Campus Promete es uno de los clubes más jóvenes de Liga Femenina Endesa, pero también con más historia. El equipo de Logroño ha logrado consolidar su proyecto con ocho años consecutivos en la élite con una apuesta por la formación de talento joven. De los 700.000 euros de presupuesto que maneja en 2021-2022, en torno a 550.000 euros se destinan al equipo profesional. Ahora se busca otro patrocinador principal que inyecte más recursos económicos y haga más sostenible el club.
“Si hacer rentable un equipo profesional es complicado, sostener una estructura tan amplia de cantera lo es aún más”, explica a 2Playbook David Martín, presidente del Campus Promete. De ahí que desde el club abran la puerta a la entrada de un nuevo patrocinador principal, sin descartar ninguna fórmula.
“Tenemos abiertas todas las opciones, desde compartir un title sponsor con la fundación, a otro tipo de visibilidad, en función de la aportación”, asegura. El club mantiene conversaciones con diferentes marcas, aunque por ahora no hay ningún acuerdo cerrado. Aun así, Martín reconoce la dificultad de llegar a marcas fuera del entorno riojano, con una apuesta económica superior y de proyección nacional.
“Aún es muy complicado que quieran apostar por deporte femenino porque no tenemos la misma visibilidad”, lamenta. “Es cierto que cada vez más marcas están entrando, pero la visibilidad es nuestro gran hándicap, y lo que más nos cuesta es llegar, porque una vez se introducen y conocen los proyectos la labor de convencer es más sencilla”, sostiene.
Más del 90% de sus ingresos ordinarios proceden de las subvenciones del Ayuntamiento de Logroño y el Gobierno de La Rioja. A falta de conocer el importe del Ayuntamiento para este año, la comunidad autónoma aportó 119.000 euros en 2020-2021. El déficit generado entre los ingresos y el presupuesto lo cubre cada año la Fundación Promete, propietario del club.
La fundación entró como patrocinador del club y se hizo con su gestión en 2013. El club original nació en 1992 bajo el nombre CB Las Gaunas. Fue esa misma temporada, 2013-2014, cuando se logró el ascenso a Liga Femenina Endesa, donde permanece desde entonces. Su aportación oscila cada año en torno a los 250.000 euros para el equipo profesional, a lo que se añade la inversión en la cantera.
De esta forma, el club ha logrado cerrar cada temporada en equilibrio entre gastos e ingresos, aunque Martín se ha marcado como reto “minimizar el peso económico de la fundación”. “Sabemos que estamos en La Rioja y somos un club joven, pero ya hemos definido una identidad, tenemos trayectoria en la élite y un proyecto de cantera y formación atractivo”.
Actualmente el club cuenta con una veintena de equipos y 180 jugadoras desde categorías infantil a junior. A ello hay que añadir los convenios de colaboración con escuelas, donde más ha impactado la pandemia. “Hemos notado un abandono de la actividad generalizado, no solo en nuestro club, sino también en los equipos escolares. Es un golpe fuerte, pero nos tiene que servir para dar una vuelta de tuerca a estas relaciones y ver como reorientar el proyecto de escuelas”, subraya.
También entre los abonados se ha notado la crisis. Actualmente son 140 los socios del Campus Promete, y el pico de asistencia ha llegado a 400 espectadores. “Antes los picos podían superar fácilmente los 600. Creo que la pandemia ha hecho descubrir a muchas personas que pueden ver baloncesto femenino en medios digitales, porque aún es gratuito, y eso nos está pasando factura a los clubes”.
La generación de ingresos por la venta de derechos audiovisuales es uno de los grandes retos en la hoja de ruta hacia la profesionalización de la Liga Femenina Endesa. Al igual que los directivos de los otros clubes consultados por 2Playbook, Martín afirma que “vamos de la mano de la FEB, tenemos reuniones constantes tanto con ellos como con la Asociación de Clubes y la de jugadoras, y estamos haciendo avances notables”.
Para ello, además, apunta al CSD como factor fundamental en la profesionalización: “Estamos definiendo los modelos de estructura, pero necesitamos un empuje por su parte. Los clubes no podemos ir a pulmón porque el camino hacia la profesionalización exige un gran esfuerzo económico y de estructura, pero tras arrancar el proyecto en la final de la Copa de la Reina de 2021, se había quedado frenado para empujar al fútbol, y ahora lo estamos volviendo a retomar”.
