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La familia Roig inyecta 16,4 millones en el Valencia Basket para compensar las pérdidas en pandemia

La facturación del club aumentó un 12,3% en 2019-2020 pese a la caída de los ingresos de abonados por la puerta cerrada. El negocio se elevó hasta 6,1 millones, insuficiente para poder afrontar los 16,3 millones destinados a gastos de personal.

Valencia Basket - Iberostar Tenerife. Fotografía de ACB Photo / E. Cobos
Valencia Basket - Iberostar Tenerife. Fotografía de ACB Photo / E. Cobos

Juan Roig es la mano que mece la cuna de buena parte del deporte valenciano, desde las categorías base hasta la élite que se prepara para Tokio 2020, al Valencia Basket, tanto el club profesional como la cantera que se desarrolla en L’Alqueria. En ella, el mecenas de la entidad taronja ha invertido 16,4 millones de euros, que se sumarán a los 220 millones proyectados para construir un recinto multiusos que relevará a la Fonteta de Sant Lluís como pabellón. Pero la apuesta baloncestística del dueño de Mercadona no acaba ahí: en 2019-2020 aportó 15,5 millones de euros para compensar las pérdidas registradas en el año de la Covid-19, que se elevaron a 16,45 millones de euros.

Los 950.000 euros restantes los aportó Hortensia Herrero, esposa de Juan Roig y también mecenas de la entidad, según se detalla en las cuentas anuales a las que ha accedido 2Playbook Intelligence, la herramienta de inteligencia de mercado de 2Playbook. “Tanto el accionista mayoritario como otro de sus accionistas han efectuado las aportaciones necesarias para compensar las pérdidas incurridas y restablecer el equilibrio patrimonial al 30 de junio de 2020, al igual que han venido haciendo en los últimos ejercicios”, recoge la memoria anual.

El impacto de la Covid-19 en las cuentas fue profundo, y no en comparación con el negocio generado en la temporada previa a la pandemia, sino respecto al presupuesto que se presentó al principio de la campaña anterior. La suspensión temporal de la ACB y la cancelación de la Euroliga supuso una caída del negocio de 954.000 euros con respecto a la previsión de ingresos.

Además, el club asumió gracias a su mecenas unos costes no previstos de 1,7 millones de euros por la celebración de la fase final de la ACB en formato burbuja. Eso, unido al incremento de los gastos en aprovisionamiento (especialmente debido al gasto sanitario y en test PCR), provocó que las pérdidas de la entidad taronja aumentaran un 6,8% en un año.

El negocio ordinario, compuesto por los ingresos por competición, abonados y patrocinio, aumentó un 12,3%, hasta 6,1 millones de euros. Mejoraron especialmente los ingresos por competición, que aumentaron un 31,6%, hasta 1,79 millones de euros por el buen desempeño del equipo, que accedió a semifinales de la Liga Endesa y por la Euroliga. La competición europea aportó 650.000 euros, y la ACB en torno a 890.000 euros.

En este epígrafe se computan los ingresos audiovisuales, que forman parte del reparto de ingresos que hace la ACB, junto con el negocio de patrocinio de la competición (Endesa, Movistar, KIA y 888Sport). Además, la taquilla aportó en torno a 270.000 euros.

El Valencia Basket prevé facturar 5,5 millones de euros en 2020-2021 pese a la puerta cerrada en ACB y Euroliga

Pero, ¿cuánto aportaron los espónsors del club? Un 23,7% más que en 2018-2019, con 2,61 millones de euros. El patrocinio fue la principal línea de negocio del Valencia Basket, que sí vio reducida su facturación por abonados y socios un 12,7%, hasta 1,7 millones de euros.  El club devolvió el importe proporcional de los partidos no disfrutados por la afición tras el cierre de los pabellones, y de ahí que se anotara una caída de 854.000 euros respecto al presupuesto inicial.

El apoyo de Roig trascendió a las aportaciones directas; también lo hizo vía financiación a través de una de sus sociedades, pues el club mantiene con una de sus empresas una línea de crédito con límite de 13 millones de euros que se prorroga tácitamente cada año hasta que cualquiera de las partes resuelva el contrato.

Más allá del apoyo del mecenas, los jugadores y jugadoras también aceptaron pactar una rebaja del 4% sobre el salario anual, lo que permitió al resto de trabajadores del club cobrar el 100% de su nómina pese al parón de la actividad presencial. Eso sí, los técnicos siguieron ofreciendo entrenamientos virtuales durante la cuarentena. Los ingresos por cuotas de campus y escuela cayeron un 14,2% debido a la pandemia.

La rebaja salarial pactada con los atletas profesionales permitió que el gasto en sueldos deportivos se rebajara en 400.000 euros de un año a otro, hasta 13 millones de euros. Lo que sí aumentó es el gasto de personal no deportivo, que subió un 29,4%, hasta 2,2 millones de euros.

 

Un 2020-2021 marcado por la puerta cerrada

El presupuesto del Valencia Basket para esta temporada contemplaba poder abrir el pabellón al público en enero de 2021, algo que finalmente no ha sido posible hasta mayo. “El presupuesto por abonos era de casi 2,7 millones de euros; vamos a poder facturar 300.000 euros por una recaudación realizada a mitad de temporada, y también hemos tenido ingresos por el femenino”, explica a 2Playbook Esteban Gallego, director de administración del club.

La previsión es que la entidad cierre la temporada con 5,5 millones de euros de facturación, lo que supondría una caída del 9,8% interanual, mitigada por el incremento de entre el 5% y el 10% de los ingresos por patrocinio. “El apoyo de los espónsors ha sido magnífico y por competición facturaremos lo previsto”, apunta. El roto estará en abonos y taquilla.

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