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La subida salarial, caballo de batalla que hace peligrar el nuevo convenio colectivo del fitness

La patronal plantea alzas salariales escalonadas que no convencen a la parte sindical, que además pide que la diferencia retributiva entre los distintos grupos profesionales sea del 2%, muy por encima de lo que plantean los empresarios.

Orangetheory Fitness

La subida salarial encalla las negociaciones del V convenio colectivo de las instalaciones deportivas. Sindicatos y empresarios no han alcanzado un acuerdo sobre las tablas salariales y la parte laboral advierte de la posibilidad de iniciar movilizaciones. La patronal trasladó una propuesta de incrementos que ha sido rechazada por la parte laboral. “Estamos tratando de ser creativos y haciendo un esfuerzo importante en la situación en la que estamos”, afirman a 2Playbook fuentes del lado empresarial.

El esfuerzo al que hacen referencia tiene que ver con la subida de los costes, desde alquiler hasta suministros, en un momento en que el sector aún no ha recuperado el nivel de ingresos que tenía antes de la pandemia, que provocó pérdidas agregadas de 150 millones de euros sólo entre los 15 principales operadores de gimnasios del país.

La subida del SMI, afirman, no ha facilitado las cosas, puesto que se ha reducido o eliminado las diferencias salariales entre distintos grupos profesionales, una brecha que tanto la patronal como los sindicatos admiten que deben ampliar. La diferencia entre los dos lados de la mesa de negociación está en los porcentajes de incremento.

La patronal exige que el quinto grupo profesional, que engloba al personal de limpieza y peones de mantenimiento, cobre por convenio el SMI, mientras que los sindicatos reclaman que las tablas salariales de todos los grupos profesionales estén por encima de ese mínimo interprofesional. “No es posible firmar un convenio para que los profesionales del sector cobren el SMI”, defienden fuentes de UGT.

Asimismo, hay disconformidad en los porcentajes de incremento. Los empresarios, representados por la Fneid, la Asociación Española de Empresarios de Servicios Deportivos a las Administraciones Públicas (Aeesdap), y la Asociación Española de Campos de Golf (Aecg), han propuesto fijar porcentajes de subida fijos, desvinculado así las actualizaciones de las tablas del convenio a cualquier índice, incluido el IPC.

Los sindicatos exigen que la diferenciación salarial entre niveles debe ser del 2% sobre el SMI

En este sentido, han puesto sobre la mesa incrementos interanuales de entre un 3,6% y un 13% en 2022 y de entre un 2% y un 2,6% en 2023. En el caso de que el SMI suba por encima del 2%, los avances serían de alrededor del 4% interanual. Los sindicatos van más allá y piden aumentos más ambiciosos, de ahí que las posturas estén tan alejadas.

La cuestión que preocupa al sector es que, con la subida del SMI hasta 14.000 euros anuales, se ha eliminado el gap salarial entre categorías, provocando que los profesionales del grupo 3, 4 y 5 cobren lo mismo: un mínimo de 1.000 euros al mes. Ello provoca que el margen se haya estrechado, algo que lamentan los empresarios, que admiten que la diferencia entre grupos es necesaria, pero que ese requisito llega en un mal momento.

Tampoco existe sintonía en las diferencias salariales entre grupos. CCOO y UGT piden que el gap entre las distintas categorías profesionales sea del 2%, mientras que Fneid, Aeesdap y Aecg plantean que sea entre un 0,5% y 0,9% en los grupos que van del 3.2 al 5, y que engloban desde instructores, técnicos, profesores y asistentes de golf, hasta personal administrativo y recepción, pasando por el personal de limpieza y mantenimiento. “Históricamente no había diferencia entre los 3 grupos de abajo y la parte empresarial establece esa diferencia”, defienden desde Fneid.

¿Qué más plantea la patronal? Que la brecha salarial entre los directores generales y la categoría inmediatamente inferior, que abarca al resto de directivos, fuera del 9,4% y que el gap del grupo 2.2 (fisioterapeutas, jefes de mantenimiento…) con el 3.1 (coordinadores de fitness, raqueta o piscina) fuera del 10,7%. Así, un director general cobraría un salario base mínimo de 18.293 euros en 2022 y 18.725 euros anuales en 2023, mientras que un técnico de sala percibiría 13.190 euros este año y 13.552 euros en 2023.

Desde el lado empresarial reconocen que la urgencia de actualizar las tablas salariales no es la misma para todos los gestores de instalaciones. Urge especialmente a los representados en Aeesdap, que prestan servicios deportivos a las administraciones públicas y lamentan que los ayuntamientos están pagando según las tablas del convenio, que no están actualizadas, lo que supone una merma económica para estas compañías. “Han subido los costes salariales, pero las administraciones pagan lo que establecen esas tablas que no han sido actualizadas desde 2019”, indican.

Fneid, por su parte, afirma que “se ha hecho un esfuerzo por diferenciar los grupos, una diferenciación que ahora mismo no existe” y que “aceptar la petición de los sindicatos es imposible en la situación actual”.

Con las dos partes de la mesa de negociación enrocadas, no hay fecha para la próxima reunión, pero sí una advertencia: la posibilidad de acudir a la huelga si la negociación colectiva no da respuesta a lo que piden los trabajadores. Por parte de la patronal, aluden a que apenas tienen margen, y lamentan que la propuesta hecha a los sindicatos haya sido rechaza pese a que incluía mejoras, aunque lejos de los objetivos que se había marcado la parte laboral.

Se trata de una industria que cerró el primer trimestre de 202 con un total de 229.100 trabajadores, un 19,7% más interanual, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Ello incluye a los trabajadores de instalaciones deportivas, pero también a los que trabajan en organizadoras de competiciones, retailers y fabricantes deportivos.

 

El deporte, un sector que se apoya en los empleados a tiempo parcial

En el sector no son una anomalía los contratos a tiempo parcial, puesto que los empleados no pueden estar realizando ejercicio durante todo el día por el desgaste físico que ello provoca. De ahí que muchos firmen contratos por paquetes de entre 10 horas y 24 horas semanales. Los técnicos aspiran a tener un trabajo a tiempo complejo y huir de los contratos múltiples que les permitan completar una jornada laboral.

De hecho, el 42,2% de los empleados del sector deportivo están a tiempo parcial; la media en España es del 13,5%, según la Encuesta de Población Activa (EPA) a cierre de 2021. Datos del Instituto Nacional de Estadística cifran en 58.362 el personal remunerado por las empresas de gestión de instalaciones deportivas en 2019; eso sí: el equivalente a trabajadores a tiempo completo fue 38.003 personas.

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