La Covid-19 se come la mitad de los ingresos y de los usuarios de los gestores catalanes de instalaciones deportivas. Las medidas para frenar la expansión de la pandemia, que han conllevado el cierre total o parcial de centros deportivos en Cataluña, han provocado que este tipo de empresas reduzcan un 50% su facturación en 2020.
“La caída en el volumen de facturación y socios está próxima al 50%”, ha explicado Carles Melian, director general de CET10. Para Héctor Cruz, al frente de la Asociación de Clubes de Natación de Cataluña, la crisis “está afectando de manera homogénea a todos nuestros asociados”.
Así lo confirma también Indescat, el clúster de empresas deportivas catalanas, que señala que “aunque no podemos decir que es una media, la gran mayoría de socios nos indican caídas similares”. Lo que no se ha especificado aún es una cifra concreta sobre el negocio perdido tras la llegada de la pandemia.
Alfred Tabuenca, de Égora, asegura que “hemos tenido que recurrir a un crédito ICO por la pérdida de usuarios y facturación”, otro recurso al que se han acogido gran parte de las empresas del sector del fitness. Para Cruz “la pandemia ha cambiado los hábitos y la cultura deportiva y nos tenemos que reinventar, llevando las actividades al aire libre”.
