Wiemspro traza su hoja de ruta para crecer en el sector del fitness con el apoyo de los estudios de entrenamiento personal. La compañía de chalecos de electroestimulación inalámbricos se ha marcado como objetivo recuperar los niveles de facturación previos a la pandemia, y espera lograrlo este año. El reto es volverse a situar las ventas de 2021 en 2,1 millones de euros, tras reducir su negocio un 14% en 2020, año marcado por la Covid-19.

“Para ello, esperamos que en los próximos meses los mercados de Estados Unidos y Brasil se reactiven”, explica Sonia Eady, directora de expansión de Wiemspro en la Península Ibérica. La compañía malagueña nació en 2015 para desarrollar y comercializar equipos de electroestimulación inalámbrica, y ha sobrevivido al repliegue de los estudios especializados en este tipo de entrenamiento.

Para ello tuvo que emigrar y centrarse en su expansión por Estados Unidos. Asentadas sus operaciones allí, ahora la empresa quiere volver a crecer en el mercado local presentándose como un modelo de negocio que ayuda “los gimnasios a diversificar su oferta, diferenciarse de la competencia y rentabilizar espacios”. La previsión para este año es crecer en cinco centros deportivos.

Daniel Carvajal y Roberto Bautista son algunos de los atletas de élite que utilizan el sistema de Wiemspro

“Queremos trabajar de la mano de centros de gran formato con la implantación de corners y boutiques, aunque también lo haremos con un modelo independiente y en estudios de entrenamiento personal”, explica. Para ello, la compañía ha decidido alejarse de la estrategia de expansión que presentaron las franquicias de electroestimulación a partir de 2010, cuando este tipo de estudios empezó a proliferar para seis años más tarde iniciar su declive.

“Se centraron en un modelo basado en un marketing agresivo y alto volumen de clientes; ahora las investigaciones científicas y nuestro laboratorio WiemsLab han trabajado sobre la base de que la metodología de entrenamiento de café para todos se podía mejorar y obtener mejores resultados cambiando parámetros, cargas y tiempos de trabajo”, explica. El modelo ha convencido a deportistas de élite, como Daniel Carvajal o el tenista Roberto Bautista. 

En el argumentario de Wimspro para convencer a gimnasios, cadenas y estudios de entrenamiento personal en grupos reducidos está el hecho de que el sistema es inalámbrico. “Antes la electroestimulación era con cables y para uso individualizado; ahora se puede trabajar simultáneamente con hasta 12 personas, por lo que es el momento de implantarlo en centros con mayor volumen de clientes”, explica Eady.

La directiva también confía en el aumento de la cultura de fitness en la sociedad en los últimos años, pero también en la conveniencia de entrenar todo el cuerpo de manera más ágil. “Tenemos menos tiempo, y la electroestimulación controlada es la píldora complementaria al entrenamiento porque potencia los resultados con dos sesiones semanales”, defiende.