Si 2020 ha sido especialmente complejo para Adidas, el año que acaba de arrancar no lo será menos. Tras devolver el rescate al Gobierno alemán y emitir nuevos bonos, la compañía se ha dado hasta marzo para explorar la venta de Reebok. Su situación financiera ha mejorado y también espera que lo hagan las ventas a partir de 2021, un año en el que los analistas prevén que su cifra de negocio alcance 22.734 millones de euros, un crecimiento del 15% interanual.

A falta de conocer los resultados para el último ejercicio, la previsión de los analistas es que los ingresos se sitúen en 19.769 millones de euros en 2020. De confirmarse, supondría una caída del 16% interanual, sólo aminorada en la segunda mitad del año, en el que las ventas cayeron únicamente un 6%.

De cara a 2021 los analistas se muestran más optimistas, pues pronostican un avance interanual del 15%. Eso sí, no será suficiente para recuperar todo el negocio perdido en 2020 como consecuencia de la Covid-19. Las ventas de la compañía fueron de 23.640 millones en 2019, casi mil millones más de lo que se estima que alcanzará Adidas este año.

Lo mismo sucederá con su beneficio neto, que en 2020 se hundirá hasta 424 millones de euros, según las firmas de análisis, una caída del 78% respecto a 2019. La marca alemana, incluso, había entrado en pérdidas durante el trimestre del confinamiento y, aunque en los seis meses siguientes logró volver a presentar beneficios, estaban lejos de igualar la rentabilidad de 2019.

El impacto es significativo, pues en 2019 Adidas logró incrementar su beneficio neto un 45%, hasta 1.702 millones de euros. De cara a 2021 tampoco logrará igualar su resultado, y sus ganancias se situarán en 1.574 millones de euros, según los analistas. En otras palabras, pese a que la compañía muestre síntomas evidentes de recuperación, el golpe de la Covid-19 durará más allá de los próximos doce meses.

Adidas volverá a la senda del crecimiento en 2021, aunque no recuperará su cifra de negocio previa a la Covid-19

Lo que no se ha especificado es el impacto de la pandemia sobre el negocio de Reebok. A cierre de los nueve primeros meses de 2020, la marca estadounidense presentaba una caída en las ventas del 22%, hasta 1.003 millones de euros, y apenas aportaba el 9% del negocio de Adidas.

No es un hecho aislado, pues desde que Adidas comprase Reebok en 2005 por 3.100 millones, los ingresos de la firma de Massachussets, lejos de crecer, hayan caído un 12,6% hasta 2019. Es más, en los quince años de tándem Adidas-Reebok, la marca estadounidense no ha logrado alcanzar la rentabilidad.

Pese a todo, la mejora en los resultados en el segundo semestre de 2020 y las buenas previsiones para 2021 han movido a Adidas a realizar la devolución del primer pago de 500 millones de euros al Gobierno alemán. El Ejecutivo presidido por Angela Merkel había concedido a la compañía un préstamo de 3.000 millones de euros.

Ahora, el montante que restaba del préstamo ha sido sustituido por una línea de crédito de 1.500 millones de euros a través de diferentes entidades bancarias, con un plazo de vencimiento de cinco años.

Finalmente, a expensas de conocer los resultados finales de 2020, Adidas disponía de un flujo de caja de 3.224 millones de euros, un 37% más que el año anterior, mientras que su deuda neta se ha triplicado, hasta 1.092 millones de euros.