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Vuelco a la escalada: Federación, Indoorwall y Climbat pactan para revivir el mapa competitivo

El organismo presidido por Alberto Ayora mantiene el contrato con Climbat hasta 2025, firmado por la anterior junta. El operador, a su vez, ha alcanzado un acuerdo con Indoorwall para coorganizar las competiciones en exclusiva.

Escalada 2021 España

La Federación de Deportes de Montaña y Escalada (Fedme) quiere dar una nueva vida a su actividad y sus competiciones. En apenas quince días vivió el oro olímpico de Alberto Ginés y la inclusión del esquí de montaña en los Juegos de Invierno de Corintia-Milano. Entre los frentes abiertos estaba, precisamente, la organización de la mayor parte de sus competiciones de escalada, que ahora recaerán en manos de Indoorwall vía Climbat. El objetivo: usarlas de palanca comercial junto a su centenario para impulsar la base de practicantes y el ecosistema.

“Cuando llegamos a la federación nos encontramos un contrato recién renovado con Climbat hasta 2025”, explica a 2Playbook Alberto Ayora, presidente de la Fedme. “En aquel momento ese contrato podía cumplir las necesidades de la federación, pero tras ser olímpicos ya no se adapta a las exigencias de la federación internacional y no se valoró bien esa nueva situación”, asegura.

¿Cómo se fragua la nueva relación a tres bandas? Primero, por la imposibilidad de romper unilateralmente el contrato con Climbat sin una importante indemnización. Segundo, porque con la inclusión de la escalada como deporte olímpico la federación internacional obliga a introducir nuevos requisitos técnicos para realizar las competiciones. Principalmente en la homologación de vías y metros de competición para las pruebas de dificultad, las que están en manos de Climbat.

Dado que los rocódromos de esta empresa no cumplen los requisitos, se generó una situación de bloqueo. Y ahí es donde Indoorwall irrumpió como alternativa. En primer lugar, con la propuesta de organizar su propia competición, haciéndola coincidir en el tiempo con la oficial. Israel Macià, su consejero delegado, explica a 2Playbook que el bloqueo existente “nos llevó a esta decisión para que se movieran fichas, y se han movido”.

Desde Climbat, por su parte, argumentan que la gestión sigue estando en sus manos, y el acuerdo con Indoorwall es posible "gracias a una mirada amplia basada en la búsqueda de nuevos horizontes y la buena voluntad para favorecer el correcto desarrollo deportivo de las competiciones". 

¿Cómo es ahora la relación? El acuerdo entre Fedme y Climbat sigue vigente y en las manos del operador está la posibilidad de adjudicar dichas competiciones a terceros. En este caso, a Indoorwall, que se ha asegurado la exclusiva en la organización para operarlas junto a Climbat. “Es un acto de madurez dar este paso, pero no podría salir adelante si la federación no estuviera en el barco”, afirma Macià. Su cadena de rocódromos, de hecho, quiere ir más allá e incluso ya plantea asumir las competiciones de boulder, otra de las modalidades dentro de la escalada.

Indoorwall trató de crear su propia competición para forzar cambios en el ecosistema de la escalada

Las pruebas de velocidad y boulder de la Fedme pueden ser adjudicadas a otros operadores al no estar incluidas en el acuerdo con Climbat. Actualmente están en manos de la agencia B3 Sportainment a través del escalador Celso Martínez Finuco, embajador del centenario de la federación.

Es esta agencia la que se está encargando de las relaciones con los ayuntamientos para que estas pruebas lleguen al centro de las principales ciudades, como Madrid, Barcelona u Oviedo. “Tiene que ser un año para aprovechar el momento de visibilidad, hay que salir a la calle y, a ser posible, replicar los muros olímpicos como escaparate”, explica Ayora.

En una línea similar se mueve Indoorwall, que asegura querer “construir un proyecto 360 con la federación”. “No podemos quedarnos solo en la parte competitiva ni en las pruebas de dificultad. Tenemos los recursos y los centros, pero necesitamos homologar cursos para montadores de vías, trabajar una base de cantera, programas de detección de talento y diseñar un plan de expansión propia a la par que garantizamos una mayor visibilidad al circuito con instalaciones adecuadas y circuitos capaces de atraer patrocinadores”, subraya Macià.

Desde Climbat, sin embargo, lamentan que tras remitir las propuestas de calendario a la Fedme, aún no ha obtenido respuesta. Desde la cadena explican a este diario que existe "falta de comunicación y diálogo por parte del organismo federativo y su presidente". 

Y es que la escalada deportiva, pese al boom que vive en España incluso previo al oro olímpico de Ginés, aún está en una fase incipiente de su desarrollo. “Es un período de transición”, recalca Ayora. “Tenemos que trabajar en equipo, tanto con los rocódromos como con las federaciones territoriales, pero también siendo conscientes que la actual junta acaba de aterrizar y tenemos que recomponer y modernizar nuestra estructura para impulsar nuestros deportes”.

Una vez solventada la papeleta en la gestión de las competiciones, el gran reto es el trabajo en la base de escaladores. “Somos conscientes que hacen falta programas de formación de técnicos que ayuden a los rocódromos; y que al tener homologaciones oficiales de tiempos, vías y formadores los propios centros nos van a ayudar a crear un programa de detección de talento”, destaca Ayora.

La inversión para poner en marcha un rocódromo no suele bajar de los dos millones de euros. Para adecuarlo a los estándares internacionales es incluso superior, de entre tres millones y cuatro millones de euros. La Fedme, pese a contar con unos fondos propios de 800.000 euros, acumulados con los superávits de ejercicios anteriores, no tiene capacidad para poner en marcha su propia instalación de tecnificación.

De ahí que la colaboración público-privada cobre especial relevancia. “En la escalada no existen clubes o estaciones de nieve públicas, como pasa con el esquí y otros deportes, y la inversión es muy elevada, así que estamos obligados a entendernos”, coinciden ambos directivos.

Indoorwall, hasta ahora, ha financiado su expansión con recursos propios, y es su gran aval para convertirse en el principal socio de la Fedme. La federación, por su parte, espera que la inclusión de la escalada y el esquí de montaña como deportes olímpicos traiga más ingresos vía subvención, al igual que la nueva estrategia del CSD de vincular las ayudas a proyectos y no solo al rendimiento deportivo. “Sabemos que saldremos beneficiados, pero en lo que estamos trabajando es en aumentar los ingresos por patrocinio y aprovechar este momento, no por ayudas públicas”.

“Hasta ahora siempre hemos tenido un problema de reparto del pastel y cada uno hemos mirado a un lugar distinto. No ha habido ni una estrategia de formación, ni de estructura, ni programas para fomentarlo entre la base… Pero tras ser olímpicos y con la llegada de Alberto Ayora a la presidencia notamos más sintonía, ganas de cambio y de impulsar la escalada y, si la federación tiene voluntad de trabajar en conjunto, la combinación saldrá adelante para aprovechar este momento”, zanja Macià.

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