El Gobierno italiano compromete 1.000 millones de euros para los Juegos de Invierno de Milán-Cortina 2026. El Ejecutivo ha anunciado que la inversión irá destinada, principalmente, a la mejora en la red de carreteras entre las diferentes ciudades donde se celebrarán las pruebas.

Italia ya había comprometido 56 millones de euros en apoyar la candidatura olímpica y en abril del año pasado, antes de la adjudicación de la sede, había garantizado otros 415 millones de euros en inversión en infraestructuras. Es decir, el país transalpino doblará la aportación inicialmente prevista. Las previsiones eran que la cita generase un impacto económico de en torno a 2.300 millones entre 2019 y 2026, aunque se desconoce el ajuste provocado por la Covid-19.

El anuncio de la inversión, de hecho, se produce en plena segunda ola de contagios por Covid-19 en Europa. En el caso de Italia, el país ha decretado el cierre de la hostelería y otros comercios para tratar de frenar el avance de la pandemia. Vincenzo Novari, al frente de la candidatura italiana, ha asegurado que “es una forma eficiente de desarrollo económico para realizar proyectos que los ciudadanos estaban esperando”.

Paola Micheli, ministra de infraestructuras y transporte del Gobierno italiano, ha afirmado que “los trabajos que serán financiados mejorarán las conexiones para los Juegos pero están concebidos para ser mantenidos en el tiempo”. Las labores de mejora de las carreteras se realizarán en las regiones de Lombardía, Veneto, Trento y Bolzano.

Todos los proyectos deberán estar listos para febrero de 2026, cuando tendrá lugar la cita olímpica. El presupuesto total de la candidatura italiana es de 1.500 millones de euros, aunque en él no se incluía el gasto en infraestructuras, bien de transportes, bien de construcción de estadios.

Según los acuerdos firmados con el Comité Olímpico Internacional (COI), los estadios que se levanten con motivo de los Juegos de Invierno deberán ser financiados por la iniciativa privada. En virtud del proyecto presentado al organismo, que ganó a la candidatura sueca, Italia ya contaba con el 93% de las infraestructuras necesarias construidas.