El golf valenciano pide poder volver a jugar. La Asociación de Campos de Golf de la Costa Blanca y la Comunidad Valenciana alega "discriminación respecto a otras comunidades autónomas en las que sí están abiertas las instalaciones", y recuerda “el efecto tractor” de este deporte en la región, donde su impacto económico directo e indirecto alcanza los 745 millones de euros.
“Económicamente, este cierre forzoso está generando un verdadero desastre ya que un campo de golf trabaja con componentes vivos como son el césped, su fauna y flora, que se han de seguir manteniendo, esté la actividad abierta o cerrada. Por tanto, hay que seguir asumiendo esos gastos, aunque se esté cerrado y no haya ningún ingreso. Los daños y perjuicios serán irreparables a corto y medio plazo, provocando además un incremento en el gasto público inmediato en forma de Ertes, etc.”, ha destacado la asociación en un comunicado.
Además, la patronal de los campos valencianos defiende que el golf genera anualmente 9.400 puestos de trabajo en la Comunidad Valenciana y medio millón de pernoctaciones en hoteles de la región.
Para defender su solicitud, el sector hace hincapié en que el golf es un deporte “especialmente seguro” al disputarse al aire libre, con una distancia de seguridad obligatoria –para evitar ser golpeado por una bola o palo de golf– y en grupos reducidos, “que no pueden ser de más de cuatro jugadores por partida, y cada uno jugando con su propia bola”.
Recientemente, la Asociación Española de Campos de Golf (Aecg) reclamó la aplicación del tipo reducido del IVA del 10% o la exoneración del pago de las cuotas a la Seguridad Social y la bonificación del IBI para los campos de golf en 2021 como medidas urgentes del Gobierno “para la recuperación del sector”. El turismo de golf genera 12.700 millones anuales a la economía.
