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Financieros, empresarios y gente de club: el quién es quién de los directores generales de la ACB

El ascenso de Enric Carbonell en Valencia Basket pone de manifiesto una nueva tendencia. Los clubes buscan un perfil directivo con experiencia financiera, empresarial y de gestión para dar un paso más en la profesionalización de sus estructuras.

Jefes ACB

Hasta siete clubes han cambiado de director general en las últimas tres temporadas en la Liga Endesa. Solo cinco clubes han elegido prescindir de esta figura, cuyo peso y funciones dependen de la propia estructura de cada entidad. Sin embargo, la incorporación de Enric Carbonell a Valencia Basket termina de redondear una tendencia al alza: los despachos de los clubes ACB ya no los copan solo exjugadores y perfiles vinculados al baloncesto, sino empresarios, financieros y directivos especializados en gestión deportiva.

De los 18 clubes ACB y los dos descendidos este año (Acunsa Gipuzkoa y Movistar Estudiantes), sólo dos directores generales han tenido relación directa con el baloncesto profesional. Se trata de Juan Ramón Marrero (Gran Canaria), exjugador del club que lleva toda su carrera directiva en la entidad, y Tito Díaz, quien ejerciera como entrenador en Breogán antes de ser promocionado.

La vinculación con el club, aun así, aún es uno de los factores que más pesa en este sentido. Carles Sixto (Baxi Manresa), José Asensio (Movistar Estudiantes) y José Javier Jiménez (Urbas Fuenlabrada), llevan desde la década de los 2000 al frente de la dirección general de sus clubes.

De los últimos fichajes realizados entre 2018 y 2021, cuatro tienen una larga trayectoria vinculada al club. Los otros cuatro, pese a no tener relación directa, sí la han tenido con sus presidentes o las entidades que los controlan. Es el caso de Francisco Sáez, a quien Unicaja situó al frente del equipo ACB en 2019 tras dirigir su negocio en Almería, o de Javier Gastón, empresario local que desembarcó hace tres años en Casademont Zaragoza.

El perfil del empresario es el segundo más extendido en los despachos de la ACB junto con el de abogado, y solo por detrás del financiero. En la parte empresarial se sitúan el propio Gastón y Juan Carlos Sánchez Lázaro, quien ya lleva más de diez años en el Real Madrid, rescatado por Florentino Pérez. La formación en Derecho, por otro lado, es la que han compaginado con la gestión deportiva Josep Cubells, de vuelta en la junta de Laporta, y José Asensio en el Estu.

Valencia Basket, Betis, Manresa, Fuenlabrada, Unicaja y Gipuzkoa están dirigidos por directivos con formación en finanzas y banca. Todos salvo Ibon Muñoz en el club donostiarra llevaban años vinculados al club o a la entidad que lo gestiona durante años.

Su entidad, este año en LEB Oro, fichó a Ibon Muñoz para sustituir al histórico Germán Gea y, además, desdobló por primera vez la dirección general y financiera de la deportiva. Es un caso similar al de Breogán, que situó al frente a Tito Díaz como director general y miembro del consejo: “Hemos creado toda una estructura, cada uno al frente de un área, conmigo como último supervisor y encargado de llevar los planes para la aprobación del consejo”, admite Díaz.

Su opinión la comparte Fernando Galindo, presidente del Estudiantes, que desde este año también ha separado las direcciones generales y deportiva: “El director general dirige una empresa y, como normalmente los resultados económicos dependen de los deportivos, debe tener conocimientos en ambos sentidos”.

 

Acunsa Gipuzkoa era uno de los cuatro únicos clubes que aún la gestionaban en conjunto. Los otros dos equipos ACB que aún no la han desdoblado son UCAM Murcia, ambas en manos de Alejandro Gómez, y Monmus Obradoiro, gestionado por José Luis Mateo desde 2012, cuando el club fue admitido en ACB y le fichó procedente de Luncentum Alicante, que desapareció un año después.

El único caso excepcional es del Bilbao Basket. El club bilbaíno despidió recientemente a Pedrag Savovic dos años después de ficharle. La entidad aún no ha comunicado quién será su relevo o si será la propia junta, presidida por Isabel Iturbe, la que asumirá el control del área financiera y de organización. En su caso, el área deportiva está en manos de Rafa Pueyo, quien fuera entrenador del primer equipo.

Suprimir la figura del director general es una tendencia minoritaria en la ACB, pero aún tiene fuerza. De hecho, cuatro de los clubes que mejor rendimiento deportivo han logrado en los últimos años operan bajo este modelo. Se trata de Lenovo Tenerife, Hereda San Pablo Burgos, Joventut y MoraBanc Andorra. En los cuatro casos son los propios presidentes quienes asumen dicha responsabilidad, delegando la dirección técnica y deportiva a hombres de la casa.

Ahora bien, que exista un director general no implica que el presidente de un club no participe en la toma de decisiones. De hecho, son estos mismos los que tienen el rol más activo dentro de los clubes, bien en la parte deportiva, como sucede con José Quintana y Josean Querejeta en Baloncesto Fuenlabrada o Bitci Baskonia, o bien en la gestión, como es el caso de Fernando Galindo en Movistar Estudiantes.

Entre todos gestionan un negocio que en 2019-2020 se situó en 120,4 millones de euros, de los que solo el 18% correspondían al Real Madrid y FC Barcelona. Estos dos clubes, por el contrario, coparon el 75% de las pérdidas acumuladas en la liga, que fueron de casi 55 millones la primera temporada de la Covid. 

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