Barcelona ha reunido a los responsables de sus principales eventos deportivos internacionales para debatir el futuro de la ciudad como sede de competiciones de referencia. La cita, organizada por el CSIO Barcelona en el Real Club de Polo, sirvió para analizar los retos del sector y reafirmar la necesidad de una mayor colaboración público-privada para mantener la competitividad del modelo catalán frente al avance de otras ciudades y países con mayores recursos económicos.
El foro BCN Global Sports reunió a representantes de competiciones como el Trofeo Conde de Godó (tenis y vela), el Mundial de motociclismo, la Fórmula 1, el Maratón de Barcelona o la final de la Copa de Naciones de hípica. Todos coincidieron en que Barcelona mantiene un posicionamiento privilegiado en el calendario deportivo internacional, pero que este se encuentra cada vez más amenazado por las inversiones procedentes de Oriente Medio y el crecimiento de nuevos destinos europeos.
El encuentro se produce en un contexto de presión para eventos históricos. El Circuit de Barcelona-Catalunya ya conoce que compartirá el calendario de Fórmula 1 con otro GP en España en 2026, mientras que torneos como el Conde de Godó compiten con otros ATP 500 que cuentan con hasta 20 millones de euros de apoyo público, como el de Múnich. En paralelo, competiciones como la Copa América han dejado un legado que los organizadores desean aprovechar, especialmente en disciplinas con menor exposición como la vela o la hípica.
“Tenemos que ir de la mano para seguir proyectando la ciudad y mantener los eventos que ya tenemos; si Barcelona tiene que salir a comprar eventos le costará una fortuna porque hay muchos países con mayor capacidad económica para pujar”, ha reivindicado Daniel Garcia Giró, director del CSIO Barcelona, que alberga desde 2013 la final del circuito internacional de hípica. “En el pasado superamos a Nueva York, Moscú y Abu Dabi, pero ahora competimos contra talonarios”.
Desde el Trofeo Conde de Godó, Xavier Pujol remarcó que “la única manera de hacernos más fuertes es la cooperación público-privada; de cara al futuro necesitaremos mucha inversión y también mucha creatividad” para seguir siendo relevantes ante nuevos actores. “El reto es si podemos ir solos en este nuevo mundo, para hacer frente a la competencia que no solo viene de los países de Oriente Medio”.
“De cara a nuestro evento, el punto de partida era similar al del tenis: crear un evento que potenciara la ciudad, buscar esa colaboración. Ahora debemos ser audaces para encontrar patrocinadores que nos ayuden a crecer y que nos conecten con nuestros valores. En nuestro caso, la Copa América logró poner el foco en nuestro deporte y eso animó a mucha gente joven a practicar la vela”, añadió Jordi Puig.
Cristian Llorens, responsable del Maratón de Barcelona, destacó el valor diferencial de la ciudad como destino para corredores: “Competimos en calidad, no en precio, y Barcelona es una de nuestras grandes bazas”.
La sesión contó con participación institucional del Consejo Superior de Deportes (CSD) y la Diputación de Barcelona, que defendieron la necesidad de colaboración entre administraciones y promotores. Alejandro Merino, del CSD, valoró que “Barcelona ha puesto al deportista en el centro” y que “otros países están estudiando cómo lo hacemos aquí para conseguir tanto con menos recursos”.
El foro concluyó con un consenso sobre la importancia de profesionalizar los modelos de gestión, mejorar la planificación conjunta del calendario y mantener el liderazgo de Barcelona como sede internacional, apelando a su historia, capacidad organizativa y atractivo como ciudad. El objetivo, según los participantes, no debe ser “comprar eventos”, sino conservar los que ya están consolidados y generar nuevas propuestas desde el territorio.