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Hiperconectividad y ‘hub’ de grabación, la dupla de DreamFit para impulsar su ofensiva digital

La cadena reforzó su área digital a finales de 2018, lo que le permitió tener una aplicación de entrenamiento y gestión implantada cuando llegó la crisis. Pese a la reapertura, DreamFit está trabajando para que la tasa de uso de la ‘app’ cada mes.

SkillRow

La Covid-19 ha provocado una ofensiva digital generalizada y nunca vista en el sector del fitness. Algunas cadenas que llevaban años apostando por la digitalización han podido asimilar los cambios con mayor agilidad la oleada de cambios que ha experimentado el sector en el último año. Una de ellas es DreamFit, que en noviembre de 2018 fortaleció su departamento digital con el fichaje de un responsable de coordinación de fitness digital. Hoy, la app MyDreamFit crece mes a mes, tanto en número de entrenamientos realizados como por retos completados, clases virtuales y reserva de sesiones presenciales. 

“En los gimnasios más nuevos, como Moratalaz o Logroño se supera el 20%; ayuda que el club cuente con equipamiento hiperconectado y sea intuitivo porque el cliente tiene más ganas y necesidad de usar el sistema”, explica David Ballesteros, coordinador de fitness digital en la cadena de gimnasios. El proyecto de transformación digital se ha desarrollado de la mano de varios proveedores, como Technogym y Les Mills, entre otros. 

Desde la compañía aseguran que la transformación digital había sido una prioridad para la cadena a nivel estratégico con el fin de que la experiencia en el gimnasio fuera más sencilla desde el punto de vista operativo, pero también más completa desde la perspectiva del cliente para que estuviera acompañado dentro y fuera de la instalación. A ello se unió el proyecto Dreamgreen para mejorar la sostenibilidad. 

“Pasamos de ofrecer un panfleto con cinco tipos de entrenamiento, a poder personalizar el servicio, llegar a más gente, hacerlo de manera más ágil y siendo más respetuosos con el medio ambiente”, describe Ballesteros. El reto previo y posterior a la Covid fue atraer al público veterano, que precisamente era el que más utilizaba los itinerarios de entrenamiento impresos. “No fue sencillo porque preferían seguir usando el soporte sobre papel, así que reforzamos la atención personalizada para que este público transitara del panfleto a la app, si bien dejamos algunas copias físicas en cada club”.

DreamFit ofrece entrenamiento virtual a través de su ‘app’, por la que los usuarios no deben pagar un plus

Con la pandemia se aceleraron procesos, y aquellos planes que se habían concebido años atrás y que hasta entonces habían estado en un segundo plano, adquirieron todo el protagonismo. “Teníamos en mente una creación de programas de entrenamiento con vídeos, y al principio de la pandemia nos apoyamos en YouTube; ahora eso ahora se ha traducido en un estudio de grabación con monitores que son elegidos específicamente para hacer clases online”, apunta. De este modo, las sesiones también se pudieran grabar en las salas de fitness y no sólo en el plató.

Pero, en un momento en que las cadenas de gimnasios están animando a los clientes a volver al club, ¿qué papel jugará el servicio online en el futuro? Ballesteros defiende que el servicio virtual no es enemigo del presencial, y que la prueba de que DreamFit apuesta por la complementariedad es que la cadena está desarrollando iniciativas para fomentar el uso de la app.

“Como hemos implantado la reserva de clases vía aplicación, se favorece que los usuarios entren en la plataforma y así ven qué clases nuevas hay; también hemos ofrecido el servicio de báscula gratuita para todo aquel que se descargue la app y vuelque sus datos”, afirma, sobre dos acciones que han contribuido a que el número de altas en la aplicación crezca de manera continua.

Lo que DreamFit persigue con estas acciones es acompañar al cliente en su itinerario de actividad física dentro y fuera del club. “El objetivo es que el usuario se sienta igual de a gusto entrenando en el club como a través de la app, y eso nos va a obligar a seguir trabajando el gimnasio virtual”, reconoce.

El coordinador de fitness digital confía en que la tasa de usabilidad seguirá creciendo, en parte también gracias a la conectividad del equipamiento en los gimnasios. Los clubes cuentan con servicios conectados de Technogym, como las clases de cycling y otras opciones que fomentan la gamificación y la competición, como el remo skill row y la skill bike. A esta oferta se ha sumado Biocircuit, integrado tras la pandemia y que busca generar dinamizaciones en grupos reducidos para entrar cardio y musculación para entrenar todo el cuerpo de manera ágil.

Por el momento, la idea es seguir ofreciendo entrenamiento virtual incluido en la cuota, que DreamFit sí ha subido a raíz de la pandemia para no comprometer su rentabilidad ante del 32% de su negocio, hasta cerca de 16 millones de euros. En la fidelización está la recompensa.

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