Madrid da el pistoletazo de salida su carrera para construir catorce centros deportivos municipales que permitan cubrir el déficit de instalaciones en la capital y, en ese proceso, el consistorio no correrá en solitario. El Ayuntamiento liderado por José Luis Martínez-Almeida ha sacado a concurso el primer contrato de obra y gestión de un equipamiento, un plan que se enmarca en el proyecto Madrid Capital 21, por el que se ha comprometido a levantar catorce complejos hasta 2027. Se trata del futuro centro deportivo municipal Cuatro Caminos, ubicado en el distrito de Tetuán, para el que busca operador que invierta al menos 8 millones de euros. A cambio, el consistorio pone sobre la mesa un contrato a 25 años valorado en 73,1 millones de euros, según ha podido saber 2Playbook.
El club operará, tal y como avanzó Sofía Miranda, titular del Área Delegada de Deportes, bajo el modelo de colaboración público-privada, lo que supone un cambio respecto a la tendencia del Ayuntamiento de Madrid durante las últimas décadas. A excepción de algunos equipamientos operados por GO fit, Forus, CET10 o Viding, más del 90% de los centros deportivos de la ciudad son de gestión directa. Ahora lo que se plantea es un modelo distinto, basado en que el adjudicatario (una empresa con experiencia en la gestión de gimnasios de gran tamaño y municipales), asume la inversión total para levantar el complejo a cambio de gestionarlo durante más de dos décadas.
Durante ese periodo, el operador que gane el concurso deberá garantizar la actividad del club, asumiendo así todo el negocio que genere, los gastos y, por lo tanto, el beneficio o la pérdida que registre. A cambio, el gestor deberá pagar un canon inicial mínimo de 100.000 euros durante el primer año del contrato, un importe que se incrementará un 1% anual. Las empresas que concurran pueden proponer canon al alza, algo que será valorado por la mesa de contratación.
De los 8 millones (sin IVA) que deberá invertir el adjudicatario, un millón se destinará al equipamiento de entrenamiento, según los pliegos a los que ha accedido este medio. Se estima que la inversión en mantenimiento y renovación debe ser de 863.300 euros cada siete años, es decir, al menos 2,5 millones durante todo el periodo de concesión, según recoge el consistorio en el estudio de viabilidad. Se establece un contrato de explotación de 23 años, previo a dos años para elaborar el proyecto de obras y construir el centro.
Las estimaciones del consistorio sitúan en un mínimo de 1,6 millones de euros la facturación anual del complejo, y en un máximo de 3,6 millones las ventas en el último año de la concesión. La facturación total durante todo el periodo se eleva a 73,1 millones de euros. La previsión es que alrededor del 95% de los ingresos dependan de los abonos mensuales, sean familiares, de adulto, infantil, joven, mayor o de fin de semana.
El importe restante procederá de la venta de entradas puntuales, cursos de natación, contratación de servicios como podría ser el entrenamiento personal y el alquiler de pistas. Se espera que el complejo entre en beneficios antes de impuestos a partir del segundo año de actividad (cuarto ejercicio, contando las obras). Durante todo el periodo del contrato se estima acumular 34,5 millones de euros de resultado de explotación y 18,4 millones de beneficio antes de impuestos.
La memoria económico-financiera apunta a que la actividad del club generará 29 puestos de trabajo, entre monitores de sala, de actividades y de natación, socorristas, recepción, dirección y mantenimiento. Los servicios de limpieza estarán externalizados. Se desconoce cuántos abonados puede llegar a tener el club, pero en sus estimaciones de negocio el consistorio parte de la hipótesis que el primer año de actividad se cerrará con 2.700 abonados y más de 6.000 usuarios. Finalizado el quinto año, los abonados serán 4.666, por los 6.847 usuarios debido a los abonos familiares.
Un centro deportivo de más de 6.000 metros cuadrados
El anteproyecto establece que el anteproyecto cuente con una superficie construida de más de 6.000 metros cuadrados distribuidos en cinco plantas con piscina climatizada, sala de fitness y para actividades dirigidas y solárium en cubierta. Estos son los mínimos que deberán cumplir los operadores que participen en el concurso, si bien se establece una serie de criterios evaluables que abarcan desde el compromiso de construir otra piscina para la enseñanza de la natación o la ampliación del horario de apertura.
La minoración del plazo concesional, es decir, que las compañías propongan explotar el complejo por menos años, también dará más puntos, así como el incremento del canon, algo que el consistorio justifica porque “el mayor canon supondrá mayores ingresos para el Ayuntamiento”.
