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Deporvillage duplica suelo logístico para cerrar 2020 con 110 millones de facturación

El hub del ecommerce deportivo, ubicado en el centro logístico Sallent (Manresa), cuenta con una superficie de 15.000 metros cuadrados. La necesidad de ampliar dimensiones se produce por un pico de demanda que llevará a la empresa a doblar su negocio.

Xavier Pladellorens y Ángel Corcuera, founders Deporvillage

Deporvillage duplica su tamaño en 2020. El ecommerce deportivo ha vivido uno de los mejores ejercicios de su historia, aupado por los cambios en la tendencia de consumo provocados por la pandemia. La empresa esperar cerrar el año con una facturación próxima a 110 millones de euros, el doble respecto a 2019. Para poder mantener el ritmo de crecimiento en ventas y volumen de pedidos, también ha duplicado su superficie logística, hasta 15.000 metros cuadrados.

Deporvillage no cuenta con un hub en propiedad, sino que tiene en alquiler un espacio dentro del centro logístico Sallent (Manresa). “No hemos tenido que realizar ninguna inversión”, explica a 2Playbook Xavier Pladellorens, cofundador y consejero delegado de la compañía. “Pagamos una cantidad variable sujeta al metro cuadrado alquilado y por pedido preparado”, desvela el ejecutivo.

Esta es la mayor ampliación de suelo logístico que ha realizado Deporvillage hasta la fecha. En 2017 el grupo catalán también duplicó las dimensiones de su almacén, que pasó de 3.000 metros hasta 6.000 metros cuadrados. Posteriormente, ganaría otros 1.000 metros para hacer frente al ritmo de crecimiento del portal, que el año pasado procesó más de 700.000 pedidos.

Por ahora, Pladellorens asegura que “no nos planteamos la compra de una nave propia, ya que este modelo nos permite mucha flexibilidad”. Actualmente la empresa cuenta con más de 50 empleados, incluyendo las nuevas contrataciones que se han realizado en el almacén tras su ampliación, la previsión es “seguir aumentando la plantilla y la estructura a medida que crezca la empresa”.

Deporvillage, por dos: duplica ventes, centro logístico y pedidos

Deporvillage duplicó pedidos entre julio y septiembre, los tres meses en los que la demanda de artículos deportivos fue más fuerte en España. De su almacén salen más de 4.000 pedidos al día, que se multiplican cuando coincide con picos de demanda como el black friday, escenario en el que la empresa también espera doblar ventas respecto al año pasado, hasta alcanzar ocho millones en ingresos.

“El aumento en las ventas no va a llegar por ser más agresivos con los precios”, subraya Pladellorens. “Este año, de hecho, será más comedido que en los anteriores, especialmente en categorías como el ciclismo o la tecnología, que ya tienen una fuerte demanda; los vamos a vender igual y aparte corremos el riesgo de quedarnos sin stock ni reposición”, señala.

Los planes pasan por alcanzar una facturación de 500 millones de euros en 2025, lo que supondría que cada año Deporvillage facturaría 100 millones más que el anterior. “Estamos en posición de abordarlo de forma orgánica, sin tener que recurrir a ampliaciones de capital ni estudiar otras opciones, ya que somos rentables desde hace tiempo”, sostiene Pladellorens.

Deporvillage cerró 2019 con un beneficio neto de 800.000 euros, según figura en las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil. El directivo no desvela el resultado que espera obtener en 2020, aunque sí indica que “el crecimiento será muy superior”. Es decir, no sólo seguirá aumentando la cifra de negocio, que la rentabilidad lo hará de forma proporcional.

Deporvillage prevé facturar 500 millones de euros en 2025

“Las empresas online nos hemos beneficiado mucho de esta situación, aunque también ha sido difícil en muchos aspectos, pero no hemos tenido tantos problemas como otras compañías offline que no estaban preparadas digitalmente”, subraya Pladellorens. En el caso del ciclismo ha sido incluso más significativo, pues al boom de la demanda se añade que la venta se apoya en gran medida sobre los puntos físicos.

Deporvillage ha iniciado los contactos para integrar nuevas marcas en su ecommerce, donde se encuentran algunas como Shimano, BH Bikes, Mavic, Massi, Scott, pero no Orbea, Canyon, Mammoth, Merida ni otras grandes firmas del sector ciclista. “Queremos distribuir una cantidad importante de bicicletas”, asegura Pladellorens sobre el próximo reto de la empresa.

“La venta de bicicletas siempre ha sido más reticente al canal online, pero eso está empezando a cambiar; por un lado tenemos el caso de éxito de Canyon, que ha abierto el camino al resto y, por otro, las nuevas tendencias de consumo que ha traído la pandemia”, sostiene el directivo. “Todo va llegando, ya está empezando a cambiar y se nota, al igual que en otros segmentos del deporte como la electrónica o el fitness”.  

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