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Slow Training suma fuerzas con el CEO de Oss Fitness para expandirse y crecer un 25% en 2022

La cadena de centros de entrenamiento personal a través de máquinas de musculación cerrará el año con cinco clubes y otros cinco boxes operativos. El objetivo es abrir entre seis y ocho espacios cada año.

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Slow Training se alía con el consejero delegado de Oss Fitness para acelerar su expansión. La cadena de centros de entrenamiento personal con máquinas de musculación ha cerrado un acuerdo con Rafa Rodríguez, que este año se ha hecho con la distribución exclusiva de Core Health and Fitness en España. Es una alianza estratégica mediante la que Rodríguez abrirá dos franquicias en Madrid y Granada a principios de 2022; serán dos pruebas piloto que darán el pistoletazo de salida a una nueva fase de crecimiento de la cadena.

Estas se sumarán a la apertura de un box Elda (Alicante) que realizará antes de que acabe el año. Los centros estarán equipados con las máquinas de musculación de Nautilus, del grupo Core Health and Fitness, de modo que Rodríguez se beneficiará de la expansión de Slow Training al equipar sus centros. El directivo se encargará de montar los clubes (equipamiento, suelo y otros materiales), lo que agilizará y facilitará la apertura de nuevos espacios.

Tras firmar este acuerdo, el fundador y director general de la cadena, Lucas Leal, espera abrir entre seis y ocho espacios al año, sean centros o boxes. Mientras que un club franquiciado requiere una inversión de 80.000 euros en material, un box necesita la mitad, además de un canon de entrada de alrededor de 1.000 euros y 160 euros al mes como fee.

Se necesitan entre 60 metros y 100 metros cuadrados para habilitar un espacio de Slow Training en un club de mayor tamaño; para un centro franquiciado se exige un canon de entrada de 5.000 euros, un fee mensual que supera los 100 euros y locales de entre 80 metros y 140 metros cuadrados. Su buque insignia del barrio de Les Corts en Barcelona, que es el primero que abrió, tiene 300 metros.

Todos los franquiciados que deseen operar con Slow Training deben estar formados por Resistance Institute, el centro de formación fundado por el mismo Leal. Ahora, la compañía ha empezado a crecer con boxes en centros de entrenamiento personal y clubes multiservicio. “En estos casos nosotros aportamos la metodología, mientras que en los clubes franquiciados también facilitamos asesoramiento en compras, ventas y marketing; por eso el canon es mayor”, afirma el ejecutivo.

La cadena prevé cerrar el año ebitda positivo y unas ventas de 600.000 euros, que prevé incrementar un 25% en 2022, cuando confía en recuperar la normalidad. De lograrlo, facturará 750.000 euros, generados a través de las cuotas de sus socios, que pagan en función del número de sesiones que realizan cada mes.

En la actualidad, promedia 2.000 sesiones al mes contratadas por 1.500 clientes. Sus franquicias se reparten entre Barcelona (2), Zaragoza y Pozuelo (Madrid), mientras que los boxes se encuentran en Girona, Granada, Gipuzkoa, Vizcaya y Alicante. En cuanto ponga en marcha los clubes de Madrid y Granada, y el box de Elda, contará con siete instalaciones y seis estudios.

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