Fútbol femenino, el aspirante a negocio sostenible tras el ‘boom’ de jugadoras federadas en España

En el país hay ya más de 78.000 futbolistas con licencia y se han logrado audiencias de 4,6 millones, como en la reciente final de la Copa de la Reina. Pese a ello, el negocio y la profesionalización de la Liga F crece a menor ritmo que otras ligas.

Alexia FC Barcelona Barça Femenino Champions 2023

El fútbol femenino en España vive momentos de cambio. Momentos de inversión e interés por todas las vías. Desde el Gobierno, que ha profesionalizado su Primera División y ha comprometido 33 millones de euros en ayudas finalistas a la Liga F y sus clubes, pasando por los propios equipos, los principales organismos deportivos, los patrocinadores y, sin duda, el factor diferencial: la sociedad. A pesar de que muchas marcas y clubes aún lo ven como una pata social o de RSC, el fútbol practicado por mujeres se contempla ya como un área más dentro de los organigramas deportivos de los clubes. Ahora falta que también se independice y cada club y organismo defina una estrategia específica para ampliar y optimizar su estructura femenina. El reto es que los equipos inviertan más recursos y personal en generar un modelo de negocio que absorba toda la creciente demanda y convierta los proyectos en sostenibles. Este y otros factores se analizan en la nueva serie Radiografía del fútbol femenino como industria, previa al Mundial de Australia y Nueva Zelanda y realizada en colaboración con 4-Football.

Para aprovechar al máximo el boom y la posición de potencia del fútbol femenino que tiene España, con el Barça como vigente campeón de la Champions League femenina y una Selección Española que cuenta en sus filas con Alexia Putellas y Aitana Bonmatí, una doble ganadora del Balón de Oro y una top-5 del mundo, respectivamente, se requieren muchas iniciativas, pero principalmente, la diferenciación de la competición profesional ante actuales (y, sobre todo, nuevos) consumidores, ante marcas y ante grupos de inversión.

Alexia, Aitana y muchas más son ya iconos mundiales del fútbol femenino y referentes para todas las jóvenes jugadoras que sueñan con ser algún día futbolistas profesionales. Por lo tanto, son, también, un importante reclamo comercial y mediático del próximo Mundial, que arranca en apenas dos semanas. Un ejemplo: Alexia es la segunda futbolista más influyente del mundo, con 2,9 millones de seguidores sólo en Instagram y un valor mediático para las marcas de más de 100.000 dólares por publicación en esta red social, según un reciente informe de Nielsen. En este mismo estudio aparecen dos jóvenes promesas españolas, Athenea del Castillo y Salma Paralluelo, que se sitúan en el top-10 que más han crecido en seguidores en sus redes. Hoy, la primera cuenta con 310.000 seguidores, y la segunda, con 143.000 followers.

Alexia, doble Balón de Oro, es la segunda futbolista más influyente del mundo: supera los 2,9 millones de seguidores sólo en Instagram

Este seguimiento de las jugadoras es un soplo de confianza para el ecosistema fútbol femenino y genera niñas futbolistas. El número de fichas femeninas en el listado de jugadoras que agrupa la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ya se sitúa por encima de las 78.000. En concreto, la última actualización a cierre de 2021-2022, apuntaba a que había 62.493 licencias de fútbol 11 a las que se sumaban otras 15.562 de fútbol sala. En ambas modalidades, el crecimiento es notable: las fichas en fútbol 11 aumentaron un 33% por el 50% del fútbol sala. Es cierto que 2020-2021 todavía arrastraba algún impacto de las restricciones Covid, pero la base, clave en este impulso del fútbol femenino, se recuperó con fuerza tras la pandemia.

La clave de estas cifras son las más de 6.000 niñas en edades iniciales del proceso formativo (pre-benjamín y benjamín) que tiene fichadas la RFEF en su análisis, y que a buen seguro mirarán con atención este verano el Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda, donde hay muchas figuras a seguir, como las mencionadas Alexia, Aitana, Athenea y Salma Paralluelo, entre otras, y a sabiendas que hay algunas que no irán por las actuales discrepancias con la Rfef.

