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YO10 ahonda en el ‘home fitness’ y lleva a Lowfit a la plataforma MyWellness

El grupo andaluz, que opera en centros deportivos premium y middle market, se ha apoyado en Technogym para digitalizar su oferta de clases y empezar a monetizar esos contenidos.

yo10 torre sevilla

La pandemia ha impulsado el entrenamiento en el hogar, y las cadenas de gimnasios se han sumado a esa tendencia con el objetivo de acompañar a sus clientes en su itinerario de salud, fidelizarlos e incluso generar ingresos adicionales a la cuota mensual. Ese es el camino que ha recorrido el grupo andaluz compuesto YO10 y Lowfit, que operan dos y cinco centros deportivos, respectivamente, y que han empezado a monetizar su oferta de clases dirigidas online.

La compañía ha sumado fuerzas con Technogym, su proveedor de equipamiento, que ofrece la app MyWellness adaptada a la imagen y la marca de sendas cadenas. El modelo de negocio es la suscripción mensual; a los clientes se les ofrece tres meses gratuitos para probar los entrenamientos online en directo y bajo demanda y, superado ese periodo, si desean seguir utilizando la plataforma deben pagar un euro al mes para cubrir los costes. Aquellos que no estén abonados pueden suscribirse pagando 19,9 euros al mes.

“No es una vía de ingresos muy relevante; lo que queremos ofrecer es un plus y facilitar que podamos llegar a los clientes que están en casa”, explica Jose Blanes, director del club YO10 de Sevilla y director técnico de Lowfit. La compañía ha sofisticado su oferta online, pasando a grabar los vídeos con cámaras en alta resolución y con micro para mejorar la calidad, aunque no busca rivalizar con los grandes players del home fitness. “El objetivo es dar un servicio adicional para aumentar la permanencia del cliente”, añade.

Todas las clases presenciales se graban para quienes no puedan o no deseen desplazarse al club, pero también se registran sesiones específicas para el público que prefiere entrenar en casa y que se emiten en directo y en diferido. “Decidimos grabar a la vez las sesiones presenciales y online para ahorrar costes, pero también tenemos contenidos específicos para el online donde los técnicos pueden centrarse al 100% en los usuarios que están en casa”, afirma Blanes.

YO10 y Lowfit emiten clases dirigidas online en directo y en diferido, y cobran por ello

Si bien el club de la capital hispalense se puso en marcha con la app de MyWellness, la pandemia ha favorecido que el grupo apueste por incorporar el sistema a los centros Lowfit. “Los contenidos de YO10 están disponibles para los clientes de los dos centros, mientras que los de Lowfit son aún más amplios porque se nutren del contenido que se genera en cinco instalaciones”, apunta.

Blanes admite que este sistema ha sido útil, especialmente durante el cierre temporal de centros deportivos, cuando se ha adelantado la hora de cierre a las seis de la tarde o para llegar al público que aún no se ha animado a volver a la instalación. “También hay gente que complementa el servicio presencial y online”, recalca.

Blanes afirma que el resultado está siendo positivo, ya que permite conocer mejor el perfil de usuario, qué tipo de clases gustan más y de qué duración. “Las clases de menos de 30 minutos son las que mejor funcionan, mientras que en el club la clase estrella dura una hora; tiene sentido, ya que quién opta por el online es el perfil de usuario que tiene menos tiempo”, detalla. El grupo andaluz también ha concluido que las clases bajo demanda funcionan mejor que las se emiten en directo, puesto que es la opción más flexible para los abonados. 

“Optamos por Technogym porque fue la que ofreció una solución casi inmediata durante el confinamiento; era un momento en que necesitábamos mantener el contacto con los clientes”, recalca. También agradece que el fabricante ofrezca una solución dentro de la propia app de la cadena, con una pasarela de pago que agilice el pago, el alta y la petición de baja de usuarios.

Blanes confía en que el grupo seguirá ofreciendo entrenamiento online una vez los efectos de la pandemia se hayan superado y el público pueda volver a los gimnasios sin límites adicionales de horario o de aforo. “No va a suponer un gran coste añadido y la idea es que continúe funcionando porque se está usando; los usuarios han comprado equipamiento para entrenar en casa y se ha demostrado que necesitan la conveniencia de entrenar cuando deseen”, recalca.

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