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F45 Training: así es el gimnasio australiano que cotiza en Bolsa y busca crecer en España

El fondo Regiment Group, principal socio de la marca para su expansión en la Península Ibérica, prevé cerrar 2022 con al menos diez clubes operativos. La cadena opera tres locales, y próximamente crecerá en Mallorca, Barcelona y Madrid.

f 45 training

El capital ha llamado con más fuerza que nunca a la puerta de las empresas de fitness, y F45 Training quiere sacar partido del apetito inversor para expandirse en España. La cadena de estudios boutique de entrenamiento funcional y Hiit, que entró en el país meses antes de estallara la crisis sanitaria, prepara su ofensiva en el mercado español tras su salida a Bolsa en Estados Unidos. Su objetivo es alcanzar 2023 con al menos diez gimnasios.

La compañía australiana confió en 2019 su expansión en la Península Ibérica a Regiment, un grupo inversor que, desde EEUU, pilota la expansión y las operaciones de la marca en el país, donde ya cuenta con dos clubes en Madrid e Ibiza. La marca tiene un segundo espacio en la capital española, pero está operado por otro socio, ya que la matriz no otorga la licencia en exclusiva en ningún mercado. Ahora que la empresa ha empezado a cotizar en el mercado de valores, la idea es expandirla por los países donde no tiene presencia o la marca es poco conocida, y España está en sus planes.

F45 Training es una cadena de estudios de entrenamiento especializado en grupos. En España, cada abonado paga 149 euros al mes, aunque también puede adquirir bonos de sesiones o pagar puntualmente por cada clase. Los estudios cuentan con entre 200 metros y 250 metros cuadrados en locales diáfanos, donde se requiere una inversión de entre 300.000 euros y 400.000 euros destinada, a partes iguales, a adquirir equipamiento, acondicionar el espacio y asumir los gastos de apertura y promoción de la marca.

“Buscamos agentes y operadores que tengan experiencia en el mercado y estén interesados en abrir estudios F-45”, explica Àdrià Jover, consejero delegado de Regiment Group, que dirige las operaciones desde la oficina de Nueva York. El grupo también gestiona clubes en Estados Unidos, donde próximamente integrará dos estudios F-45 a su red, y en Suiza, donde entrará en 2022.

En España no se descarta la posibilidad de crecer en clubes multiservicio, aunque la idea de F-45 Training es hacerlo con gimnasios independientes franquiciados o coparticipados por Regiment. Tras abrir tres centros, la idea es dar un impulso a su expansión; los próximos planes pasan por abrir en Palma de Mallorca en las próximas semanas, poner en marcha un segundo estudio en Madrid y entrar en Barcelona antes de que acabe el año.

De cumplir las previsiones, para las que ya está en negociaciones avanzadas o cerradas para ocupar los locales, la empresa cerraría 2021 con cinco instalaciones y en la buena senda para alcanzar el objetivo hasta 2022: contar con entre diez y doce licencias vendidas.

“Que F-45 Training haya salido a Bolsa nos ayuda en tanto que uno de los desafíos es que la empresa crezca en los mercados donde tiene poca penetración”, asegura Jover. En palabras del directivo, al traer la marca a España se dieron cuenta de que tenían que adaptarla a la cultura del país sin dejar de cumplir con los estándares de la central y, el hecho de que haya saltado al parqué, ayudará en ese proceso. “Vamos a ganar más soporte que nos ayudará a consolidar el negocio, algo que nos beneficiará a nosotros, pero también a los inversores que vengan detrás”, describe.

El directivo asegura que el modelo es rentable, puesto que la tarifa es premium al tiempo que los costes operativos son bajos. “La cuenta de explotación es mucho más atractiva a partir de la tercera licencia porque se escala el negocio; en estos casos, la rentabilidad se consigue en menos de seis meses”, afirma.

La media de miembros por club está en torno a 260 abonados, pero el break even se consigue a partir de los 150 miembros. En el caso de un inversor que no tenga otros centros y haya debutado en el sector, el punto de equilibrio se alcanza con entre 200 y 220 miembros. “Buscamos partners con los que firmar una alianza para que puedan explotar un área; nosotros invertiríamos en ese acuerdo, y lo que buscamos es crecer rápido con un modelo avalado por su cuenta de explotación”, recalca.

Según el documento para su salida a Bolsa, en una situación normal (prepandemia), en el tercer año en funcionamiento el club puede producir un margen de ebitda promedio superior al 30% y un rendimiento de caja por encima del 33%.

Es un modelo que ha convencido a suficientes inversores como para abrir 1.487 estudios en Estados Unidos, Australia, Canadá, China, Francia, Polinesia Francesa, Indonesia, Malasia, México, Rusia, Sudáfrica, Corea del Sur, Taiwán y España. La compañía tiene vendidas un total de 2.240 franquicias abiertas o en vías de apertura en 63 países.

En el año previo a la pandemia, el grupo facturó 92,6 millones de dólares (78,2 millones de euros) y, pese al cierre temporal de instalaciones por la Covid-19, sus ventas sólo se redujeron un 11,1% en 2020, cuando generó un negocio de 82,3 millones de dólares (69,5 millones de euros). Eso sí, la central no ha conseguido entrar en beneficios, puesto que en 2020 perdió 25,2 millones de dólares (21,3 millones de euros), el doble que en 2019.

Para diferenciarse de otros centros especializados en entrenamiento funcional o Hiit que operan en el mercado, la compañía ha basado su propuesta en tres pilares: el entrenamiento en grupos en el estudio, el sentimiento de comunidad y el asesoramiento nutricional y vinculado al descanso, que está incluido en la cuota. “Los entrenos son en grupos y están estandarizados, pero cada sesión cuenta con dos entrenadores, lo que permite una mayor personalización del workout a cada cliente”, afirma Montse Navas, coordinadora de marketing y de servicios al abonado.

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