¿Pero cuántas de esas niñas podrán llegar a ser jugadoras profesionales? Y, sobre todo, ¿en qué condiciones? En la última temporada, los clubes de la profesionalizada Liga F asumieron unas pérdidas conjuntas de 19,9 millones de euros, según datos del Consejo Superior de Deportes (CSD). Esto significa que, de media, cada equipo –de los 16 que conforman la categoría– registró unos números rojos de casi 1,2 millones. ¿Cada club perdió lo mismo? Lógicamente, no. Aquí está otra de las claves del fútbol femenino español: como sucede en el masculino, la horquilla de presupuestos por equipos es muy ancha.

En Liga F han competido esta temporada equipos con 850.000 euros de ingresos previstos, como el FC Levante Las Planas, contra gigantes del fútbol femenino europeo como el FC Barcelona, que ya factura 12 millones con su equipo femenino. El presupuesto medio de gasto en 2021-2022 se situó en 3,14 millones de euros, excluidos Barça y Real Madrid, que destinaron 7,52 millones y 4,76 millones de euros, respectivamente. Es un importe muy superior al que se obtiene con ingresos, razón por la que los clubes de élite cerraron esa temporada con unas pérdidas conjuntas de 20 millones.

Hoy la inversión se está centrando, sobre todo, en la contratación de mejores jugadoras y la profesionalización de sus contratos y el entorno en el que desarrollan su actividad. Por el contrario, aún son pocos los equipos que han creado estructuras de gestión y negocio específicas para el fútbol femenino. En la actualidad, hoy las secciones de equipos de LaLiga utilizan los recursos ya existentes a nivel corporativo, al igual que la propia Liga F ha optado por contratar a LaLiga como agente comercial exclusivo para la búsqueda de patrocinios.

Este es un deje que ya se achaca al fútbol profesional español y se está subsanando con LaLiga Impulso, como es la falta de músculo de personal de oficinas en comparación con sus homólogos de Premier League o Bundesliga.

 

Sus grandes socios: LaLiga, Dazn y la Administración

El auge del fútbol femenino ha traído consigo también un aumento del interés de los clubes de LaLiga. En Liga F, el 75% de los equipos son secciones profesionales de clubes del fútbol profesional masculino, hecho que no sucedía hace tan solo un par de temporadas. Es decir, sólo existen cuatro equipos independientes: Madrid CFF, UD Granadilla Tenerife, FC Levante Las Planas y Sporting Huelva.

Ninguno de estos cuatro se sitúa en la zona alta de presupuestos de la categoría, aunque el equipo canario sí cuenta con una importante ayuda de la administración pública. El Gobierno de Canarias le inyectará 1,6 millones hasta 2025, y el Cabildo de Tenerife se posiciona como su principal mecenas con 1,2 millones anuales.

La apuesta de la Administración Pública por el fútbol femenino es evidente también en los equipos ligados a clubes de LaLiga. La Real Sociedad, por ejemplo, percibe 165.000 euros de subvención de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Las txuri-urdin lograron el subcampeonato el pasado curso tras consolidar una estructura profesionalizada, que lidera la entrenadora Natalia Arroyo. El club acaba de anunciar la creación de su cuarto equipo femenino. La apuesta por la cantera resultará clave “tanto para nutrir de talento al equipo, como para luego generar importantes ingresos con la venta del mismo, porque será un nuevo revenue stream con el que no se contaba”, destaca Albert Vallbona, director y cofundador de 4-Football.

El fútbol femenino “es una ola que para nada está en su máximo. De hecho, la ola ni ha roto aún. Estamos en una fase muy primaria con todo por hacer”, destaca Albert Vallbona (4-Football)

El presupuesto de la Real, de 2,8 millones en 2021-2022, se sitúa en la zona media-alta de la Liga F. En el fútbol femenino la comparación se continúa haciendo por la vía del gasto, que todavía duplica a los ingresos. La pasada temporada, los ingresos ordinarios conjuntos ascendieron a 18,1 millones de euros, por los 38,2 millones de gasto. Eso sí, tres equipos (Barça, Real Madrid y Atlético de Madrid) coparon el 40% de las pérdidas de la categoría.

En este punto cabe destacar la rentabilidad que alcanzará el Barça este año. El club ha logrado alcanzar los 12 millones de presupuesto y no perder dinero. ¿Cómo? Con la principal vía de ingresos y potenciador del fútbol femenino: el patrocinio. La sección blaugrana prevé cerrar este curso con 8 millones facturados, con varios acuerdos que son exclusivos para el femenino. “Es una ola que para nada está en su máximo. De hecho, la ola ni ha roto aún. Estamos en una fase muy primaria con todo por hacer, las marcas se están comenzando a interesar mucho más en dar visibilidad al fútbol femenino por su atracción a nuevas audiencias”, apunta Vallbona.

