No suele protagonizar grandes shows mediáticos cada verano, ni su nombre suele aparecer vinculado a las subastas de grandes futbolistas que periódicamente se abren entre los principales clubes europeos. De hecho, un vistazo a su cartera de representados revela una cierta manera de hacer no siempre habitual en el mercado de la representación: son futbolistas que, en su mayoría, echan raíces en un mismo equipo. “Nos gusta alinear nuestros intereses con lo del jugador, porque si sólo vamos a comisión por traspaso, no funcionará”, explican Arturo Canales y Fernando Solanas, socios al frente de AC Talent.

Es una manera de trabajar con la que han convencido a Gerard Piqué, Ander Herrera, Ivan Rakitic, Xavi Hernández, Lucas Vázquez, Le Normand, Ianis Hagi, Juan Miranda o Rafa Benítez, entre otros. “Buscamos maximizar su potencial deportivo y económico, dándoles el contexto para que se desarrollen”, razona Canales, fundador de una firma que con los años se ha abierto a nuevos negocios.

La compañía nació enfocada a planificación de la carrera deportiva de futbolistas de élite y esa actividad les llevó naturalmente a diseñar también la imagen de marca de sus representados, especialmente con los proveedores técnicos. “Si miras a nuestros jugadores, verás que casi todos han sido siempre fieles a una marca, sea Nike, Adidas u otra; construir a largo plazo e invertir en relaciones estables es mucho más rentable”, comenta Solanas, que antes de sumarse a AC Talent trabajó para el gigante alemán de las tres bandas.

La empresa, que da trabajo a una veintena de personas, decidió más tarde dar otro paso adelante entrando en la intermediación de traspasos. “Nuestra política con los clubes ha sido la de establecer relaciones de respeto; saben que somos fiables, aunque en la negociación evidentemente cada uno defienda sus intereses”, sostiene Canales, sobre una actividad que suele requerir discreción y, sobre todo, capacidad para acertar.

Esta división hoy ya tiene una secretaría técnica formada por siete profesionales, que se dedican a rastrear el mercado e identificar qué futbolistas pueden encajar mejor en las posiciones que demandan los clubes, o en qué equipos podría recaer ese jugador con el que no se cuenta.

Para ello, han diseñado sus propias herramientas de análisis, lo que internamente denominan campogramas, con los que establecen una especie de ratings a cada deportista. “La intermediación es como el headhunting de alta dirección, por lo que nuestro trabajo es contar con toda la información posible para analizarla y minimizar el riesgo de fracaso”, apuntan los dos socios, quienes casi como mantra repiten que “lo que da confianza es trabajar y no hacer ruido”.

De hecho, y al margen de que su nombre aparezca en las negociaciones de los contratos de futbolistas, una de las pocas veces en las que el foco mediático ha recaído sobre AC Talent es cuando decidieron fichar a Javier Gómez a finales de 2019. “Llegó para aplicar un plan estratégico en tres años y lo ha hecho en dos”, valora Canales, sobre el reciente anuncio de que el ejecutivo valenciano regresa a la dirección general corporativa de la gestora del fútbol profesional español.

Gómez les ha ayudado a fortalecer los procedimientos de gestión interna y a afinar algunas de sus herramientas de análisis, especialmente en lo que se refiere a las finanzas de los clubes de fútbol. “Es una etapa que me ha permitido ver desde un prisma distinto la gestión de una parte del negocio del fútbol que es muy importante y entender mejor algunas cuestiones de la relación entre clubes, agentes y futbolistas que desde el otro día no veía”, razona el ejecutivo.

Su llegada justo antes de la pandemia también debía permitir a AC Talent explorar nuevos negocios, como la financiación alternativa de clubes o incluso la definición de holdings futbolísticos como el del Manchester City o, a menor escala, el del Atlético de Madrid. Sin embargo, Canales y Solanas consideran que, analizado el mercado, su valor no está ahí. “Ni aportamos valor, ni creemos que pueda ser escalable, además de que ya existen soluciones mucho más competitivas”, sostienen.

Así pues, la compañía continuará centrada en lo que consideran que es su fuerte: “diseñar cosas auténticas”, dicen, como cuando definieron con Xavi un final de carrera que combinaba bajar una marcha en lo competitivo para encontrar un destino en el que pudiera iniciar su formación como técnico, Qatar. “Cada vez es más habitual que los futbolistas pidan diseñar el día después y nosotros somos proactivos en esto; todos deberían tener un proyecto para cuando paren”, concluyen.