La Covid-19 ha provocado un agujero en el mercado laboral deportivo sin precedentes en el sector. Ni en los peores años de la crisis económica desatada en 2008 se registró una caída tan pronunciada en términos de empleo. En comparación con el último trimestre de 2019, antes de la pandemia, el número de trabajadores de la industria deportiva cayó un 13,2%, hasta septiembre de 2020, lo que se traduce en 29.500 empleados menos, según un estudio del Consejo Superior de Deportes (CSD) a partir de la Encuesta de Población Activa (EPA).
Sin contar las empresas recreativas y de entretenimiento, el sector de la actividad física cerró el tercer trimestre de 2020 con un total de 193.700 trabajadores. En este grupo se incluyen también a los afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (Erte) con suspensión de empleo, que han sido mayoría, puesto que se consideran ocupados. De no contabilizarse así, el roto sería aún mayor.
La nota positiva es que el número de ocupados en el tercer trimestre mejoró un 6% en comparación con el segundo, que abarca abril y junio, un periodo en el que los centros deportivos estuvieron cerrados. Durante esos meses las cifras fueron peores. Es decir, que las empresas recuperaron trabajadores en el momento que se pudo recuperar cierta normalidad, con gimnasios abiertos y competiciones deportivas finalizándose.
Este indicador contempla el empleo que se desarrolla en empresas dedicadas a actividades deportivas, como las gestoras de instalaciones, de clubes deportivos y gimnasios, así como las compañías de promoción de espectáculos deportivos y los fabricantes de artículos. También se han contabilizado el empleo con una dimensión deportiva, como los atletas, entrenadores o instructores de actividades deportivas.
La pandemia ha provocado que el número de varones con empleo en el deporte cayera un 19,4%, hasta 117.500 españoles, mientras que la cifra de mujeres que trabajan en este sector empeoró un 10%, hasta 76.200 empleadas. La destrucción de empleo afectó sobre todo a los jóvenes: una caída de casi el 40% entre los que tienen entre 16 y 24 años, que se suma al descenso del 26,7% entre los que tienen entre 35 y 44 años.
La ocupación en el deporte para quienes tienen entre 25 y 34 años cayó un 1,2%. La excepción se encuentra entre el profesional senior de entre 45 y 54 años, pues en este rango la ocupación mejoró un 15,7% en comparación con el último trimestre de 2019. La caída en el número de personas con empleo afectó a los profesionales sin distinguir entre nivel de formación. Por ejemplo, el número de ocupados con estudios universitarios se redujo un 12,8% respecto a antes de la pandemia; la caída fue del 15% entre los que contaban con Grado Superior, un descenso que fue del 16,2% para quienes cursaron Grado Medio de Formación Profesional.
Las conclusiones más esclarecedoras del fuerte impacto que ha tenido la Covid-19 en el empleo se encuentra en el importante repunte de los profesionales no asalariados. Entre enero y septiembre de 2020, el número de personas que no reciben un sueldo se disparó un 32,8%. En cambio, la cifra de asalariados cayó un 18,8%.
En un sector en el que el contrato temporal y a tiempo parcial es el más frecuente, el número de empleados temporales cayó un 30,8%, mientras que la cifra de profesionales indefinidos lo hizo un 8,7%, según los datos facilitados por la EPA. En cuanto al tipo de jornada, el número de personas activas a tiempo parcial empeoró un 24,8%, por el 3,9% de caída entre quienes tienen trabajo full time. Y todo ello sin contar las personas afectadas por un Erte.
Radiografía del trabajador deportivo en España: más formado y joven que la media
“Se observan diferencias significativas por sexo entre el empleo vinculado al ámbito deportivo y el empleo total”, concluye el informe. De hecho, la información facilitada por la Encuesta de Empleo Activo y desglosada por el CSD demuestra que el peso del tejido laboral deportivo recae en los hombres, que representan un 60,7% del total, por el 39,3% de las mujeres. Es una distribución porcentual distinta en comparación con el empleo total en el país, donde ellas representan un 45,5% y ellos un 54,5%.
Además, el empleo en este sector es más joven. Si en todo el país los trabajadores de entre 16 y 34 años sólo representan un 23,2% de la población activa, en el deporte esta tasa se eleva al 49,2%. Es decir, casi la mitad de los empleados deportivos tienen menos de 34 años. Es más, si en todo el país los mayores de 45 años representan un 48,9% de la población con trabajo, en el deporte sólo representan un 28,8%.
Otra particularidad del empleo en esta industria “se caracteriza también por una formación académica superior a la media”, reconoce el informe. El 55,5% de los trabajadores cuentan con estudios superiores, lo que abarca la Universidad y estudios de posgrado, master o doctorado. En el resto de sectores la media es del 45,6%. En el deporte, un 17,3% cuenta al menos con la Educación Segundaria Obligatoria, por un 17,1% que ha cursado un Grado Medio, y un 9,4% que ha realizado la Formación Profesional Superior.
En el sector deportivo los tipos de contratos que firman suelen ser temporales y a tiempo parcial. Por ejemplo, del último informe de la EPA se desprende que el 16,5% de los trabajadores no están asalariados, por el 16% de la media si se tienen en cuenta todas las personas activas del país. Además, mientras que el 63,7% cuentan con contrato indefinido, en la industria deportiva este porcentaje cae al 51,4%, y hasta un 32,1% tiene empleo temporal.
En el tipo de jornada también se dan distinciones. En el deporte el 38,7% de los contratos son part-time, por el 61,3% que son a 40 horas; este tipo de jornada es la que tienen el 86,2% de los empleados en España, por el 13,8% que tiene empleo a tiempo parcial.
