimnasio de la Universidad Autónoma de Barcelona. “La esencia de nuestro sistema de entrenamiento único en el mundo reside en crear una experiencia a través de los videojuegos desarrollados íntegramente por nuestro equipo de ingenieros y diseñadores para guiar al usuario durante su entrenamiento”, explica Montse Subirana, fundadora y directora general de SUIFF.
Suiffland es una estación de entrenamiento que combina la personalización del ejercicio y el gaming con 3 sistemas de entrenamiento enfocados a los objetivos del cliente
Todo empezó en 2019, cuando la empresa lanzó un sensor de fuerza inalámbrico destinado a entrenadores personales y fisioterapeutas. Tiempo después, dada la necesidad del sector de reducir la rotación de clientes, la compañía dio un paso más allá. “Se nos abrió la oportunidad de utilizar la experiencia de los sensores de fuerza SUIFF, combinarlos con el entrenamiento de cardio y ofrecer una experiencia integral de entrenamiento interactiva, motivante y efectiva”, detalla la directiva. El siguiente paso era desarrollar un sistema que generara adherencia, por lo que se apostó por dar ese valor añadido a través de los videojuegos para que los clientes puedan se diviertan mientras entrenan, reproduciendo su rendimiento en la pantalla.
Así surgió la spin-off Suiffland, que hoy cuenta con tres sistemas de entrenamiento específicos a elegir en función del objetivo del cliente: Burn, En forma y Xtreme. El primero se basa en un sistema interválico de alta intensidad, pero de bajo impacto, para incrementar la masa muscular y aumentar el gasto metabólico hasta 48 horas después del entrenamiento.
El segundo está diseñado para el cliente que quiere mejorar su forma física y su salud, y también se basa en un entreno interválico cardiovascular y muscular. Xtreme es un Hiit pensado para quienes quieren entrenar cardio y fuerza con más intensidad. Son tres programas que guían el entrenamiento, de modo que los usuarios tienen el acompañamiento que necesitan para cumplir sus objetivos. “Creemos que la gamificación es clave para que el cliente se adhiera al ejercicio y quiera volver una y otra vez”, afirma Subirana.
El otro valor añadido del sistema es la sensorización, que permite registrar el entrenamiento del cliente al detalle. La estación consta de una Airbike equipada con dos pulsadores para poder interaccionar con el juego, de tres sensores de fuerza a tracción para poder registrar cualquier ejercicio y un sensor láser que detecta el posicionamiento y el movimiento del usuario dentro del área delimitada. Ello, sumado al algoritmo de trabajo desarrollado por la misma compañía, permite que el sistema sea inteligente y personalice el entreno a cada usuario.
A corto plazo, Suiffland espera presentar un programa enfocado a poner en forma en seis semanas a las personas que acaban de apuntarse a un centro de fitness y que no tienen claro cómo entrenar para mejorar su forma física. “Nuestro principal objetivo aquí será acompañarlos en ese inicio y que no abandonen el centro de fitness, y a su vez ayudamos al centro a mejorar su ratio de bajas en los tres primeros meses de la inscripción, los más difíciles a nivel de retención”, afirma la directiva.
Suiffland ya opera en tres centros deportivos y prevé cerrar el año con presencia en 24 instalaciones
A partir de aquí, la empresa quiere crear nuevos sistemas más específicos de entrenamiento. Suiffland ya tiene en mente crear un programa antiedad, adaptado a las dosis adecuadas para acompañar a los clientes en su itinerario de envejecimiento activo.
Y, a futuro, se abre la posibilidad de ayudar a los centros a monetizar mejor la instalación, yendo más allá de reducir la rotación de clientes. Tras firmar acuerdos con tres centros deportivos en la provincia de Barcelona, Suiffland planea estar presente en más de una veintena de instalaciones durante este año. “Nuestro principal mercado, de momento, es Cataluña, pero en 2025 queremos expandirnos por España y en 2026 iremos a Europa”, asegura.
Suiffland es una empresa impulsada por Estel, empresa familiar dedicada al mundo de la metalúrgica. Cuando en 2004 Subirana decidió hacerse cargo de la empresa, aprovechó su know how deportivo como licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte para desarrollar los sensores inalámbricos de fuerza SUIFF en 2016, que se convirtió en la raíz de lo que hoy es Suiffland. “Todo el sistema está creado internamente, y esto nos permite mucha potencia de desarrollo; ello nos permite ser versátiles y adaptarnos a lo que pide el mercado”, celebra.