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El campo de golf del Santander reduce capital en 9,1 millones para restablecer su equilibrio

La gestora deportiva propiedad del banco arrastraba pérdidas en los últimos años, fruto de las inversiones en un complejo que ocupa 70 hectáreas que hace dos ejercicios renovó su imagen. La empresa también gestiona los centros deportivos corporativos.

golf santander luis corralo

Banco Santander mantiene su apuesta por el golf. La entidad financiera ha aprobado una reducción de capital por 9,1 millones de euros en la gestora del campo situado junto a su cuartel general de Boadilla del Monte (Madrid), según ha podido saber 2Playbook. La operación se ha realizado con tal de “restablecer el equilibrio entre el capital y el patrimonio social disminuido como consecuencia de pérdidas”, en un movimiento que sitúa el capital social en 23,37 millones de euros y que “reafirma su apuesta por el golf y el deporte en general”, según argumentan a este medio.

Fuentes de la entidad argumentan que es una operación “de carácter meramente contable”, pues la compañía se encarga de gestionar tanto el campo de golf de la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte, como su centro deportivo y el de la sede corporativa de Santander España, en la calle Luca de Tena en Madrid. “Por ellos pasan más de 50.000 personas al año, tanto empleados del banco como usuarios externos, que también disfrutan de descuentos en el campo de golf por ser accionistas de la entidad”, aseguran.

El complejo está considerado como el séptimo mejor de España para la práctica de esta disciplina. Ubicado dentro de la Ciudad Financiera del Santander a las afueras de la capital, el campo de 18 hoyos y sus instalaciones complementarias ocupan una parcela de 70 hectáreas. Es la misma superficie de El Bosque, una zona de árboles habilitada para salir a correr, en bicicleta o incluso jugar a fútbol en unas instalaciones de tres hectáreas que incluyen centro deportivo.

Hace tres años, y con tal de revitalizar el proyecto, el equipo gestor lanzó un programa de partenariado para que distintas compañías se sumaran al proyecto. La idea era que cada empresa pudiera tener la exclusiva del sector en el que opera y, a cambio de una cuota anual, poder usar las instalaciones para la organización de eventos corporativos o deportivos con los propios empleados. El precio era de 90.000 euros anuales, de los que 24.000 euros se correspondían con servicios del club, como restauración o cursos de golf.

La oferta del complejo la completa el TaylorMade Performance Lab, uno de los seis centros de fitting que en Europa pueden decir que utilizan la tecnología de la marca deportiva. “Ofrecemos a todos los jugadores y amantes del golf, sea cual sea su nivel de juego o hándicap, un asesoramiento profesional y completo sobre su bolsa de palos, ajustando su material a las especiales características del swing de cada jugador”, explica la compañía.

Uno de los retos de la gestora es afianzar aún más su viabilidad en un momento muy complejo, pues el 57% de los campos de golf españoles no son rentables y el desplome del turismo internacional sólo agrava la situación, según el estudio El Golf, catalizador de la actividad económica de España, elaborado por IE Business School, la Asociación Española de Campos de Golf (Aecg) y la Real Federación Española de Golf (Rfegolf).

De hecho, el Santander Golf se encuadra dentro de la tipología de clubes que más retos afronta, pues no puede continuar cobrando las cuotas de sus miembros como sí pueden las entidades sociales. Estos son los que más ingresan, con 3,4 millones de euros de media, por delante de los mixtos (permiten la entrada de practicantes externos), que facturan 2,2 millones de euros de media. Muy distinta es la situación de los campos municipales, que tienen una cifra de negocio de 805.000 euros, prácticamente la mitad que los 1,4 millones de los que tienen una explotación comercial. Estos últimos son mayoría, con 190 sociedades, por los 87 que son administrados por socios.

Sin extranjeros que aterricen en España para jugar a golf, los campos que más perjuicio sufrirán los que tienen una mayor explotación comercial. Según el estudio, elaborado por el profesor José Santaló, de IE Business School, y promovido por la Asociación Española de Campos de Golf (Aecg) y la Real Federación Española de Golf (Rfegolf).

El 41% de los campos que subsisten con la cuota de sus socios son rentables, muy próximo al 42,7% genera. Las cuotas suponen un 70% de los ingresos para este tipo de campos, lo que les permite amortiguar el golpe de la pandemia mejor.

Por su parte, el 40% de los campos denominados comerciales también firman beneficios, mientras que la media la aumentan los mixtos, cuyo porcentaje de campos rentables alcanza el 44%. En estos casos, penaliza notablemente que el 26,3% de su facturación media provenga de la venta de green fees y que el 6,7% de los ingresos llegue del alquiler de equipos de golf que actualmente están, en muchos casos, en el almacén.

En el caso de los gastos, a pesar de que no haya turismo deportivo, los campos de golf españoles necesitan un mantenimiento que supone el 18,8% de su presupuesto, en el que el gasto en personal es casi la mitad de los gastos anuales (44,5%).

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