Carlota Planas, cofundadora de Unik Sports Management, agencia de representación y marketing especializada en fútbol femenino, concuerda con Vallbona. “Lo hemos notado. Te podría explicar mil anécdotas que plasman el crecimiento”, asegura. En su caso, en un contexto más específico relativo a acuerdos entre marcas y jugadoras de élite, la agente afirma que “las marcas deben seguir entendiendo el valor que tiene vincularse con ellas para llegar al público; son jugadoras que han conectado con la audiencia. Toda la gente que estaba desconectando con el masculino o que no le gustaba el fútbol, han vuelto a conectar con el femenino”. Por ello, Planas es defensora de la idea de que “el fútbol femenino tiene que hacer su propio camino”.

Y para ello, la visibilidad es indispensable. Ahí entran las cadenas de televisión y las OTT. Dazn ha emergido como el grupo audiovisual que más apuesta por el fútbol femenino, y entre sus inversiones, también ha adquirido los derechos de la Liga F, con un acuerdo en exclusiva y global valorado en 35 millones hasta 2027. La competición también vendió el naming, a la teleco Finetwork, que ahora dice que no tiene por qué pagar los 4 primeros millones del contrato de 15 millones que firmó con la liga. Un roto cuya responsabilidad es ajena a la liga, víctima en este asunto de la empresa alicantina, pero que contrasta con la consolidación de los socios que tienen rivales como la Women’s Super League inglesa, que tiene como title sponsor a la financiera Barclays con un contrato récord en el deporte femenino de Reino Unido: 30 millones de libras (35 millones de euros) para el ciclo 2022-2025, el doble que en el trienio anterior.

El consumo de fútbol femenino, al alza, ya registra cifras alentadoras en pos de su sostenibilidad presente y futura. La reciente final de la Copa de la Reina la vieron 4,6 millones de espectadores en RTVE en algún momento del partido, mientras que la Selección Española atrajo a 3 millones de personas en los cuartos de final de la pasada Eurocopa. La final de la Champions, que se llevó el Barça y que en España se pudo seguir a través de Dazn (incluyendo su canal de YouTube) y de RTVE, fue seguida por más de 50 millones de personas sólo por Dazn. Cifras récord que constatan informes recientes, como el del Fenómeno Fan en el deporte femenino, un informe, promovido por la asociación del Deporte Español (Adesp) junto con Sportnet4Women, en el que se destaca que el 48% de la población española sigue la Liga F.

Al respecto, y a falta de conocerse más datos sobre las audiencias en la OTT de Dazn, las cifras de visualizaciones de los partidos que emite la plataforma en su canal de YouTube hablan de una audiencia mínima de 20.000 clics, y entre 100.000 y 200.000 pinchazos en los partidos de Barça y Real Madrid, con un pico superior al medio millón de visualizaciones en El Clásico femenino. Echando un vistazo al exterior, hay margen de mejora para alcanzar los 125.000 telespectadores por partido que, de media, tuvo Sky la pasada temporada en los partidos de la Women’s Super League que emitió en directo por su canal deportivo, según cifras ofrecidas por el propio grupo audiovisual.

 

Más dinero por traspasos y nuevo convenio colectivo

Por último, cabe resaltar la fuerza con la que está creciendo el mercado de traspasos en el fútbol femenino. En 2022 ya superó los tres millones de dólares, según datos de FIFA, y el Barça realizó el fichaje más caro de la historia del fútbol femenino: 400.000 euros por la inglesa Keira Walsh.

Actualmente, liga y sindicatos están negociando el primer convenio colectivo profesional: las futbolistas piden un mínimo de 30.000 euros

Lógicamente, Walsh se situará en la zona alta de salarios de una liga que negocia el primer convenio colectivo profesional. Las futbolistas piden un mínimo de 30.000 euros, y la competición propone 19.000 euros, según la última oferta anunciada por los sindicatos.

Este punto es clave en la gestión de los presupuestos y la profesionalización de un fútbol femenino que tiene todavía un alto potencial de crecimiento. Eso sí, en este trayecto, la sostenibilidad y la independencia del dinero del fútbol masculino también han de ser claves de este acelerón del fútbol femenino para que no se frene y tenga un largo recorrido.

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