Netflix continúa consolidando su modelo de eventos “breakthrough” (rompedores). La plataforma de streaming ha vuelto a apostar por una cita puntual, pero con la que espera captar la atención a nivel global de millones de espectadores. Se trata del del combate entre Saúl Canelo Álvarez y Terence Bud Crawford, que se celebrará el 13 de septiembre en Las Vegas. Esta apuesta se enmarca en una estrategia de contenido en directo que ya ha mostrado éxito con la NFL, WWE o la velada Tyson–Paul.

El evento reunirá a dos referentes del boxeo libra por libra: Canelo (62-2-2, 39 KO), campeón unificado del peso supermedio, y Crawford (41-0, 31 KO), invicto y bicampeón indiscutido. La pelea será retransmitida en directo sin coste adicional para los suscriptores, en línea con la política de Netflix de incluir estos eventos dentro de la suscripción básica para atraer a nuevos clientes.

Esta apuesta refuerza la línea estratégica que Netflix ha adoptado en los últimos años: optar por eventos singulares con alto potencial de conversación y captación, sin comprometerse a largos derechos de temporada. Tras poner a prueba su capacidad técnica con la velada Tyson–Paul y los partidos navideños de la NFL, que acumularon audiencias de entre 28 y 108 millones pese a algunos fallos técnicos, Netflix ha visto recompensada su aproximación al directo.

La promoción previa incluye una gira de prensa por Riad (20 junio), Nueva York (22 junio) y Las Vegas (27 junio), coordinada con socios como Fanatics Fest y TKO, que busca amplificar la repercusión del combate. Desde el punto de vista comercial, Netflix refuerza el uso de estos eventos para generar engagement, conversación global y potencial aumento de suscriptores.

Aunque no se han revelado cifras de inversión, el éxito con Tyson–Paul ya impulsó la adquisición de 1,4 millones de nuevos usuarios tras esa emisión . Esta dinámica se considera central en su modelo: emisión puntual de eventos masivos que permitan posicionar a Netflix como plataforma de destino.