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El ‘gym’ resiste a la inflación: sólo un 35% de los europeos estudian darse de baja del gimnasio

Los gimnasios del Viejo Continente vuelven a acercarse a los registros de abonados y de usos previos a la pandemia. El consumidor europeo prefiere reducir su gasto en electricidad, ropa y ocio antes que recortar en fitness.

Entrenadora gimnasio deporte

El fitness ya forma parte de la cesta de la compra de los consumidores europeos y se espera que lo continúe siendo incluso en un momento de inflación y caída del poder adquisitivo de los consumidores. Un 35% de los consumidores se está planteando recortar su gasto en el gimnasio. Puede parecer un porcentaje elevado, pero es el más bajo de entre la docena de ámbitos de consumo analizados en el informe European Health and Fitness Market Report 2023.

El estudio elaborado por EuropeActive y Deloitte compara las perspectivas de gasto en fitness con otros bienes y servicios, siendo el sector de los gimnasios el que sale mejor parado. Más del 60% de los encuestados prevé reducir su gasto en energía, recortando sus consumos. Lo mismo ocurre con el gasto en restauración, pues más de seis de cada diez europeos se plantean recortar el presupuesto para salir a comer o a cenar fuera. Entre un 50% y un 60% recortarán en la compra de productos electrónicos, la ropa, el ocio, los viajes y transporte y otras inversiones como consecuencia de la inflación.

“En un momento en el que muchos hogares están tratando de ahorrar costes, es interesante ver como la elevada concienciación acerca de la importancia del fitness está propiciando que los usuarios no se planteen dejar de ser abonados de un gimnasio para ahorrar, sino que prefieren recortar otros conceptos”, destaca Karsten Hollasch, consultor financiero en Deloitte, firma autora del estudio. El porcentaje de europeos que prevén recortar su gasto en bienes para el hogar y alimentación se sitúa en torno al 40%, superando a los clubes deportivos y gimnasios.

Es decir, en comparación con otros segmentos de consumo, las actividades de fitness se están viendo menos afectadas por la inflación y los recortes en el presupuesto de los hogares. Una inflación que ha provocado que el 60% de las altas se hayan firmado con una subida de precios. Esta posición de ventaja, que puede convertirse en un blindaje en el caso de que la inflación mantenga una tendencia alcista en los próximos meses, representa un gran logro para un sector que lleva años trabajando para instalarse en el top of mind de los consumidores. A ello ha ayudado el hecho que la percepción de valor del fitness se sitúe por encima del precio de sus tarifas, especialmente después de una pandemia que ha subrayado la necesidad de estar en forma para combatir según qué enfermedades.

Que los gimnasios estén entre los ámbitos de los que menos prescinden los consumidores explica, en gran medida, los datos de recuperación del sector, que cerró 2022 con 63 millones de socios en todo el continente y una facturación agregada de 28.000 millones de euros. Son cifras prácticamente idénticas a las que registraba esta industria en 2019. La remontada que registró el mercado español fue similar, con un volumen de negocio de 2.100 millones de euros, un 10,7% por debajo del año previo a la pandemia, con 5,4 millones de abonados, apenas 100.000 inscritos por debajo de 2019. Aún así, son cifras que demuestran que al sector aún le queda comino por recorrer para superar el negocio que movía antes de la pandemia.

Lo que sí ha cambiado ha sido el perfil del cliente inscrito a un gimnasio. La tasa de uso del gimnasio ha mejorado significativamente gracias, en parte, a la irrupción de jóvenes millennials o Gen Z. Según el estudio, entre el 41% y el 71% de los practicantes más regulares de fitness en los 19 países analizados pertenecen a alguna de estas dos generaciones, un porcentaje muy superior al de la media de otros sectores.

España, de hecho, es uno de los países europeos donde más ha crecido el porcentaje de usuarios que acuden, al menos, una vez a la semana al gimnasio. Este perfil de usuario ya representa el 65% del total, 5 puntos por encime de la media europea. Su peso porcentual ha crecido un 18% interanual respecto a principios de 2022. Se sitúa, además, a apenas a seis puntos porcentuales de Finlandia e Irlanda, los dos mercados donde se registra una mayor tasa de regularidad entre los usuarios de los clubes de fitness.

 

Un consumidor cada vez más omnicanal

La tecnología contribuye a aumentar la adherencia en el fitness de un consumidor cada vez más omnicanal. ¿El motivo? El cada vez mayor despliegue techie del catálogo de servicios de los gimnasios, ya que encaja con unas nuevas generaciones de usuarios que se consideran nativos digitales. Por ejemplo, un 35% reserva clases con antelación; un 33% usa herramientas digitales para registrar sus entrenamientos; el mismo porcentaje gestiona sus suscripciones al club a través de apps y plataformas online. Además un 24% busca consejos nutricionales; un 22% consulta en directo el aforo real de las salas; mientras que un 17% consume clases digitales.

 

No toda la tecnología vinculada al fitness, sin embargo, se aplica en los gimnasios. El cada vez más extendido uso de wearables ha fomentado la práctica outdoor, mientras que la compra de entrenamiento home fitness durante la pandemia ha contribuido a elevar las tasas de práctica deportiva en los hogares que se registraban en 2019. En ese sentido, el informe también destaca que un 57% de los practicantes de fitness siguen clases online, ya sean en directo o a la carta. Es un 24% interanual más que en 2022.

Pero, ¿los clubes y plataformas están monetizando esta demanda? La penetración digital crece, pero lo hace impulsada por ofertas gratuitas. Sólo algo más del 11% de los practicantes de fitness pagan por acceder o suscribirse a plataformas de entrenamiento online, mientras que el 45% consume contenidos de manera gratuita. Esta diferencia también existe con el equipamiento de fitness conectados para el hogar. Aunque si uso se ha incrementado un 13% respecto a 2022, hasta el 43% de los practicantes. Eso sí, sólo un 9% del total de consumidores pagan por suscripciones o cuotas digitales vinculadas a equipamientos home fitness, por un 35% que se ejercita sin pagar por ello.

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